sábado, octubre 31, 2020

Paul Eluard / Los pequeños justos



1

Sobre la casa de la risa
Un pájaro ríe en sus alas.
El mundo es tan liviano
que ya no está en su sitio
Y tan alegre
que no le falta nada.

2

¿Por qué soy tan hermosa?
Porque mi dueño me lava.

3

Con tus ojos yo cambio igual que con las lunas
Y a veces soy de plomo y a veces soy de pluma
Un agua misteriosa y negra que te ciñe
O si no en tus cabellos tu ligera victoria.

4

Un color señora, un color señor,
Uno en los senos, uno en el pelo,
   La boca de las pasiones
   Y si veis rojo
Sobre vuestras rodillas está la más hermosa.

5

Para hacer reír la indicada
¿Era ella de piedra?
Se desmoronó.

6

El monstruo de la huída ahúma hasta las plumas
De ese pájaro enrojecido por el fuego del fusil.
Su lamento se expande por un muro de lágrimas
Y las tijeras de los ojos cortan la melodía
Que despuntaba ya dentro del cazador.

7

La naturaleza se ha enredado en los hilos de tu vida
Tu sombra, el árbol, muestra su carne: el cielo.
Tiene la voz de la arena y tiene los gestos del viento
Y todo lo que dices se mueve detrás tuyo.

8

Ella se niega siempre a comprender, a oír,
Ríe para esconder su temor de sí misma.
Ha caminado siempre debajo de los arcos de la noche
Y por donde ha pasado
Ha dejado
Las huellas de las cosas rotas.   

9

Sobre este cielo en ruinas, sobre estos vidrios de agua dulce,
Qué semblante vendrá, que caracol sonoro,
A anunciar que la noche del amor se hace día,
Boca abierta unida a la boca cerrada.

10

Desconocida, era mi forma predilecta,
La que a mí me quitaba la pena de ser hombre,
Y la veo y la pierdo y sufro mi dolor
Como un poco de sol sobre aguas frías.

11

Los hombres que cambian y se aparecen
Siempre, en el curso de sus días, han cerrado los ojos
Para disipar la bruma de burlas
Etc...

Eugène Émile Paul Grindel, Paul Eluard (Saint Denis, Francia, 1895-Charenton-le-Pont, Francia, 1952), "Capital del dolor" [1926], Obras escogidas, tomo I, Editorial Platina, Buenos Aires, 1962
Traducción de Marcelo Ravoni


Foto: Paul Eluard, por Robert Doisneau Gamma-Rapho/Getty Images

viernes, octubre 30, 2020

Nadia Escalante / Seremos las montañas

                                                                   

 













                                                                   A Maricela Guerrero
 
      Ella pintaba un cielo de nieve
cuando el calor era insoportable, escenas árticas sobre planchas
de metal cuando había relámpagos, el hielo es aislante,
nunca supe si era cierto, jugamos con muñecas y vajillas
blancas, navegamos por mares interiores sobre un atlas, mapamundis,
muralismo de viajes, las niñas no tienen relatos de iniciación
en barcos, y nosotras jugábamos con muñecas polizonas,
pequeñas piratas que conocían el sextante, el astrolabio,
subían a las velas como a balcones, apartaban las cortinas,
el cabello de las mejillas. Y contaban muertos,
cadáveres al agua. Las niñas no tienen relatos de iniciación
en la selva. Le dije que antes de entrar sentí que el monte
cruzó los brazos sobre su pecho, no podría remontarlo,
“pero pide que te deje pasar, respetarás cada raíz, cada corteza”,
la curiosidad es una catarina sabia
sobre los árboles, no se aventura más allá de un viento leve
sobre el follaje. Las niñas sí tienen relatos de iniciación en los desfiladeros,
pero no en las montañas, mucho menos cuando hay frío.
No teníamos frío ni montañas para demostrarlo,
solo las olas de altamar eran nuestras cordilleras,
y siempre, siempre, estuvimos en la cima en algún punto,
y las nubes de lluvia detrás de las casas y los cables
también fueron nuestras montañas temporales, sin pendientes,
o sin faldas, en ningún caso montañas niñas. Y los montones
de ropa sucia, montañas llenas de túneles, hermana.
Tú comenzaste a dibujar montañas, cimas de montañas,
siempre estabas subiendo algo, recogiendo esas flores
que solo crecen en las alturas, y te reías
de los desfiladeros: con los ojos cerrados los habías recorrido
todos, con las manos le pusiste nombre
a cada una de las piedras. Las niñas buenas ven, pero no tocan,
y tú tocaste sin ver, no lo necesitaste. Pero abriste los ojos
debajo del agua cuando te caíste del mástil, y yo bajé a buscarte
como se entra a una historia nueva, a una sala donde tocan
nuevas músicas; los pulpos eran demasiado pequeños
para aprisionarte en sus tentáculos, sus ventosas minúsculas
rosas, grises, racimos abiertos de peonías, y tú, abajo,
planeando en el agua como si volaras, yo tenía
que alcanzarte. Volar más alto, hasta ti para regresar
contigo. Las niñas buenas no se tiran al agua.
Esta vez ganamos las montañas, dijiste, quien no se ahoga
será un buen alpinista. Y las fuimos a buscar, mares después,
también azul ultramarino y ventosas sobre la piedra,
pequeños pulpos en las frondas de colores, montañas,
montañas, montones de años, cicatrices tectónicas, cordilleras,
       comezón en la palma de las manos, las montañas suenan
bajo los pies, siempre, suenan sobre la cabeza, a veces,
suenan a viento, como el viento huele a playa
y la playa sabe a las minas de las montañas,
regresamos con ellas bajo los zapatos
para siempre, regresamos montañas azules,
siete faldas amarillas, pendientes de plata,
sobre la cima, la bandera verde, la memoria.
El puchero sobre la estufa, el pan en el horno,
algún calor dentro de un frasco, un niño se hornea
también en mi vientre, o una niña,
así una se siente montaña y cordillera, llena de lagos,
y mar de fondo, también aventuras en mapas,
y barcos, lejanías, ciudades portuarias que esperan
a quienes vienen en camino sobre el mar, espera
la ola que se rompe, la marea roja y la sangre,
la nueva voz y otras historias, aquí ya somos tres,
hermana, y cuando vengas tú a visitarnos,
cuatro seremos las montañas
(o tal vez cinco, si no es uno el que viene sino dos).

