domingo, julio 31, 2022

Galway Kinnell / Amanecer





En el fango que deja la marea, justo antes de la puesta de sol,
se arrastraban docenas 
de estrellas de mar. Era
como si el fango fuese un cielo
y enormes, imperfectas estrellas
lo atravesaran con la misma lentitud
con que las estrellas de verdad cruzan el firmamento.

Se detuvieron todas a la vez
y, como si sencillamente
su propensión a la gravedad
hubiese aumentado, se hundieron
en el fango, se fundieron en él
y allí se quedaron sin moverse, y en el instante
en que el reflejo rojizo del atardecer estalló a través de ellas,
se volvieron tan invisibles
como las estrellas de verdad cuando amanece.

Galway Kinnell (Providence, Estados Unidos, 1927-Sheffield, Estados Unidos, 2014), "From Mortal Acts, Mortal Words" (1980), A New Selected Poems, Houghton Mifflin, Nueva York, 2001
Versión de Jonio González


Foto: Galway Kinnell durante la 17ª Caminata Anual de Poesía de Poet's House A Través del Puente de Brooklyn, Nueva York, 11 de junio de 2012  Ilya S. Savenok/WNYC//Getty Images


DAYBREAK

On the tidal mud, just before sunset,
dozens of starfishes
were creeping. It was
as though the mud were a sky
and enormous, imperfect stars
moved across it as slowly
as the actual stars cross heaven.

All at once they stopped,
and, as if they had simply
increased their receptivity
to gravity, they sank down
into the mud, faded down
into it and lay still, and by the time
pink of sunset broke across them
they were as invisible
as the true stars at daybreak.

sábado, julio 30, 2022

Silvia Dabul / De "La función de la marea"




Viaje de invierno *

Nieve, tú que conoces mi tristeza
                              Wilhelm Müller

El hombre se asemeja a una pelota con la que juegan la casualidad y la pasión.
                                                                                                      Franz Schubert



Buenas noches

Escribo sin poder elegir el momento para mi viaje. La luna dibuja una sombra y me siento extraña esta noche. Podría empujar una nota debajo de tu puerta, pero el amor es un perro loco y no quiero molestarte. La oscuridad nubla mi camino y altera mi sueño. No hay daño, sino nieve entre las flores. ¿Por qué debería quedarme? Dios hizo los blancos campos y el vagabundeo para seguir las huellas de sus animales.

Lágrimas

La rueda del invierno gira. Guardo en un cofre todo el hielo del mundo, pero mi mano es una fuente tibia que podría derretir los polos. Te busco en los ojos de los gatos, en las patas de las palomas. Ese deseo que tantas veces me ronda aparece cada vez más a menudo. Esta mañana parece una foto congelada y he llorado sin darme cuenta. Al contacto con superficies muy frías, es propiedad del rocío brotar del aire y de nosotros.


Última esperanza

Tiemblo cada vez que puedo. A veces me quedo de pie frente a mi tumba mirando cómo las hojas se desvanecen y viajan en medio del viento. Como ellas, mi pensamiento se desprende y vuela. La esperanza me empuja hasta hacerme caer. Ojalá que alguna vez puedas conocer este jardín. Floreceré por aquí y allá después de hundirme semilla en un suelo de colores.


En el pueblo

Se demoran en el lecho los perros durmientes. Cada uno sueña su porción de felicidad. Disfruto de cierta dulzura y también me quedo un rato más sobre mi almohada. Sonidos de cadenas. Soy guardiana de lo que no poseo, podría ladrar todo el día a la gente que pasa y después desaparece. 


La señal

Una calle ante mis ojos. Y el poste que indica la dirección hacia las rocas desconsoladas. Caminante de ciudades sin rumbo y sin paz. Un deseo tonto me aleja de la gente. ¿Dónde esconderme para evitar la muchedumbre? ¿Dónde el puente que lleva al desierto? Nunca me gustó pisar escarcha. Ansío llegar, como un viajero ansía llegar en la noche oscura a un punto radiante.

Silvia Dabul (Mendoza, Argentina, 1962)

La función de la marea
,
La Gran Nilson,
Buenos Aires, 2022









* Viaje de Invierno (Winterreise), la serie de lieder de Franz Schubert sobre poemas de Wilhelm Müller, es la base de estos textos que recrean poemas de Müller y cartas de Schubert. Sus títulos son los de los lieder (N. del Ad.)


