Epitafio sobre el mundo
Aquí yace el cuerpo de este mundo,
Cuya alma ¡ay! es arrojada al infierno.
Aquella juventud dorada hace mucho que pasó,
Su virilidad de plata se fue igual de rápido,
Una edad de hierro llegó finalmente;
Vano es su carácter para contar,
Los varios destinos que le suscitaron,
¿Cuándo murió? ¿cuándo se levantará?
Solo sabemos que aquí yace.
En los campos por donde ha pasado la mano del segador
En los campos por donde ha pasado la mano del segador,
Iluminados por la luna de la cosecha y el sol otoñal,
Mis pensamientos como rastrojo flotando en el viento
Con la sutileza de los aires de octubre,
Allí después de la cosecha podría recoger mi vida
Una cosecha más rica obtenida sin esfuerzo,
Y tejiendo magníficas fantasías a mi antojo
En telarañas más sutiles que la más fina bruma veraniega.
Henry David Thoreau (Concord, Estados Unidos, 1817-1862), Cráneo de Pangea, marzo 27, 2018
Versiones de Juan Fernando Bermeo
Ref.:
Henry David Thoreau Online
Poetry Foundation
Anfibia
Lecturas Sumergidas
El Iletrado Egregio
Foto: Herny David Thoreau, 1856 B. D. Maxham/National Portrait Gallery USA/Wikimedia Commons
Epitaph On The World: Here lies the body of this world, / Whose soul alas to hell is hurled. / This golden youth long since was past, / Its silver manhood went as fast, / An iron age drew on at last; / ‘Tis vain its character to tell, / The several fates which it befell, / What year it died, when ‘twill arise, / We only know that here it lies.
On Fields O’Er Which The Reaper’s Hand Has Pass’D: On fields o’er which the reaper’s hand has pass’d / Lit by the harvest moon and autumn sun, / My thoughts like stubble floating in the wind / And of such fineness as October airs, / There after harvest could I glean my life / A richer harvest reaping without toil, / And weaving gorgeous fancies at my will / In subtler webs than finest summer haze.
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