Nadia Escalante (Mérida, Yucatán, México, 1982), Periódico de Poesía, 26 de octubre de 2020
 -

jueves, octubre 29, 2020

Angela Melim / Los buenos poemas son
















Los buenos poemas son
prosa abrupta
y cortante.
Inmediatamente se comprende
la furia
o la calma imperturbable
que hay en ellos.
En el estrépito está 
el juego de las palabras˗
choque y balanceo de vagones enganchados.
Detrás de los vidrios se deslizan los paisajes
que la multitud apretada no avista: 
devastaciones ritmadas tan sonámbulas
como aceleradas.
Nada es difícil en el aire acondicionado
pero la prisa horizontal del raíl
urge
y dentro de ella
nadie cede el asiento a las mujeres
ni a los ancianos.

Angela Melim (Porto Alegre, Brasil, 1952), Música Rara, 26 de octubre de 2020
Traducción de Galo Torres




Os bons poemas são
prosa abrupta
cortante.
Imediatamente se entende
a fúria
ou a calma imperturbável
deles.
No estrépito está
o jogo das palavras –
choque e sacolejo de vagões engatados.
Atrás dos vidros deslizam as paisagens
que a turba comprimida não avista:
devastações ritmadas tão sonâmbulas
quanto aceleradas.
Nada é difícil no ar condicionado
mas uma pressa horizontal de trilho
urge
e dentro dela
ninguém cede o assento a mulheres
nem velhos.

miércoles, octubre 28, 2020

Kenneth Rexroth / Hápax *






















El mismo poema una y otra vez
Semana Santa. Una vez más la luna llena
se abre en el cielo profundo
como una flor cristalina de hielo.
Las grandes constelaciones del invierno
se despliegan en una niebla desbordando
las colinas hacia el mar. Más allá de ellas,
en la interminable oscuridad, incontables
grumos diminutos de luz pasan a través,
a miles de millones de años luz de distancia,
miles de millones de universos,
llenos de estrellas y sus planetas
con criaturas en ellos revoloteando
como todas las células vivientes en la tierra.
Tienen un número, y yo sostengo
su número y su ser
en una sebosa partícula de gelatina
adentro de mi cráneo. Las vi
nadando en medio de una aceleración
del espacio infinito, a través de un lente de vidrio
a través de un lente de carne, en una taza de nervios.
La pregunta no es
si el ser tiene un significado
sino si el significado tiene ser.
¿Qué está pasando?
Todo el día camino sobre cumbres
y bordeando cascadas y lagunas
profundas en las colinas de la primavera.
Hongos emergen en el mismo punto
del claro abandonado.
El lirio del bosque y el helecho lengua de serpiente
junto a la cascada.

Una garza se eleva desde una laguna
mientras me acerco, como lo hizo
durante cuarenta años, y se va volando
desde el mismo hueco entre los árboles.
La misma subida y celeridad de un batir de alas,
el mismo grito, ¿cuántas
generaciones de garzas?
Los mismos gavilanes de cola roja se aparean
en lo alto en el mismo aire que se eleva
sobre una escarpada de hierba. Las ardillas saltan
en los mismos robles. De vuelta en mi cabaña
en el crepúsculo un búho
en la misma rama ulula con su lengua antigua.
Miles de millones de universos
llenos de seres más grandes que dinosaurios
y más pequeños que los virus, cada uno
en su lugar, la ecología
del infinito:
miro la luna creciente de la Pascua.
El madroño en flor brilla con la luz de la luna.
Las abejas en la pared de la cabaña
están despiertas. La luna está llena
de flores y perfume y miel.
Puedo ver las abejas bajo la luz de la luna
volando hacia el agujero bajo la ventana,
brillando débilmente como universos voladores.
Qué significa. Esto no es una pregunta, sino
     una exclamación.

[1974]

Kenneth Rexroth (South Bend, Estados Unidos, 1905-Santa Barbara, Estados Unidos, 1982) Op. Cit., 27 de septiembre de 2020
Traducción de Laura Crespi

* Hápax: Palabra o expresión que solo se encuentra documentada una vez en una lengua, un autor o un texto. (N. de la T.)