Foto: Gentileza de la autora

viernes, julio 29, 2022

James Laughlin / Qué afortunado




ser atropellado por un taxi
justo después de darle 50 liras

a un vagabundo (hace dos semanas
que llegó una carta)
abrir de golpe tus puertas para

ese pecador de Dante que
tuvo la buena suerte de caer 

muerto en el campo con los
brazos en cruz (dos semanas &
dos días & no ha llegado ninguna

carta) y esta noche 
soñará que el corazón se le detiene

(ninguna carta) porque todo
está frío y en silencio en la
casa del agua donde una vez

la mano de ella hizo que las gotas
de sangre de él saltaran como un pez

James Laughlin (Pittsburgh, Estados Unidos, 1914-Norfolk, Estados Unidos, 1997), The Collected Poems of James Laughlin, New Directions, Nueva York, 2014
Versión de Jonio González




HOW FORTUNATE

to be struck by a taxicab 
just after giving 50 lire

to a beggar (it is 2 weeks
since a letter has come) 
burst open your gates for

that sinner in Dante who 
had the good luck to fall

dead on the field with his 
arms crossed (two weeks & 
two days & no letter has

come) and tonight he will 
dream that his heart stops

(no letter) for everything i
s cold and silent in the 
house of water where once

her hand made the bits of 
his blood jump like fish

jueves, julio 28, 2022

Jacqueline Goldberg / De "Al otro lado del clima"




Climaterio

[2]

klimaktḗr
en griego escalera
barrote de escalera
punto crítico de la vida
 
de ahí climaterio
que es un poco descender de bruces
 
una mujer en el climaterio
-una mujer como yo en su climaterio-
nunca sabe
nunca sube
no se vuelve pájaro
no cría larvas
escribe
 
saber es cartografiar
estregarse
 
no me quejo
 
vivo mis mejores torpezas
mis más lúcidos heridos años
 

Angostura

al otro lado de Angostura
está Soledad

pueblo tristón
fundado en mil seiscientos y algo

mi suegro nos llevó
a tomar cerveza
a ver la piedra en medio del río
a ver su ciudad detrás del río

no fuimos a la plaza
no nos detuvimos en la iglesia

de regreso
mi esposo y su padre
recordaron tiempos aluviales
yo pensaba
en el gentilicio de por allá
-¿soledadenses?-

pensaba en lo arduo
de pertenecerle a la soledad
aceptar su credo
corroborar que nacimos
sin entender lo de antes
el agua
la soledad de todos

Jacqueline Goldberg (Maracaibo, Venezuela, 1966)

Al otro lado del clima
,
LP5 Editora,
Santiago de Chile, 2022











miércoles, julio 27, 2022

Salvador Novo / El amigo ido



Me escribe Napoleón:
"El Colegio es muy grande,
nos levantamos muy temprano,
hablamos únicamente inglés,
te mando un retrato del edificio..."

Ya no robaremos juntos dulces
de las alacenas, ni escaparemos
hacia el río para ahogarnos a medias
y pescar sandías sangrientas.

Ya voy a presentar sexto año;
después, según todas las probabilidades,
aprenderé todo lo que se deba, seré médico,
tendré ambiciones, barba, pantalón largo...
Pero si tengo un hijo
haré que nadie nunca le enseñe nada.
Quiero que sea tan perezoso y feliz
como a mí no me dejaron mis padres
ni a mis padres mis abuelos
ni a mis abuelos Dios.

Salvador Novo (Ciudad de México, 1904-1974), Antología personal, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1991
Envío de Jonio González


martes, julio 26, 2022

Azucena Salpeter /Álamo




En el comienzo uno escribe 
trabaja la madera del álamo Carolina
después tiembla
como cualquier ser humano
uno cree que escribe en papeles
y nó
son orillas nomás 
de vaya a saber qué mundo
donde hay otros que escriben
y suceden baúles fotos
ovejas en los andenes
de todos modos uno no sabe 
si hay un páramo una puerta 
en el acto de escribir 
no sabe que ya escribió al nacer
y no pudo enhebrar el sollozo ni la bienvenida
pero por sobre todo escribe
cuando no escribe 
y crecen los dientes altos
mastican la palabra. 

[inédito]

Azucena Salpeter (Formosa, Argentina, 1942), vía Facebook/Azucena Salpeter, 22 de julio de 2022


Foto: Infobae

lunes, julio 25, 2022

Francisco García Jiménez / Barrio pobre



[Tango]

En este barrio que es reliquia del pasado,
por esta calle, tan humilde tuve ayer,
detrás de aquella ventanita que han cerrado,
la clavelina perfumada de un querer...
Aquellas fiestas que en tus patios celebraban
algún suceso venturoso del lugar,
con mi guitarra entre la rueda me contaban
y en versos tiernos entonaba mi cantar...

