domingo, abril 30, 2023

Cesare Pavese / De "Poemas inéditos", 2




Pensamientos de Dina

En el agua que corre limpia y fresca de sol, 
es un placer tirarse; a esta hora no viene nadie.
Dan escalofríos las cortezas de los álamos si tocan el cuerpo,
más que al agua ruidosa de una zambullida. Bajo el agua 
      está oscuro
todavía, y te da un hielo que mata, pero basta saltar al sol
y una empieza a ver las cosas con ojos limpios.

Es un placer tenderse desnuda sobre la hierba caliente
y buscar con los ojos entrecerrados las grandes colinas
que sobresalen sobre los álamos y me ven desnuda
y nadie desde allá se da cuenta. Aquel viejo en calzoncillos
y con sombrero que iba a pescar me vio zambullirme,
pero creyó que era un chico y ni siquiera me habló. 

Esta tarde volveré a ser una mujer con vestido rojo
-no saben que estoy aquí tendida, desnuda, esos hombres
que me sonríen por la calle-; vuelvo vestida
a provocar esas sonrisas; no saben esos hombres
que tendré las caderas más fuertes bajo el vestido rojo
y que seré otra mujer. Nadie me ve aquí abajo,
y pasando las plantas están los areneros, más fornidos
que aquellos que me sonríen: nadie me ve.
Son bobos los hombres -esta noche, bailando con todos,
estaré como desnuda, como ahora, y nadie sabrá
que podría encontrarme aquí sola-. Seré como ellos.
Solo los bobos querrán apretarme bien fuerte
y susurrarme propuestas de zorros. ¿Pero qué me importan
sus caricias? Sé hacerme caricias yo sola. 
Esta noche deberíamos poder desnudarnos y mirarnos
sin hacer sonrisas de zorro. Yo sonrío sola
cuando me tiendo aquí en el pasto y nadie lo sabe.

Cesare Pavese (Santo Stefano Belbo, Italia, 1908 - Turín, Italia, 1950), Poemas inéditos*,
Barnacle, Buenos Aires, 2023
Versión de Jorge Aulicino

* Reúne los poemas inéditos que Italo Calvino compiló y publicó doce años después de la muerte de Pavese. La mayor parte de ellos están dentro del clima, el paisaje y los motivos de Trabajar cansa. Calvino los intercaló con los de este libro, el único de poesía que Pavese publicó en vida (Nota del Ad.).



Pensieri di Dina

Dentro l’acqua che scorre ormai limpida e fresca di sole,
è un piacere gettarsi: a quest’ora non viene nessuno.
Fanno rabbrividire, le scorze dei pioppi, a toccarle col corpo,
più che l’acqua scrosciante di un tuffo. Sott’acqua 
 è ancor buio
e fa un gelo che accoppa, ma basta saltare nel sole
e si torna a guardare le cose con occhi lavati.

È un piacere distendersi nuda sull’erba già calda
e cercare con gli occhi socchiusi le grandi colline
che sormontano i pioppi e mi vedono nuda
e nessuno di là se ne accorge. Quel vecchio in mutande
e cappello, che andava a pescare, mi ha vista tuffarmi,
ma ha creduto che fossi un ragazzo e nemmeno ha parlato.

Questa sera ritorno una donna nell’abito rosso
—non lo sanno che sono ora stesa qui nuda quegli uomini
che mi fanno i sorrisi per strada— ritorno vestita
a pigliare i sorrisi. Non sanno quegli uomini
che stasera avrò fi anchi più forti, nell’abito rosso,
e sarò un’altra donna. Nessuno mi vede quaggiù:
e di là dalle piante ci son sabbiatori piú forti
di quegli altri che fanno i sorrisi: nessuno mi vede.
Sono sciocchi gli uomini —stasera ballando con tutti
io sarò come nuda, come ora, e nessuno saprà
che poteva trovarmi qui sola. Sarò come loro.
Solamente, gli sciocchi, vorranno abbracciarmi ben stretta,
bisbigliarmi proposte da furbi. Ma cosa m’ímporta
delle loro carezze? So farmi carezze da me.
Questa sera dovremmo poter stare nudi e vederci
senza fare sorrisi da furbi. lo sola sorrido
a distendermi qui dentro l’erba e nessuno lo sa.

sábado, abril 29, 2023

John Keats / A una dama vista por un momento en Vauxhall




El mar del tiempo ha estado cinco años en marea baja,
horas largas han permitido a la arena deslizarse
desde que me enredé en la telaraña de tu belleza,
capturado por tu mano desnuda de su guante.

Y sin embargo, nunca miro el cielo a medianoche
sin contemplar tus ojos a la luz de la memoria:
nunca puedo mirar los tintes de la rosa
sin que mi alma vuele a tu mejilla.