El amor es un arte del tiempo
,
Cuadernos de Traducción,
Buenos Aires, 2020










Foto: Kenneth Rexroth lee poemas durante una sesión de jazz, 1957 Nat Farbman/Getty Images/The LIFE Picture Collection

martes, octubre 27, 2020

Sonia Scarabelli / De "Últimos veraneantes de febrero"

 

















Ancud en la mañana

Me acuerdo de ese instante
parada sobre una loma en el Ancud,
el cielo azul y el viento
a orillas del Pacífico,
y el sol que era toda la luz alrededor
como la fuerza
de la juventud.
Hay una foto que se habrá perdido,
pero ahora estoy adentro,
es el olor del mar lo mejor
y no sale en la foto.
Miro alrededor con los ojos entrecerrados
las casitas de madera y más allá
pequeños barcos de colores encallados en la arena,
un poco más lejos estará el archipiélago.
Toda la travesía vinimos avistando
lobitos marinos desde el gran transbordador,
y viendo cómo el océano subía y bajaba
en grandes olas con picos de espuma,
igual a un bello dibujo japonés.
En la punta de la ciudad hay un fuerte
hecho de piedra y un faro
que ayudaba a llegar a los barcos.
Miro alrededor una vez más,
con los ojos entrecerrados,
a otra lejanía que ya es el tiempo.


Eucaliptos
  
Fue entonces cuando vimos
los eucaliptos quemados 
despedir un dorado fulgor como si en ellos
el sol hubiese dejado para siempre
su luz más fina,
cambiando en zarza ardiente el bosquecito 
de árboles que rodaban silenciosos
de regreso a la tierra. 

Sonia Scarabelli (Rosario, Argentina, 1968)


Últimos veraneantes de febrero
,
Bajo la Luna,
Buenos Aires, 2020










lunes, octubre 26, 2020

Luis Alposta / El extraño caso




















[Tango]

Entre alambiques juntó experiencia
y halló el brebaje del bien y el mal.
Hoy, a babuchas de su conciencia,
va el homo sapiens y el animal.

Ya no es el mismo su consultorio.
Ya no hay pacientes que visitar.
Ahora es adicto al laboratorio
y hay un cadáver en el placard.

Su yo y su sombra se han separado.
Es el galeno o el depravado.
Son los dos puntos que lleva adentro

sin darse bola y ese es el guay.
Y en la constante del desencuentro
va el doctor Jekyll con mister Hyde.

[1998]

Luis Alposta (Buenos Aires, 1937), Todo Tango

Este tango soneto tiene música de Daniel Melingo y forma parte de la serie de tangos dedicados por Alposta a personajes reales y ficticios de historias de horror: Frankenstein, Drácula, Jack el Destripador. (N. de R.)


Foto: El Barrio

domingo, octubre 25, 2020

Blaise Cendrars / Claro de Luna

















Nos balanceamos nos balanceamos sobre el barco
La luna la luna describe círculos en el agua
En el cielo es el mástil el que describe círculos
Y señala todas las estrellas con el dedo
Una joven argentina acodada en la baranda
Sueña con París mientras contempla los faros que dibujan la costa de Francia
Sueña con París al que apenas conoce y ya echa de menos
Esas dobles luces giratorias fijas coloreadas de eclipses que le recuerdan lo que veía desde la ventana de su habitación de hotel sobre los Bulevares y le prometen un pronto regreso
Sueña con volver pronto a Francia y vivir en París
El ruido de mi máquina de escribir le impide llevar su sueño hasta el final
Mi bella máquina de escribir que suena al final de cada línea y que es tan rápida como música de jazz
Mi bella máquina de escribir que me impide soñar tanto a babor como a estribor
Y que me hace seguir hasta el final una idea
Mi idea

Frédéric-Louis Sauser, Blaise Cendrars (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887-París, 1961), "Feuille de route" (1924), Poésies complètes, Gallimard, París, 1991
Versión de Eduardo Conde 



CLAIR DE LUNE

On tangue on tangue sur le bateau 
La lune la lune fait des cercles dans l'eau 
Dans le ciel c'est le mât qui fait des cercles 
Et désigne toutes les étoiles du doigt
Une jeune Argentine accoudée au bastingage
Rêve à Paris en contemplant les phares qui dessinent la côte de 
France 
Rêve à Paris qu'elle ne connaît qu'à peine et qu'elle regrette déjà 
Ces feux tournants fixes doubles colorés à éclipses lui rappellent ceux qu'elle voyait de sa fenêtre d'hôtel sur les Boulevards et lui promettent un prompt retour 
Elle rêve de revenir bientôt en France et d'habiter Paris 
Le bruit de ma machine à écrire l'empêche de mener son rêve jusqu'au bout. 
Ma belle machine à écrire qui sonne au bout de chaque ligne et qui est aussi rapide qu'un jazz 
Ma belle machine à écrire qui m'empêche de rêver à bâbord comme à ribord 
Et qui me fait suivre jusqu'au bout une idée 
Mon idée

sábado, octubre 24, 2020

Song Lin / Dos poemas



















En camino

Afuera de la estación de Mannheim el cielo estrellado
de la medianoche se enciende como un fuego pálido,

de una ventana sale música. Plátanos altos, torres oscuras,
sombras leves detrás de las cortinas pesadas.

Sin compañeros y sin albergue, momento de desamparo!
La oportunidad perdida brilla aún a la distancia.

La liebre dispara hacia el bosque, el suspiro de las hojas
y los pies mojados por el rocío se consuelan entre sí.

La noche va a terminar, la última lámpara al borde de la ciudad se apaga.
Un hombre con una pala camina hacia el cementerio.

Noche a la deriva en una ciudad desconocida. Ahora el amanecer
me empuja al sueño: en el vagón vacío siento una tibieza.