Barrio... de mis sueños más ardientes,
pobre...cual las ropas de tus gentes.
Para mí guardabas toda la riqueza
y lloviznaba la tristeza
cuando te di mi último adiós...
¡Barrio... barrio pobre, estoy contigo!...
¡Vuelvo a cantarte, viejo amigo!
Perdoná los desencantos de mi canto,
pues desde entonces, lloré tanto,
que se ha quebrado ya mi voz...

Por esta calle iba en pálidas auroras
con paso firme a la jornada de labor;
cordial y simple era la ronda de mis horas;
amor de madre, amor de novia...¡siempre amor!
Por esta calle en una noche huraña y fría
salí del mundo bueno y puro del ayer,
doblé la esquina sin pensar lo que perdía,
me fui sin rumbo, para nunca más volver....

[1926]

Francisco García Jiménez (Buenos Aires, 1899-1983)


Foto: Francisco García Jiménez, Luis Alposta y Rosita Quiroga, 1981 Buenos Aires Historia

La Reynamora Azul / De "Un canto para el cordero que van matar"





VI

Un mapa de hojas y semillas el cerco con la brújula/ Esta acequia como vértebra enredando
la casa / no me mates amor no me tiembles /
Está agonizando esta luciérnaga /
Buscaba si el membrillo era una flor / un silbido voz del cañaveral la luz / No me aprietes no
me asfixies / Están llorando sus pumpunas / Te descascaras con la sed pequeña muerte /
de la burbuja colibrí del agua / Oigo el día dentro de la noche / Oigo la penumbra dentro de
la hoja / esta espesura cae sin nombre / No me mates amor Quiebra esta laja / Que sin
canto anda la muerte / Como pedrada en el aire


VIII

La cautiva El matadero Fierro todo habíamos leído
Todo era perfecto
Vayan sabiendo No tengo nada qué decir
Vayan subiendo   saliendo
Yo no le corté las manos a nadie No le vi la cara a Dios
Nada de eso Yo hice el amor como cualquier tipa
que se levanta a las seis va al banco cobra lo del mes y
paga Todo para que no se note que ha pecado
Y es de piscis Es de piscis no tener bronquios 
sino branquias Y morir por la boca

Siete de espadas dos de bastos oro

Yo no robé ese corazón para tirarlo a la basura
No le vis si era varón o hembra la cría Si ya es algo
Cuando te traen las cigüeñas todos mienten

Ser repollo ser semilla ser una carta de París
Siete de espadas dos de bastos oro

Nadie mató a Soledad Yo no olvido
Leer tantos Pilatos Ayudarlos a desatarlos Puercos
Yo no escribí esa servilleta Yo no fui No me metan
Yo estaba encerrado en esa vaca que parecía muerta
Nadie la vio por suerte Caer y desangrarse

Siete de bastos dos de oro ocho de espadas Escoba

Hacen daño y la denuncia es borrosa
En ese estudio la tinta juega su impacto
Cartas tienen As en la manga traidores
Yo no fui
A ver quién tira la suerte en esta lengua

Patricia Álvarez, la Reynamora Azul (Andalgalá, Catamarca, Argentina, 1961)

Un canto para el cordero que van  matar
,
El Guadal Editora,
Catamarca, 2022










domingo, julio 24, 2022

Vicente Huidobro / Otoño regular



La luna da vueltas en vano

En mi mano
Noche y día
Se han encontrado
Y el ángulo más abierto que una boca
Mis pensamientos devora

La luna molino de viento
Da vueltas da vueltas da vueltas en vano
El paisaje en la profundidad de los tiempos
Y el estanque enjaulado

Buscas en vano
Árbol de otoño
No quedan ya pájaros

                                 No quedan ya pájaros
Al mirar sobre los valles
Vemos por todas partes sonidos de campanas ajadas
El día es pleno mis manos también

Marcharon al otro extremo
Sin ruidos los pasos

ES EL OTOÑO DE LOS CAMPANARIOS

No sé ya si rubia o morena
Dejemos sitio a los marineros
Ven a mirar en mis islotes
La naturaleza muerta del claro de luna
Con su plato al borde del agua
Y la rosa deshojándose sobre el ave canora
A medianoche y cuarenta

Olvídame
                 Pequeño astro oculto
Es la hora en que aromo mi bosque
                                                    Olvídame
Piloto sin ley ni navío
En el fondo de mis ojos
Siempre cantará el poeta ahogado.