No puedo mirar ninguna flor naciente
sin que mi oído amante, imaginando tus labios
y atento a una palabra de amor, devore
su dulzura en otro sentido: tú eclipsas

todo deleite con un recuerdo dulce
y traes penas a mis preciados gozos.

John Keats (Londres, 1795-Roma, 1821), La poesía de la tierra, selección y traducción de Ana Bravo y Javier Adúriz, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2003

Nota del Ad.: Este soneto fue publicado por primera vez en Hood's Magazine en 1844 bajo el título "Soneto del difunto John Keats". Así consta en Obras poéticas de John Keats, ed. H. Buxton Forman, Crowell, 1895 - Vía All Poetry


Imagen: John Keats, grabado de Charles Wentworth (1841), sobre un retrato de William Hilton National Portrait Gallery (Londres)


To a lady seen for a few moments at Vauxhall

Time's sea hath been five years at its slow ebb,
Long hours have to and fro let creep the sand,
Since I was tangled in thy beauty's web,
And snared by the ungloving of thine hand.

And yet I never look on midnight sky,
But I behold thine eyes' well memory'd light;
I cannot look upon the rose's dye,
But to thy cheek my soul doth take its flight.

I cannot look on any budding flower,
But my fond ear, in fancy at thy lips
And hearkening for a love-sound, doth devour
Its sweets in the wrong sense: - Thou dost eclipse

Every delight with sweet remembering,
And grief unto my darling joys dost bring.

viernes, abril 28, 2023

Moon In-soo / Dos poemas



 
Una morada

El viento ha amainado Ah, por fin,
el aire es lo único en lo que uno puede apoyarse.


Octubre 

El lugar donde recogí la calabaza,
la calabaza se había asentado, presionando la tierra.
El centro del otoño 
cedió.
Durante un tiempo sufriré de esta manera.

Moon In-soo (Seongju, Corea del Sur, 1945 - 2021), Azalea. Journal of Korean Literature & Culture, vol. 6, University of Hawai Press, 2013
Versiones del coreano al inglés: Chae Pyong-song y Anne Rashid
Versiones del inglés al castellano: Jonio González


Foto: Aju News


A DWELLING

The wind has died down.  Ah, at last,
the empty air is the only thing one can lean on.

OCTOBER

The spot I picked up the pumpkin,
the pumpkin had sat, pressing down the ground.
The center of autumn
caved in.
For awhile, I will suffer this way.

jueves, abril 27, 2023

Federico Lardies / Casa vieja



Del silencio de la tarde se desprende
el canto de las cigarras
se propaga por el aire
como una onda expansiva
y de nuevo
se apaga.

Hay cosas que se resquebrajan con el sol
como las sillas que se olvidaron
de guardar hace cien veranos
pero las vides y los duraznos
lo necesitan
apenas una nube podría arruinar la temporada.

El verano que murió mi tía
se pudrió la pileta
abandonada desde el enero anterior
como un emblema que coronara
la decadencia de la casa de Bowen
un cúmulo de ruinas
desde la muerte de los abuelos.

Ahora mamá sacrifica
manos y espalda cultivando
flores en el jardín
plantando limones duraznos ciruelos
haciendo crecer el pasto
del pedregal y el yuyerío
ya tiró tanta basura
que podría clasificarla
según eras geológicas.

Mamá otra vez levanta una casa vieja
cargada de todo lo que quería
dejar atrás
con el celo y el amor
con el que nos cosía las medias
y nos cuidaba en la fiebre
o con la desesperación
que producen las parras secas
los mosquiteros rasgados
y las paredes agrietadas
por la humedad y el abandono.
 
Federico Lardies (Buenos Aires, 1993), "Un cierto bienestar que viene de las ruinas", Periódico de Poesía, edición digital, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 10 de abril de 2023


miércoles, abril 26, 2023

Jonio González / Si se arroja la moneda



recuerda la vez que fuiste un ave
a fuerza de mentir
(de soñar también
o eso quisiste creer)
lo conseguiste
a poca altura
es cierto
pero te miraban con asombro
te señalaban incluso
se detenían
y te señalaban:
un pie sobre la cuerda floja
y allí abajo la pasión
la zarpa y el colmillo

Historia del visitante, 2019

Jonio González (Buenos Aires, 1954), Siete poetas en Danza, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2023


martes, abril 25, 2023

Maya Angelou / Preguntarse



Un día
borracho con el néctar del 
presente
se abre paso entre
los años
para encontrarse a sí mismo en el albergue
de la noche
dormir y no ser visto
nunca más.

Estaré yo menos
muerta por haber escrito este
poema o tú más por
leerlo
muchos años después.