Tonada de Jianyin

El hombre acostado dentro del pabellón
se ha dormido.
Dos de sus amigos se han convertido en esturiones
El tercero, convertido en mariposa,
desaparece volando entre los juncos
El hombre sueña con nubes
como banderas y armas de la edad de oro
reflejadas en línea sobre el agua
Sueña con Xu Xiake
de vuelta de uno de sus viajes.

Song Lin (Xiamen, República Popular China, 1958), Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos, selección y traducción de Miguel Angel Petrecca, Gog y Magog, Buenos Aires, 2011
 

viernes, octubre 23, 2020

José Angel Cuevas / Poema 45
















¿Cuánta humillación guarda el corazón ciudadano?
Todos los que hemos bebido largamente/ y con aplomo
en la noche de las viejas boites chilenas.
Es un barco que parte
entre grandes ideas y va
a meterse en el poema vanguardia/ fantasma
del buque de carga. La mejor/ mente mejor que nada.
Afirmaciones tales como la historia no existe 
o la sangre tira. El sinsentido es lo que circula
del modo más bello.
La gente que pasa lleva el olvido.
Uno que está en el presente eterno
y piensa en el Mar
las Boites chilenas.
Abre los ojos para después llenarlos de imágenes y
arrastrarlas por la vida/ por el puro gusto de hacerlo
sin planes/ ni nada/ solo el ruido lejano.
El tiempo
que fluye a la buena de Dios.

José Angel Cuevas (Santiago de Chile, 1944) , Diario de Poesía, n° 82, Buenos Aires, junio a diciembre de 2011


jueves, octubre 22, 2020

Alejandro Archain / De "Querencia"










37.


Tierra mojada refresca con su olor
el aliento de la tarde.
Rebaza y en nada se asemejan
las plegarias del canto de los grillos.
En nada el calor de la siesta
a las polleras levantadas
en vuelo de pajaritos.

En el tiempo en que la mujer andaba
lo acompañaba en las mañanas
hasta el muelle. Le teñía 
la cabeza de plegarias, antes
de que abordase la pendiente del río.

Supo de la soledad viendo
alejarse una sombra que quedaba parada
con su mano alzada. Supo
de la carencia en la voz
de una bolsa vacía. En la
vergüenza de la palma estirada
más allá de todo deseo.

          (los gorriones navegan la sequedad del río y
          aprovechan la vastedad del viento para desdibujar
          su propio destino pasajero. No le creía a la mañana
          cuando apisonaba la tierra. No le creía a la calma
          del atardecer cuando brotaba el sudor del propio
          cuerpo. No-ey-de-creer dijo la voz lejana.
          No-ey-de-creer dijo la tierra bajo la pala empujada
          para sacarle jugo).

Alejandro Archain (San Fernando, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1953)

Querencia
Paradiso Ediciones, 
Buenos Aires, 2020










Foto: Clarín

miércoles, octubre 21, 2020

Friederike Mayröcker / Dos poemas

















Inventario de un lapso de vida

en mi mochila
un tronquito de tomillo
dos monedas
un lápiz romo
anotaciones arrugadas
migas de galleta
un broche verde para la ropa
la tarjeta de visita de una germanista japonesa
un peine pequeño y desdentado
las hormigas de Dalí sobre una hoja de música




Tilo cintilante

Hacia el clarísimo limón
oh arce tañendo tanto
el arpa; derraman 
guirnaldas su rojo sanguíneo
como cabello de mujer en llamas:
rastro playo de la
luz vagando
en el lácteo mediodía

Friederike Mayröcker (Viena, 1924 - 2021), revista Ñ, n° 890, 17 de octubre de 2020, Mnemosyne Bar, 17 de septiembre de 2015
Versiones de Daniel Bencomo


martes, octubre 20, 2020

Bryam Herrera Jurado / De "El lumpen y la melancolía"




















Levantarme a las seis a eme
para escribir
una ponencia titulada
Georges Bataille el Indio Solari
y la necesidad de lo irracional y la violencia en la cultura
mientras escucho
un concierto de Bach
un día después
de haberme recibido
me hace pensar
en muchas cosas.

*

                                     a Hilario Barrero

Porque nos conocimos entre el cemento
guarecidos
en una obscura estación del ferrocarril

tú estabas muriendo en la ciudad
que me coronaba como turista

pensé en el frío
que había afeitado los pliegues de tus labios
todavía se excita
mi barba juvenil

pero yo estaba equivocado
tú no eras sólo melancolía

saludé esos setenta años de altura
que saben a muerte
y tú a mis ojos

pensando estúpidamente que
yo estaba bien para ser un chico

mi rocanrol tiene la cadencia
de un ángel de ciudad

y tú
ebrio serafín
del oscuro zapateo
has perdido las alas

beso tu gordo rostro una vez más
antes de que un vuelo
me lleve a mi muerte norteamericana
todo esto ya pasó

y tú Hilario
morirás
cómo más podría ser
en un sucio café del cercado de Lima
ambos aturdidos
por culos comunistas llenos de flores

Martín Adán también
más pronto que Allen Ginsberg
se irá dejándonos solos
en el hotel del mundo
frente a una puerta negra
protegida por cerrojos de papel.