Vicente Huidobro (Santiago de Chile, 1893-Cartagena, Chile, 1948), "Otoño regular" (Automne régulier *, París, 1925), Revista Aullido, España, marzo de 2019
Versión de Manuel Puertas Fuertes

* El libro se editó en francés (N. del Ad.)


Imagen: Vicente Huidobro por Hans Arp, 1931 Revista Altazor


Automne régulier

La lune tourne en vain

Dans ma main
La nuit et le jour
Se sont rencontrés
Et l’angle ouvert mieux qu’une bouche
Avale mes pensées

La lune moulin à vent
Tourne tourne tourne en vain
Le paysage au fond des âges
Et l’étang dans sa cage

En vain tu cherches
Arbre d’automne
Il n’y a plus d’oiseaux

                                 Il n’y a plus d’oiseaux
En regardant sur les vallées
On voit partout des sons de cloches fanés
Le jour est plein mes mains aussi

A l’autre bout s’en sont allés
Les pas sans bruit.

C’EST L’AUTOMNE DES CLOCHERS

Je ne sais plus de blonde ou brune
Laissons la place aux matelots
Viens regarder dans mes îlots
La nature morte du clair de lune
Avec l’assiette au bord de l’eau
Et la rose s’effeuillant sur l’oiseau qui chante
A minuit quarante.

Oublie-moi

                 Petit astre caché

C’est l’heure où j’embaume ma forêt
                                                         Oublie-moi

Pilote sans navire et sans loi

Au fond de mes yeux
Chantera toujonrs le poète noyé.

sábado, julio 23, 2022

Edoardo Sanguinetti / Dos poemas



10.
este es el gato con botas, esta es la paz de Barcelona
entre Carlos V y Clemente VII, es la locomotora, el melocotón
en flor, el caballito de mar: pero si pasas página, Alessandro,
verás el dinero:
estos son los satélites de Júpiter, la
  autopista
del Sol, el encerado a cuadros, el primer volumen de los Poetae
Latini Aevi Carolini, son las zapatillas, las mentiras, la Escuela de Atenas, la manteca,
es una postal que me llegó hoy de Finlandia, es el músculo masetero,
es el parto: pero si pasas página, Alessandro, verás
el dinero:
   y esto es el dinero,
y estos son los generales con sus ametralladoras, y son los cementerios
con sus tumbas, y son las cajas de ahorros con sus cajas fuertes,
y son los libros de historia con sus historias:
pero si pasas la página, Alessandro, no verás nada:


12.
qué bien van de la mano, decías, ese hombre y esa mujer
que pasean juntos:
    se trata de Tenti y su esposa, te he explicado,
número de inventario 12547: (y él es un sacerdote de bajo rango):
y te lo advierto: están hechos de piedra de colores, y caminan dentro de una tumba:

Edoardo Sanguineti (Génova, Italia,1930-2010)
Traducciones de Fruela Fernández y Andres Navarro

Querido señor Myself,
selección y traducción de Fruela Fernández y Andrés Navarro
Kriller71 Ediciones, 
Barcelona, España, 2022









viernes, julio 22, 2022

Valerio Magrelli / En los baños públicos



Las escrituras en los baños públicos
me dicen el dolor 
del joven que escribe,
solo, en los baños públicos.

Solo, con la escritura 
de quien lo ha precedido,
en un coloquio mudo,
continuo, en los baños públicos.

También yo una vez escribí,
solo, en los baños públicos,
confiando mi dolor
a los peores insultos.

Aquí solamente se escribe
el odio, en los baños públicos,
pero un odio que circula como 
un cigarrillo entre compañeros.

Valerio Magrelli (Roma, 1957), Il sangue amaro, Einaudi, Turín, 2015 Vía Valerio Magrelli/Facebook
Versión de Jorge Aulicino




Nei bagni pubblici

Le scritte nei bagni pubblici
mi dicono il dolore
del giovane che scrive,
solo, nei bagni pubblici.

Solo, con la scrittura
di chi l’ha preceduto,
in un colloquio muto,
fitto, nei bagni pubblici.

Anch’io una volta ho scritto,
solo, nei bagni pubblici,
affidando il dolore
agli insulti peggiori.

Qui si scrive soltanto
di odio, nei bagni pubblici,
ma di un odio che gira
come una sigaretta fra compagni.

jueves, julio 21, 2022

Maria Barnas / De "Sí sí el big bang"



Entre dos torres

           Para Philippe Petit, Man on Wire

Hay un hombre en el cielo.
Se sostiene de un palo que se arquea.
Dudo del paso en la cuerda.
Quizá no me quede alternativa.