Maya Angelou (Saint Louis, Estados Unidos, 1928-Winston Salem, Estados Unidos, 2014), "Oh Pray My Wings Are Gonna Fit Me Well", The Complete Collected Poems, Random House, Nueva York, 1994
Versión de Jonio González



WONDER

A day
drunk with the nectar of
nowness
weaves its way between
the years
to find itself at the flophouse
of night
to sleep and be seen
no more.

Will I be less
dead because I wrote this
poem or you more because
you read it
long years hence.

lunes, abril 24, 2023

Claudina Domingo / De "Material hospitalario"




ÉSTA ES LA LUZ BLANCA de los pasillos. no tiene el resplandor del cielo ni la tersura de pelajes o flores. pero su lenguaje conoce los términos exactos para entrar en toma y daca con la carne. sabe que no debe parpadear a ninguna hora del día porque la muerte es un tejido que asedia todos los minutos. “no debes moverte o te deja secuelas la raquea”, te dicen los ojos como aguamarinas que te miran con firmeza. piensas que tras el vidrio la luz blanca ha fijado también los ojos en ti y ahora es una luna que orbita en torno al calor rojo de tu cuerpo. “flojita y cooperando”, te dices y te entregas a la retina de luz fría.
  
 
ALGO COMO AGUDEZA. algo parecido a los oídos del lebrel. a los ojos de los gatos. sólo un instante. aquél en que observé ¿oí? a la cirujana que hablaba recargada en una pared. mi amiga estaba de espaldas. y la cirujana, morena, cabello negro, ojos tímidos y maquillados, me miraba. hizo ese gesto tan mexicano del albañil que no sabe si terminará la barda hoy, del abarrotero que “ahora te la debe”. la vida es un acantilado del que cuelgan unas raíces. de ahí te sostienes con eso que es la mente, te dices. si puedo pensar todavía, te repites, es que no soy una barda tan frágil.

Material hospitalario, 2022

Claudina Domingo (Ciudad de México, 1982), "Los términos exactos", Periódico de Poesía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 7 de abril de 2023


domingo, abril 23, 2023

Rafael Alberti / La paloma



Se equivocó la paloma
se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana,
se equivocaba.

Que las estrellas rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.
Tú en la cumbre de una rama.)

Rafael Alberti (El Puerto de Santa María, España, 1902-1999), Entre el clavel y la espada, Editorial Losada, Buenos Aires, 1941


Foto: RTVE

sábado, abril 22, 2023

Wolf Biermann / La canción de Hölderlin



En este país vivimos
como forasteros en su propia casa.
El propio idioma, como
nos asalta, no lo entendemos
ni entienden lo que decimos
quienes hablan nuestro idioma.
En este país vivimos como forasteros.

En este país vivimos
como forasteros en su propia casa.
Por las ventanas cerradas con clavos nada penetra
ni el gusto de estar dentro cuando llueve fuera
ni la exagerada información del viento
sobre el temporal.
En este país vivimos como forasteros.

En este país vivimos
como forasteros en su propia casa
he aquí apagadas las estufas de la revolución
ceniza de fuegos anteriores cubre nuestros labios
fríos, cada vez más helados hielos se hunden en nosotros.
Se nos ha venido encima una paz así.
Una paz así.

Una paz así.

Wolf Biermann (Hamburgo, Alemania, 1936), El sueño tiene su pared. Der Traum hat seine Wand. Nueva lírica alemana, El Tucán de Virginia, Ciudad de México, 1990
Traducción de Elisabeth Siefer
Envío de Jonio González




DAS HÖLDERLIN-LIED 

In diesem Lande leben wir
Wie Fremdlinge im eigenen Haus
Die eigene Sprache, wie sie uns
Entgegenschlägt, verstehen wir nicht
Noch verstehen, was wir sagen
Die uns're Sprache sprechen
In diesem Lande leben wir wie Fremdlinge
In diesem Lande leben wir
Wie Fremdlinge im eigenen Haus

Durch die zugenagelten Fenster dringt nichts
Nicht wie gut das ist, wenn draußen regnet
Noch des Windes übertriebene Nachricht
Vom Sturm
In diesem Lande leben wir wie Fremdlinge

In diesem Lande leben wir
Wie Fremdlinge im eigenen Haus
Ausgebrannt sind die Öfen der Revolution
Früherer Feuer Asche liegt uns auf den Lippen
Kälter, immer kältere Kälten sinken in uns
Über uns ist hereingebrochen solcher Friede
Solcher Friede

Solcher Friede

viernes, abril 21, 2023

Constantino Cavafis / La prórroga de Nerón




Nerón no se inmutó al escuchar 
el vaticinio del Oráculo Délfico:
"Cuídate de la edad de setenta y tres".
Hay mucho tiempo para divertirse: 
apenas tiene treinta. La prórroga
que el dios le he concedido
es más que suficiente 
para enfrentarse a los futuros peligros. 