Bryam Herrera Jurado (Cusco, Perú, 1990)

El lumpen y la melancolía
,
Barnacle,
Buenos Aires, 2020










Foto: Barnacle

lunes, octubre 19, 2020

Christophe Manon / De "Al norte del futuro"



Extranjeros en la lengua descuartizados
entre dos siglos los pies al norte del futuro conocemos
el gusto del desastre donde algo de estelar ha desparecido porque no se puede detener
la caída de los astros y sobre nuestros labios la ceniza que fue elevándose en el aire rojo de la mañana donde ahora se hunden 
nuestras esperanzas ¿la muerte
nos arrolla en la indiferencia o bien
hablándonos suavemente con tanto
amor como puede explicando aquello que hace y
por qué lo hace y se desmorona
la tierra bajo nuestros pies por no
haberla amado?

Vestidos de bruma íbamos
por la noche en busca de aquello que fue 
robado la tierra vacilaba el universo no era más
que un vasto osario la salud estaba cercada por la locura resonaba
la prostitución triunfaba
la opresión de todos por todos los edificios
se desplomaban con estruendo de sus escombros surgía
la historia con una gran hache el terror no cesaba
de crecer revistiendo cada vez un pasamontañas diferente o bien
abría fuego a cara descubierta así
conociendo la fragilidad de la especie intentábamos
abrir una brecha en el presente y en el abatimiento escuchábamos 
aquellos que hablan desde las profundidades
de su vacío como si
insultando las esferas vaciásemos
las tinieblas.

Hemos soñado con apoderarnos
de nuestro destino y ese sueño terminó
contra el muro de un cementerio hemos soñado
con una estrella roja al Este que se transformó
en muro y se derrumbó hemos soñado
con castillos en España y aquello fue una fosa
común donde fueron arrojados cuerpos por millares hemos soñado
con una larga marcha y esta marcha se terminó en una represa hidráulica ahora
hemos aprendido a estimar a nuestros semejantes y edificamos
moradas de sangre y hueso e inmortales
por tantos muertos proyectamos
la dicha hacia adelante
de nosotros mismos.

Christophe Manon (Burdeos, Francia, 1971), Au nord du futur, Éditions Nous, Caen, Francia, 2016
Versión de Mariano Rolando Andrade


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Au nord du futur (extraits)

Étrangers dans la langue écartelés
entre deux siècles les pieds au nord du futur nous savons
le goût du désastre où quelque chose de stellaire a disparu puisqu’on ne peut arrêter
la chute des astres et sur nos lèvres la cendre que fut s’élevant dans l’air rouge du matin où désormais s’enlisent
nos espérances la mort
nous fauche-t-elle dans l’indifférence ou bien
en nous parlant doucement avec autant
d’amour qu’elle peut expliquant ce qu’elle fait et
pourquoi elle le fait et se dérobe-t-elle
la terre sous nos pieds faute
de l’avoir aimée.


Vêtus de brume nous allions
par la nuit à la recherche de ce qui fut
dérobé la terre vacillait l’univers n’était plus
qu’un vaste ossuaire la santé était cernée par la folie résonnait
la prostitution triumphant
l’oppression de tous par tous les édifices
s’effondraient avec fracas de leurs décombres surgissait
l’histoire avec sa grande hache la terreur ne cessait
de croître revêtant à chaque fois une cagoule différente ou bien
ouvrait le feu à visage découvert ainsi
connaissant la fragilité de l’espèce nous tentions
d’ouvrir une brèche dans le présent et dans l’accablement nous écoutions
ceux qui parlent des profondeurs
de leur néant comme si
invectivant les sphères nous vidionsles ténèbres.

Nous avons rêvé de nous saisir
de notre destin et ce rêve s’est achevé
contre le mur d’un cimetière nous avons rêvé
d’une étoile rouge à l’Est qui s’est transformée
en mur et s’est effondré nous avons rêvé
de châteaux en Espagne et ce fut une fosse
commune où furent balancés des corps par milliers nous avons rêvé
d’une longue marche et cette marche s’est échouée sur un barrage hydraulique maintenant
nous avons appris à estimer nos semblables et nous édifions
des demeures de sang et d’os et immortels
de tant de morts nous projetons
de la joie au-devant
de nous-mêmes.

domingo, octubre 18, 2020

Mary Carolyn Davies / Dos poemas

























El día anterior a abril

El día anterior a abril,
sola, sola,
caminé por los bosques
y me senté sobre una piedra.
Me senté sobre una ancha piedra 
y canté a los pájaros.
La melodía era obra de Dios
pero las palabras eran mías.


Las uvas

Las uvas son redondas y oscuras
como ojos que advierten
cada cosa que hago.
El sol las ha hecho dulces y redondas
el viento las arrojará al suelo.
-Yo también moriré.

Mary Carolyn Davies (Sprague, Estados Unidos, c.1890-Nueva York, Estados Unidos, c.1940*), Poetry. A Magazine of Verse, vol. X, n.º 5, agosto de 1917, edición digital
Versiones de Jonio González

* "Poco se sabe de la vida de Davies después de su regreso a Nueva York [desde Oregón] en la década de 1930. Hubo informes de que vivía en la pobreza y no hubo registros de su muerte." (Poetry Foundation). "En 1940, The Oregonian informó que estaba en la indigencia; el editor de poesía del periódico la visitó en Nueva York y la encontró viviendo en un 'estado deplorable'. No hay constancias acerca de su muerte." (Oregon Encylopedia. Portland State University / Penny's Poetry Pages). Nota del Administrador




THE DAY BEFORE APRIL

The day before April,
Alone, alone,
I walked in the woods
And I sat on a stone.
I sat on a broad stone
And sang to the birds.
The tune was God’s making
But I made the words.

THE GRAPES

The grapes are round and dark,
Like eyes that mark
Each thing I do.
The sun has made them sweet and round
The wind will pull them to the ground.
—I shall die, too.

sábado, octubre 17, 2020

Henri Michaux / He trazado un gran canal en mi vida


















A fuerza de penurias, de varias ascensiones, a fuerza de ser arrojado desde afuera, desde los afuera que yo me había prometido alcanzar a mí mismo, a fuerza de ser peloteado de todas partes, he trazado en mi vida un profundo canal.

Vuelvo a caer más bien en él en vez de encontrarlo. Ahora me conmueve. Ha llegado a conmoverme a pesar de que no me ilustre, ni me ayude ni me satisfaga. Por el contrario, me recuerda más bien el auténtico límite que no me es permitido franquear, salvo en contados instantes. Así, por su duradero "no sé qué", me confirma en una continuidad que jamás hubiese esperado, que solamente yo conozco y que desprecio rotundamente.

Navego en él a hurtadillas.

Henri Michaux (Namur, Bélgica, 1899-París, 1984), "Pruebas, exorcismos", 1945, Poemas 1927-1954, Compañía General Fabril Editora, Buenos Aires, 1971
Versiones de Lysandro Z. D. Galtier


Foto: Clarín s/d

viernes, octubre 16, 2020

Alberto Girri / De "Playa sola", 7



















A Thomas de Quincey

Para hablarte,
no quiero saber nada de tu amado Lactancio,
ni de la indulgencia servil de tu leyenda,
ni de la droga que piensa,
ni de tu seria abominación del veneno.
Esta es mi confesión preliminar.

Thomas de Quincey,
tú, el imaginador para quien el amor era una clepsidra rota,
tú, que hacías gestos de burla
y mirabas a los hombres como planetas extraviados,
ven hoy a recorrer mi colección de máscaras, sabor del espejo,
albergue de la tregua cotidiana.
Ven, acuéstate en un propicio cielo de pizarra,
hombre-dios buscando el ansioso, húmedo caer de las palomas
sobre un arrabal de niñas hambrientas. 
Tirso, tirso y frente enriquecida de gas,
toda vergüenza es inhumana y para anunciarte
marcharon por la noche las infinitas caballerías del desvelo.
Ven, dame el puro equilibrio de tu mundo
nunca rebajado a comparar la muerte con la ambigüedad del sueño.

Tirso del pensamiento,
me rescataste del cielo y yo te lo agradezco.
Ríe entonces de lo que el orden y el nivel te hubieran
   reservado:
"Yo era célebre y admirado,
ahora me comen los gusanos"

Thomas de Quincey.

Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "Playa sola" (1946), Obra poética I, Corregidor, Buenos Aires, 1977


Foto: Alberto Girri por Tito La Penna, 1985 Otra Iglesia Es Imposible

jueves, octubre 15, 2020

José Lezama Lima / Sobre un grabado de alquimia china

















Debajo de la mesa
se ven como tres puertas
de pequeños hornos,
donde se ven piedras y varas ardiendo,
por donde asoma el enano
que masca semillas para el sueño.
Encima de la mesa
se ven tres cojines grises y azules,
en dos de ellos hay como figuras geométricas
hechas con huevos irrompibles.
Al lado un jarrón sin ornamento.
Pedazos de leña por el suelo.
Un hombre curvado con una balanza
pesa una cesta de almendras.
La varilla de ébano
alcanza de inmediato el fiel.
El hombre que vende
teme a los tres pequeños hornos
que se esconden debajo de la mesa.
Por allí deben salir
las figuras esperadas
que vendrán cuando el pesador
logre el centro de la canasta.
A su derecha el hombre que contempla
absorto al pesador,
juega con unos pájaros.

Junio de 1975

José Lezama Lima (La Habana, 1912-1976), Fragmentos a su imán, Arte y Literatura, La Habana, 1977


miércoles, octubre 14, 2020

Hugo Williams / Nueva chaqueta, última chance



















Tenía puesta una chaqueta así
cuando me rescataron del enredo
de mi primera aventura.

Estaba trepándome por la cuneta con mi perro,
"¡No te muevas!", gritó mi gobernanta
desde la proa de una lancha.

Me lavé las manos en la sacristía
pero el olor del encerado 
me quedó en los dedos en la iglesia.

Mi desgracia retorna
cuando levanto el cuello 
frente al largo espejo de esta tienda.

"¡No te muevas!", susurra mi gobernanta.
Sus antiparras congelan mis pasos,
Mis pies se resbalan.

Los olores nos recuerdan tal como éramos -
mitad ficción mitad realidad -
probándonos distintas vidas.

Salen corriendo ante nosotros como spaniels,
girando y esperando junto al río
a que sus amos se vuelvan ciertos.

[Writing Home, 1985]

Hugo Williams (Windsor, Inglaterra, 1942), La isla tuerta, 49 poetas británicos (1946-2006), selección y traducción de Matías Serra Bradford, Lumen, Barcelona, 2009


 - 
New Coat, Last Chance 

I wore a coat like this
when they rescued me from the plot
of my first adventure.

I was climbing the weir with my dog.
"Don’t move! " shouted my governess
from the prow of motorboat.

I washed my hands in the vestry,
but the smell of oilskin
stayed on my fingers in church.

My disgrace comes back to me
as I turn up the collar
in the long mirror of this shop.

"Don’t move! " whispers my governess.
Her goggles freeze me in my tracks.
My feet slither.

Smells remember us as we were then –
half fact, half fiction –
trying on different lives.