Ahora, un poco fatigado, volverá a Roma 
maravillosamente fatigado 
tras un viaje 
que consagró al placer: 
fiestas en el jardín, teatros, estadios...
Noches en las ciudades de Acaya...
Sobre todo el deleite de los cuerpos desnudos...

Así piensa Nerón. Pero, en la Hispania, Galba 
en secreto reúne y ejercita sus tropas. 
El viejo Galba,
que ya hace tres cumplió
los setenta años.

Constantino Cavafis (Alejandría, Egipto, 1863-1933), Una noche. Aproximación de José Emilio Pacheco, prólogo de Minerva Margarita Villarreal, El Oro de los Tigres III, Universidad Autónoma de Nuevo León, México, 2011


Foto: Constantino Cavafis, Alejandría Fettel & Bernard/Onassis Cavafi Archive

jueves, abril 20, 2023

Osvaldo Ballina / De "La común brevedad"




Un viviente
no siempre es un hablante
el demiurgo arma la trama
brota lo olvidado 
un ojo cuelga del vacío
su propio campo visual



Las palabras abusadas
huesos flacos
entre hojas podridas

*

No es un cuento negro
ni simbólica la unión
sumergimos
la cabeza en el agua
sin respirar
algunos dejan 
lo sido
ojos ven el fondo
que salva
y eleva

*

Retumba amarillo el verano
en los limones
cavidad del agua marina
fugaz contento del extraviado
apenas azar
en tierra desheredada

*

Otoño de corazón impreciso
la angustia demasiado cerca
decisión prudente
recordar las violetas
sobre tu cuerpo en la colina
por un servidor de la memoria
perdido en la áspera trivialidad
pero no degradado
y sin sustituto alguno 
subiendo 
a tu jardín inalcanzable
keats

Osvaldo Ballina (La Plata, Argentina, 1942)

La común brevedad
,
Edición Limitada,
La Plata, 2023











miércoles, abril 19, 2023

Rainer Maria Rilke / De "Sonetos a Orfeo", 2




Manzana plena, plátano, grosella
y pera… Cada una habla la muerte
y la vida en la boca. Se presiente
en el rostro de un niño, cuando las saborea.

Esto viene de lejos. ¿No se hizo
inefable en la boca lentamente?
La que fuera palabras y ahora hallazgos
libera, pulpa y zumo sorprendido.

Atrévete a decir lo que llamas manzana.
Este dulzor primero que se adensa
para hacerse, una vez incorporado

al sabor, claro, vivo y transparente,
solar, ambiguo, a tierra y a presente:
¡oh experiencia, sentidos, dicha inmensa!

*

Nuestras hermanas –fruta, hoja de vid y flor–
no hablan sólo la lengua consabida del año.
Se alza de las tinieblas un pregón de color
¿y no va ella envuelta, cual barniz, la mirada

celosa de los muertos, los que nutren la tierra?
¿Conocemos su parte en todo esto?
Hace siglos que mezclan –es su modo– y que sellan
la arcilla nuestra con su libre médula.

Ahora preguntémonos: ¿lo hacen con agrado?
¿Pulsa este fruto prieto, obra de hoscos esclavos,
arriba hacia nosotros, legítimos señores?

¿O ellos son los señores que duermen en raíces
y que con su excedente nos obsequian
este híbrido de muda robustez y de besos?

*

¿Qué jardines felices, bien regados sus árboles,
qué cálices de flores de tierno deshojarse
maduran las extrañas, las exquisitas frutas
del consuelo, las pródigas, halladas en el pasto 

de tu propia indigencia? Año tras año,
te admira su sazón, la piel suave, su justa
medida, que por ti ha esquivado a las aves
volubles o, en el fondo, al celoso gusano. 

¿Entonces es que hay árboles rondados por los ángeles,
cultivo de morosos y extraños jardineros?
¿Entonces nos dan fruto y no nos pertenecen? 

Nuestro obrar prematuro y al poco nuevamente
marchito, nuestro ser, que es un bosquejo,
¿perturbó alguna vez sus intactos veranos?

Rainer Maria Rilke, (Praga, Imperio Austro-Húngaro, 1875 - Val-Mont, Suiza, 1926)
Traducción de Juan Andrés García Román

Sonetos a Orfeo
Editorial Pre-Textos, 
Valencia, 2022











---
Foto: Rainer Maria Rilke c.1913 Ullstein Bild/Getty Images

martes, abril 18, 2023

Juan Sánchez Peláez / Mi animal de costumbre



Mi animal de costumbre me observa y me vigila.
Mueve su larga cola. Viene hasta mí
A una hora imprecisa.