They race ahead of us like spaniels,
turning and waiting by a river
for their masters to come true.

martes, octubre 13, 2020

Susana Szwarc / Esperando a Stefan



















Miraba: dos tilos
(altísimos aquí
donde la gente
empequeñece cada día
un poco 
más).

Hace frío afuera.
En cambio
adentro,
en el café Sperl de 1880,
nos quitamos los abrigos,
los pulóveres y quedamos
como si fuera verano.
(Por fin entiendo el como si).

(Habíamos leído al costado
del Durero: en 1552 se talaron
los tilos y el tiro, libre.
Talar/tilos/tiro/ aliteraban sin saber
de, sin saber de un, de una, del
Sprachgitter  
del, de la, de una, de un
holocausto, por ejemplo, bonita con su diptongo.)

(Donde imponen actos, no entienden chistes
 ni al que los hace: llamar inconsciente 
a lo que bulle.)

Sin los anteojos, recuerdo
el silbido de su partida desde dentro de mi cabeza…
así, perpleja hoy, como quien pensó y halló y olvidó
Bostecé del esfuerzo.  Me tapé 
la boca que se abría
más grande que una jaula.
(Señor, señora, sheine frau,
fra fre fri fro.) Soñé  
niñas enjauladas
vestidas a cuadro vestidas a rejas y los
vestidos fru fru mientras afuera fru fru
adulan: barrio del bocado, del barro, del maten,
como si (como si)
decir muchas veces 
sin palabra, escurriera 
lo sentido. 

Eso le dije: no tiene sentido que no 
supieras
ni entonces.
Nadie (nadie) 
escuchó ni vio
en Viena, decía Augusto 
y yo le creí.
Le creí que había olvidado del mismo modo
que vos, que yo
y seguí caminando
-con Augusto-
hasta la casa de Freud.

Sus hermanas barrerían el festejo
de los años, las veredas de Viena. Mirá
qué limpias tus suelas, tus zapatos.
¿De ellas te acordás?
 
(Boca sucia, manos sucias, se agregó 
solo el lugar común. Se soltó la risa 
entre arañas iluminadas.)
(Parpadeo entre las manos sucias.)

 Cierran, abren. Cierran, abren
 ojos. Tanteo. 

Stefan me dice: ahora vas a ver.
Y deja los anteojos 
y deja los tilos
sobre el mármol tibio. Latente.

[Inédito]

Susana Szwarc (Quitilipi, Argentina, 1954)


lunes, octubre 12, 2020

Osvaldo Ballina / De "La soledad prescindente"

 









la sombra

un desierto en reversa
fue el aluvión de luz
que cayó sobre los hombres
discutiendo en la plaza
destinos a ellos ajenos
la sombra era solo interior
los cuerpos no se proyectaban al externo
para desconcierto general
los discutidores devinieron metáforas
sin repliegues de liberación
se multiplicaron las apariencias
el mundo se fundía entre ellos
con luz convulsa
y árboles de delirio 
la existencia de lo exterior
fue solo un deseo altivo
vago zumbido algo confuso
que estaba fuera de lugar


un objeto infinito

inmovilidad de la observación
quedarse en silencio lo más posible
como una posibilidad de vértigo
sin códigos
factible forma de conocimiento
en cada objeto hay un infinito
pero no hay lenguaje
limpio de aproximación
gitanería de sabihondo
la idea
de que no hay lenguaje
solo imagen
una vuelta a la desnudez
a la desaprensión
a la brujería reseca

Osvaldo Ballina (La Plata, Argentina, 1942) 

La soledad prescindente
Servicop, La Plata, 2020










 
Foto: El Día

domingo, octubre 11, 2020

Ezra Pound / De "Cathay"


















Lamento del guardia fronterizo (1)

Por la Puerta del Norte sopla el viento lleno de arena,
¡Solitario desde el principio de los tiempos hasta ahora!
Las hojas caen de los árboles (2), el pasto se vuelve amarillo en otoño.
Escalo torres y torres
          para vigilar las tierras bárbaras:
Desolado castillo, el cielo, el vasto desierto.
No queda un muro que proteja a este pueblo (3).
Huesos blanqueados por miles de heladas,
Altos montículos, cubiertos de árboles y pasto;
¿Quién causó todo esto?
¿Quién ha traído la ardiente ira imperial?
¿Quién ha traído al ejército con tambores y timbales?
Reyes bárbaros.
Una agradable primavera (4), convertida en un hambriento otoño de sangre,
Un tumulto de guerreros, trescientos sesenta mil,
Esparcido por el Reino Central (5),
Y tristeza, tristeza como la lluvia.
Dolor a la ida, y dolor, dolor al regreso.
Desolados, desolados campos,
Y no hay hijos de la guerra en ellos,
          Ya no hay más hombres para atacar ni defender.
Ah, cómo vas a conocer la tristeza sombría en la Puerta del Norte,
Con el nombre de Rihoku (6) olvidado,
Y nosotros, los guardias, alimento para los tigres (7).

Rihaku

Notas del Traductor
1 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “Li Bai (701-762)” (EZRA POUND, Cathay, The
Centennial Edition. Edited with an introduction and Transcripts of Fenollosa’s notes by Zhoaming
Qian, A New Directions Book, 2015, p. 94).
2 “the trees (let) fall the leaves” (K. K. RUTHVEN, A Guide to Ezra Pound’s Personae, University of
California Press, California, 1969, p. 160).
3 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “The frontier villages have not even walls left”
(EZRA POUND, op. cit., p. 91).
4 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “The balmy spring...” (EZRA POUND, op. cit.,
p. 92).
5 El término chino para China es zhongguo. El mismo puede ser traducido como el Reino
Central o el Reino del Medio. Esta noción fue articulada por primera vez durante la dinastía
Zhou en el primer milenio antes de Cristo. El Reino del Medio era considerado como el centro
geográfico del mundo y el centro del poder mundial. Un lugar intermedio entre los cielos y las
demás civilizaciones inferiores.
6 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “Rihoku (Li Mu) es el nombre de un general
que fue enviado en siglos antiguos a pelear contra los bárbaros” (EZRA POUND, op. cit., p. 93).
7 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “food for wolves and tigers (i.e. barbarians)”
(EZRA POUND, op. cit., p. 94).



Sureños en el país helado (1)

El caballo de Dai relincha contra el viento sombrío de Etsu,
Los pájaros de Etsu no sienten amor por En, en el norte,
La emoción nace del hábito.
Ayer salimos por la puerta del Ganso Salvaje,
Hoy desde la Pluma del Dragón*.
Sorprendidos. Agitación del desierto. Sol del mar.
La nieve voladora desconcierta el cielo bárbaro.
Los piojos pululan como hormigas sobre nuestras armas.
La mente y el espíritu se dirigen en pos de plumosos estandartes (2).
La dura batalla no recibe recompensa.
La lealtad es difícil de explicar.
¿Quién sentirá pena por el General Rishogu (3),
                    de movimiento rápido,
Cuya canosa cabeza se perdió por esta provincia (4)?

            * Es decir, hemos estado en guerra desde un extremo al otro del imperio,
              ahora al este, ahora al oeste, en cada frontera. (Nota Ezra Pound)


Notas del Traductor
1 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “Li Bai (701-762)” (EZRA POUND, Cathay, The
Centennial Edition. Edited with an introduction and Transcripts of Fenollosa´s notes by Zhoaming
Qian, A New Directions Book, 2015, p. 119).
2 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “Because our mind and spirit must drive upon
(keep close attention to) the motion of the banners” (EZRA POUND, op. cit., p. 118).
3 Para la Dinastía Kan Ri Shogun (Li Guang) fue un famoso general que luchó más de 74
batallas contra los bárbaros del norte (EZRA POUND, op. cit., p. 119).
4 En “Transcripts of Fenollosa’s Notes” leemos: “Whose white head was lost (died) in the three
frontiers” (EZRA POUND, op. cit., p. 118).


Ezra Pound (Hailey, EE UU, 1885-Venecia, Italia, 1972)
Versiones de Juan Arabia

Cathay
[1915],
Buenos Aires Poetry,
Buenos Aires, 2020












LAMENT OF THE FRONTIER GUARD

By the North Gate, the wind blows full of sand,
Lonely from the beginning of time until now!
Trees fall, the grass goes yellow with autumn.
I climb the towers and towers
          to watch out the barbarous land:
Desolate castle, the sky, the wide desert.
There is no wall left to this village.
Bones white with a thousand frosts,
High heaps, covered with trees and grass;
Who brought this to pass?
Who has brought the flaming imperial anger?
Who has brought the army with drums and with kettle-drums?
Barbarous kings.
A gracious spring, turned to blood-ravenous autumn,
A turmoil of wars-men, spread over the middle kingdom,
Three hundred and sixty thousand,
And sorrow, sorrow like rain.
Sorrow to go, and sorrow, sorrow returning,
Desolate, desolate fields,
And no children of warfare upon them,
          No longer the men for offence and defence.
Ah, how shall you know the dreary sorrow at the North Gate,
With Rihoku’s name forgotten,
And we guardsmen fed to the tigers.

Rihaku

古風.胡關饒風沙
胡關饒風沙,蕭索竟終古。
木落秋草黃,登高望戎虜。
荒城空大漠,邊邑無遺堵。
白骨橫千霜,嵯峨蔽榛莽。
借問誰凌虐,天驕毒威武。
赫怒我聖皇,勞師事鼙鼓。
陽和變殺氣,發卒騷中土。
三十六萬人,哀哀淚如雨。
且悲就行役,安得營農圃。
不見征戍兒,豈知關山苦。
爭鋒徒死節,秉鉞皆庸豎。
戰士死蒿萊,將軍獲圭組.
李牧今不在,邊人飼豺虎。


SOUTH-FOLK IN COLD COUNTRY

The Dai horse neighs against the bleak wind of Etsu,
The birds of Etsu have no love for En, in the north,
Emotion is born out of habit.
Yesterday we went out of the Wild-Goose gate,
To-day from the Dragon-Pen.*
Surprised. Desert turmoil. Sea sun.
Flying snow bewilders the barbarian heaven.
Lice swarm like ants over our accoutrements.
Mind and spirit drive on the feathery banners.
Hard fight gets no reward.
Loyalty is hard to explain.
Who will be sorry for General Rishogu,
                    the swift moving,
Whose white head is lost for this province?

              * I.e., we have been warring from one end of the empire to the other, now
                east, now west, on each border.


古风.代马不思越
代马不思越,越禽不恋燕。
情性有所习,土风固其然。
昔别雁门关,今戍龙庭前。
惊沙乱海日,飞雪迷胡天。
虮虱生虎鹖,心魂逐旌毡。
苦战功不赏,忠诚难可宣。
谁怜李飞将,白首没三边。