Me devora todos los días, a cada segundo.

Cuando voy a la oficina, me pregunta:
"¿Por qué trabajas
Justamente
Aquí?"

Y yo le respondo, muy bajo, casi al oído:
Por nada, por nada.
Y como soy supersticioso, toco madera
De repente,
Para que desaparezca.

Estoy ilógicamente desamparado:
De las rodillas para arriba
A lo largo de esta primavera que se inicia
Mi animal de costumbre me roba el sol
Y la claridad fugaz de los transeúntes.

Yo nunca he sido fiel a la luna ni a la lluvia ni a los
guijarros de la playa.

Mi animal de costumbre me toma por las muñecas, me
seca las lágrimas.

A una hora imprecisa
Baja del cielo.
A una hora imprecisa
Sorbe el humo de mi pobre sopa.
A una hora imprecisa
En que expío mi sed
Pasa con jarras de vino.

A una hora imprecisa
Me matará, recogerá mis huesos
Y ya mis huesos metidos en un gran saco, hará de mí
Un pequeño barco,
Una diminuta burbuja sobre la playa.

Entonces sí
Seré fiel
A la luna
La lluvia
El sol
Y los guijarros de la playa.

Entonces,
Persistirá un extraño rumor
En torno al árbol y la víctima;

Persistirá...
Barriendo para siempre
Las rosas,
Las hojas dúctiles
Y el viento.

Juan Sánchez Peláez (Altagracia de Orituco, Venezuela, 1922 - Caracas, 2003) "Animal de costumbre" (1959), Obra poética, Lumen, Barcelona, 2005
Envío de Jonio González


Foto: Juan Sánchez Peláez (en el primer plano), con la escritora y periodista venezolana Carol Prunhuber y otro amigo. Ocumare del Tuy, Venezuela, 1979 Vasco Szinetar/Carol Prunhuber

lunes, abril 17, 2023

Diego Muzzio / Ciertas observaciones en un jardín



He olvidado lo que alguna vez supe sobre los árboles
pero podría pasar mi vida pintándolos, aunque
mis manos torpes apenas sirven para trazar
una y otra vez las negras líneas de ciertas palabras
o para recoletar cerezas dispersas sobre una tierra
al otro lado del océano. Adramandoni, ese es el nombre
que los ángeles confiaron a Swedenborg en sueños:
Jardín del Edén. Puedo imaginar el árbol,
el hombre y la mujer y también a la serpiente
pero no a Dios. ¿Sería sólo una voz? ¿Un elefante?
¿O aparecería de pronto entre las ramas
como el gato de Chesire, para desaparecer luego
dejando entre las hojas una fantasmal
hilera de dientes, algunas palabras misteriosas?
Un perro no está loco. Regreso a las cerezas.
Los árboles navegan en la luz, pero al declinar la tarde
yacen de nuevo inmóviles como trampolines verticales.
No hay niños riendo bajo las hojas. 
O sólo hay uno: él carga su jardín portátil en la memoria
y, atravesando años de olvido, aparece bajo un limonero
para recordarme la importancia de cualquier jardín.

Diego Muzzio (Buenos Aires, 1969), Los lugares donde dormimos, Editorial Llantén, Buenos Aires, 2020


domingo, abril 16, 2023

Julio Herrera y Reissig / La gota amarga




Soñaban con la Escocia de tus ojos
verdes, los grandes lagos amarillos;
y engarzó un nimbo de esplendores rojos
la sangre de la tarde en tus anillos.

En la bíblica paz de los rastrojos
gorjearon los ingenuos caramillos,
un cántico de arpegios tan sencillos
que hablaban de romeros y de hinojos.

¡Y dimos en sufrir! Ante aquel canto
crepuscular, escintiló tu llanto...
Viendo nacer una ilusión remota,

callaron nuestras almas hasta el fondo...
y como un cáliz angustioso y hondo
mi boca recogió la última gota.

Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), "Los parques abandonados" (1902-1908), Poesía completa y prosa selecta, prólogo de Idea Vilariño; edición, notas y cronología de Alicia Migdal; Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1978


Foto: Julio Herrera y Reissig, 1903 Biblioteca Nacional de Uruguay/Cervantes Virtual

sábado, abril 15, 2023

António Ramos Rosa / El tiempo concreto




El tiempo duro
con estas uñas de piedra
este hálito pobre
de órganos hambrientos
estas cuatro paredes de alcohol y ceniza
este río negro corriendo en las noches como una cloaca

El tiempo magro
en que mis manos divididas
nítidamente separadas y caídas
a lo largo de un cuerpo de cansancio
piden el precipicio la hecatombe clara
el acontecimiento decisivo

El tiempo fecundo
de sueños envueltos, repetidos como un hálito de fiebres
repetidas en la misma almohada de las noches y de los días,
de las calles agrestes y pequeñas del dolor
familiar y preciso como una limosna segura

El tiempo oscuro
de la peste consentida del vicio proclamado
de la sed manoseada por los amigos
del hambre concreta de un sueño prohibido
y del sabor amargo de un remordimiento invisible

El tiempo ausente
de los ojos de un deseo de ciudades claras
en que saludamos perdidos las soluciones erguidas
con voces bien distintas de cadáveres opresores
con gritos sofocados de supuestos problemas

El tiempo presente
de circunstancias feroces que levantan muros reales
de fantasmas de carne que nos apretan las manos
de anécdotas contadas en otro mundo de cafés
y de vidas de otros siempre fracasadas

El tiempo de los sueños
sin coraje para poder vivirlos
con murallas de muertos que no se quieren morir
con razones de más para poder vivir
con una fuerza tan grande que tenemos que ahogarla
en el fragor de los versos disfrazados

El tiempo implacable
en el que juramos de pie vivir hasta el final
más grandes que nosotros ser todo el grito desnudo
pureza conquistada en el seno de la vida impura
un rayo de sol de sangre en la cara devastada

El tiempo de las palabras
en una circulación sombría como un pozo
de ecos incontrolados
de timbres inesperados
como monedas de sangre acuñadas en una noche
demasiado corta y con luna de más

El tiempo impersonal
en que fingimos tener un destino cualquiera
para que nos conozcan los amigos forzados
para nosotros mismos nos sintamos humanos
y esta carga de tinieblas este dolor sin límites
la podamos llevar en una valija portátil

El tiempo del silencio
en que la risa postiza de los clientes de la vida
finge ignorarlo mientras solucionamos
de rabia de razón reprimida revuelta
y los señores del sentido común pasean divertidos

El tiempo de la razón
(y no de la fantasía)
en que los versos son soldados comprimidos
que guardan las armas dentro del corazón
que rasgan sus muñecas para hacer de la sangre
la tinta de escribir de una nueva canción

António Ramos Rosa (Faro, Portugal, 1924 – Lisboa, 2013), Periódico de Poesía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 27 de marzo de 2023
Traducción de Fermín Vilela


Foto: António Ramos Rosa, 2004 David Clifford/Público


O tempo concreto

O tempo duro
com estas unhas de pedra
este hálito pobre
de órgãos esfomeados
estas quatro paredes de cinza e álcool
este rio negro correndo nas noites como um esgoto

O tempo magro
em que minhas mãos divididas
nitidamente separadas e caídas
ao longo dum corpo de cansaço
pedem o precipício a hecatombe clara
o acontecimento decisivo

O tempo fecundo
dos sonhos embrulhados repetidos como um hálito de febres
repassadas no travesseiro igual das noites e dos dias
das ruas agrestes e pequenas da mágoa
familiar e precisa como uma esmola certa

O tempo escuro
da peste consentida do vício proclamado
da sede amarfanhada pelas mãos dos amigos
da fome concreta dum sonho proibido
e do sabor amargo dum remorso invisível

O tempo ausente
dos olhos dum desejo de claras cidades
em que acenamos perdidos às soluções erguidas
com vozes bem distintas de cadáveres opressores
com gritos sufocados de problemas supostos

O tempo presente
das circunstâncias ferozes que erguem muros reais
dos fantasmas de carne que nos apertam as mãos
das anedotas contadas num outro mundo de cafés
e das vidas dos outros sempre fracassadas

O tempo dos sonhos
sem coragem para poder vivê-los
com muralhas de mortos que não querem morrer
com razões de mais para poder viver
com uma força tão grande que temos de abafar
no fragor dos versos disfarçados

O tempo implacável
em que juramos de pé viver até ao fim
maiores dos que nós ser todo o grito nu
pureza conquistada no seio da vida impura
um raio de sol de sangue na face devastada

O tempo das palavras
numa circulação sombria como um poço
de ecos incontrolados
de timbres inesperados
como moedas de sangue cunhadas numa noite
demasiado curta e com luar de mais

O tempo impessoal
em que fingimos ter um destino qualquer
para que nos conheçam os amigos forçados
para que nós próprios nos sintamos humanos
e este fardo de trevas esta dor sem limites
a possamos levar numa mala portátil

O tempo do silêncio
em que o riso postiço dos fregueses da vida
finge ignorá-lo enquanto soluçamos
de raiva de razão reprimida revolta
e os senhores de bom senso passeiam divertidos

O tempo da razão
(e não da fantasia)
em que os versos são soldados comprimidos
que guardam as armas dentro do coração
que rasgam os seus pulsos para fazer do sangue
a tinta de escrever duma nova canção

viernes, abril 14, 2023

Theodore Enslin / Notas para un comienzo frío



Si estos copos de nieve
     (alegres convenciones)
significan algo,
o aquellos gansos inverosímiles
     sobre las nubes
(allí reunidos en ritos matinales 1
     cuando volar al sur es secundario
en lo que respecta a las
estaciones, algo que ni gansos ni copos de nieve
     hacen);
         si, repito,
estas cosas tienen algún significado después de todo,
     y yo estoy aquí
para grabar o registrar lo que
     exceda su blanco y gris
movimiento: estoy vivo. Es invierno.
Y es cosa buena caminar con prisa
     un día de frío.

Theodore Enslin (Chester, Pennsylvania, Estados Unidos, 1925 - Milbridge, Maine, Estados Unidos, 2011)

1 Matin rites: hay además un sentido religioso en la expresión, el de la misa de la mañana en la iglesia anglicana (N. del T.)


"La obra propuesta (1958)", 
Fin del invierno en Maine & otros poemas
Barba de Abejas, City Bell, Argentina, 2023
Traducción de Eric Schierloh



NOTES FOR A COLD BEGINNING 
If these snowflakes/ (glad conventions)/ mean anything at all,/ or those far-fetched geese/ above the cloud/ (convened there at matin rites—/ flying south a secondary/ consideration having to do with/ seasons, as the geese and snowflakes/ do not);/ if, I repeat,/ these things have any meaning at all,/ and I am here/ to record or make what can be/ out of their white and grey/ motion: I am alive. It is winter./ And it is a good thing to walk fast/ on a cold day.

jueves, abril 13, 2023

James Laughlin / De "The Secret Room", 3




HAY HABITACIONES DE EXPERIENCIA

en las que no podemos entrar. Aunque estén
en nuestra propia casa no podemos
acceder a ellas. Puertas cerradas o
umbrales que tememos cruzar
porque no estamos seguros de lo que
contienen. No existen libros
que lo digan. La memoria no puede
informarnos. Los viejos diarios no revelan
qué hay en ellas. Quizá sea
mejor así. No fueron construidas
para que las usemos. No son nuestras.

James Laughlin (Pittsburgh, Estados Unidos, 1914 - Norfolk, Estados Unidos 1997), The Secret Room, New Directions, Nueva York, 1997
Versión de Jonio González




THERE ARE ROOMS OF EXPERIENCE

which we cannot enter. They may
be in our own house but we can't
get into them. Locked doors or
thresholds we fear to cross
because we are uncertain what
is in them. There are no books
to tell us. Memory cannot tell
us. Old diaries don't reveal
what is there. Perhaps it is
better so. They weren't built
for us to use. They're not ours.

miércoles, abril 12, 2023

Alberto Cisnero / De "Todos queremos ser hallados"



9-

datos cruciales sobre nosotros: lunares,
aeropuertos, beber y envejecer. podemos
sentirnos regocijados y saber por qué. dóciles
a la gracia. creemos en todo lo que podemos
recordar. y en el día después de mañana.
permanecemos fumando apoyados en un farol.
de la fecha o de la hora nadie sabe nada
pero entrevemos, sin espanto, ansiedad,
píldoras y un colapso nervioso. y ahora
desearía sentir tu cabeza en mi hombro.


28-

¿qué sabemos de tu corazón, todos nosotros,
borrados, tachados, desetiquetados, idiotas
sin historias, consortes amantísimos, alcohólicos
en recuperación, choferes?¿tu corazón se parece
al nuestro, bibliotecarios, ociosos primeros actores,
instructores de buceo, sociólogos, objetivos
terroristas, fotógrafos, animales con nombre
de pintor, peluches demisexuales?
¿interpretamos un papel, estuvimos ahí?

Alberto Cisnero (La Matanza, provincia de Buenos Aires, Argentina, 1975)

Todos queremos ser hallados
,
Barnacle,
Buenos Aires, 2023










martes, abril 11, 2023

Robert Minhinnick / Un día y una noche en la república cruda




          ¿No hay ningún galés esta noche?... ¿Ningún irlandés?...
          ¿Ningún pinche australiano?
               (Kelly Jones, The Stereophonics, concierto gratuito
               al aire libre, Sydney, 18 de abril de 2010.)

Y los murciélagos frugívoros
cruzan el escenario en donde está la banda,
pero Kelly Jones no pregunta si esta noche hay murciélagos frugívoros.
Kelly Jones no comprende a los murciélagos frugívoros.
Kelly Jones no ve los murciélagos frugívoros.
Kelly Jones no es D. H. Lawrence
aunque son casi del mismo porte,
enjutos como gavilanes.
Y Kelly Jones no pregunta si David Herbert Lawrence está esta noche, detrás de
los hules, en el crepúsculo índigo,
deslizándose por el escenario, o colgando de cabeza como cuelgan los murciélagos frugívoros.
Kelly no tiene ojos de lentejuela o una lengua para picotear el néctar.

Ahora el cielo se ha puesto
color de oxiacetileno. Pero Kelly Jones
no cambia de clave.

Robert Minhinnick (Neath, Gales, Reino Unido, 1952), Periódico de Poesía n° 83, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), octubre de 2015
Traducción de Pedro Serrano


Foto: British Council


A Day and Night in the Raw Republic

          Any Welsh in tonight?… Any Irish?… Any fuckin Australians?
                 (Kelly Jones, The Stereophonics, outdoor free concert,
                 Sydney, April 18, 2010.)

And the fruit bats cruise over the stage where the band sits
but Kelly Jones doesn’t ask if there are fruit bats in tonight.
Kelly Jones doesn’t understand fruit bats.
Kelly Jones doesn’t see fruit bats.
Kelly Jones is not DH Lawrence
although they are about the same size,
spare as sparrowhawks.
And Kelly Jones doesn’t ask if David Herbert Lawrence is in this evening, beneath the gum trees, in the indigo dusk,
gliding over the stage, or hanging upside down as fruit bats hang. Kelly Jones does not have sequin eyes or a nectar-nibbling tongue.

Now the sky turns the colour
of oxy acetylene. But Kelly Jones
does not change key.

lunes, abril 10, 2023

Fabio Morábito / De "A cada cual su cielo"




Poder decir
los pies hermosos de las turcas.

Decirlo con el tono
de un viajero de otros siglos.

En una cena,
en la sobremesa,
sin que venga al caso,
como una verdad por todos sabida.

Pero ¿puede decirse algo así,
en medio del mantel más blanco?
¿Puede decirse algo que no viene al caso?

Todo viene el caso si estás vivo.
Todo.

¡Cómo quisieran regresar los muertos
de su estancia,
atravesar sus siglos bajo tierra
y, respirando,
asegurarnos que las turcas tienen pies hermosos!

*

Sobre una piedra, para romperla,
dejo caer una piedra más grande
y es la grande la que se parte a la mitad,
no la pequeña. Misterio de las piedras.
Busco una piedra todavía más grande
y la pequeña otra vez se resiste
y despedaza a la mayor.
Misterio de los choques.
Busco piedras cada vez más grandes
y todas se quiebran
contra la primera piedra.
Agotado por el esfuerzo de levantar tanta piedra
me siento en una silla
con la cabeza entre las manos.
Misterio de las cabezas.

Fabio Morábito (Alejandría, Egipto, 1955),  A cada cual su cielo, Ediciones Era, México, 2022. "La vida es escarbar y a cada cual su cielo", Periódico de Poesía, UNAM, 27 de marzo de 2023

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Foto: Periódico de Poesía

domingo, abril 09, 2023

Ezequiel Naya / De "Pueblos para escapar de la Justicia"




K

Señores, sobre las paredes de ladrillo cuelgan las arpas conquistadas en las guerras. No será fácil ver la luz pero sepan que rezaremos por ustedes. Nuestro enemigo también tiene su iglesia. Es igual a esta; con arpas en las paredes y una cosa como yo que informa y propaga el mensaje con estas mismas palabras y este tono de voz. Da lo mismo de qué lado pierdan. Traigan los instrumentos con todas las cuerdas y saluden a Dios.


M

En las olas hay un asesino. 
Mandaron surfers y tipos en 
motos de agua para 
encontrarlo 
algunos dicen haberlo visto 
entre la espuma.  

No desafíes a la naturaleza, 
les dijo  

Todos llegan pálidos a la playa 
los que tienen hijos 
piden abrazarlos, 
los que no tienen familia
comen una fruta  
y vuelven al agua.


O

¿Dónde está la madera que fue mi infancia?
Y la ventana por la que miraba la pileta
con forma de pie izquierdo. ¿Habré pensado,
en la altura del árbol,
si de grande quería ser esto?
Todavía el olor de la hoja quemada
me lleva a esa quinta donde vi por primera vez
sus ojos cerrados y el fuego.
Guardo aún la locomotora plateada que arriba
tiene un hueco para esconder algo
que hasta hoy
no encuentro.

Ezequiel Naya (Buenos Aires, 1981)

Pueblos para escapar de la Justicia
,
Ediciones Liliputienses,
Cáceres, España, 2023










Foto: La Primera Piedra