Desplazo su peso de una cornisa
a una raya de lápiz en el aire.
Pongo un pie y grito vida.
La distancia ya no existe.

Lo empujo hacia adelante para que no dude
y nos hago más grandes que lo que sigue cayendo.
Me envuelvo en su abrigo de muerte y practico el temblor.

Si giro a la izquierda es él.
Si giro a la derecha es él. 
El suelo estable bajo los pies.


Yo es bandera

En cuanto dejo caer el yo el aire se comprime sobre 
mí se hace gris y se deposita bajo sobre la ciudad.
La ciudad angosta sus calles y arquea sus puentes
como pies en mis zapatos. ¿Mis pies? ¿Mis zapatos?

Yo es bandera en un paisaje lunar donde alguien
clavó hilos de metal para conseguir el ondear 
infinito que quiere tener importancia monumental cuando no hay
viento. Pero las banderas son indefensas y mi cuerpo

aquí no demuestra nada. Aunque el yo escriba y se lo 
imagine. Mientras caminemos damos a cada paso
un paso en la incertidumbre y podemos equivocarnos

en el otro en las amarillas banquinas plañideras
en la tarde quieta y en naufragios ejemplares
junto al río que se enfría como casas abandonadas.

Maria Barnas (Hoorn, Países Bajos, 1973) 
Traducción de Alejandra Szir



Sí sí el big bang,
De Todos los Mares, 
Capilla del Monte,
Córdoba, Argentina, 2022










Tussen twee torens

             Voor Philippe Petit, Man on Wire

Er staat een man aan de hemel. 
Hij houdt zich vast aan een doorbuigende stok. 
Ik aarzel bij de stap op een draad.
Misschien kan ik niet anders.

Ik verplaats zijn gewicht van een dakrand 
naar een potloodstreep in lucht. 
Ik plaats een voet en roep dit leven. 
De afstand bestaat niet langer.

Ik duw hem tegen het aarzelen voort 
en maak ons groter dan het almaar vallende.
Hul me in zijn jas van dood en oefen huiveren. 

Als ik naar links zwenk is hij het. 
Als ik naar rechts zwenk is hij het. 
De grond gestaag onder de voeten.


Ik is een vlag

Zodra ik ik laat vallen trekt de lucht boven mij 
samen vergrijst en legt zich laag neer boven de stad. 
De stad vernauwt zijn straten kromt de bruggen 
als tenen in mijn schoenen. Mijn tenen? Mijn schoenen?

Ik is een vlag op een maanlandschap waar iemand 
metaalgaren in stak om het oneindige wapperen 
te bereiken dat in windstilte iets monumentaals wil 
betekenen. Maar vlaggen zijn weerloos en mijn lichaam

bewijst hier niets. Al schrijft het ik en stelt het zich 
voor. Zolang we lopen doen we met elke stap 
een stap in het ongewisse en kunnen we ons 

in de geel kermende bermen in de lome namiddag 
en in voorbeeldige wrakken langs de afkoelende 
rivier als verlaten huizen in elkaar vergissen.

miércoles, julio 20, 2022

Miguel Gaya / Revolución Libertadora



Cuando tenía nueve años
conocí Chapadmalal
Era a fines de marzo
y la tormenta terminaba con la tarde
No me dejaron sacar mi salida de baño
hecha de toalla naranja
ni acercarme al agua
El viento llenó de arena el sándwich
de dulce de batata
Resultó incomible
Mi padre con su traje blanco
en medio de los hoteles abandonados
puso los brazos en las caderas y dijo:
“Antes todo esto estaba lleno
de mujeres gordas y cáscaras de naranja
Ahora sirve para descanso de nuestros jubilados”.
Después nos subimos al gran coche negro
Y nos fuimos
Por la ventanilla vi
algunas sombras en las galerías
Doblegados fantasmas
El viento aplastaba secos pastos crecidos
y empezaban a caer las primeras
grandes gotas de un invierno lluvioso

Miguel Gaya (Ayacucho, Argentina, 1953), La vida secreta de los escarabajos de la playa, Ediciones de la Claraboya, Buenos Aires, 1982

martes, julio 19, 2022

Carlos Drummond de Andrade / Dos poemas




Sentimiento del mundo

Tengo tan sólo dos manos 
y el sentimiento del mundo. 
Pero estoy lleno de esclavos: 
mis recuerdos que escapan 
y lo que el cuerpo concilia 
en la confluencia del amor. 

Cuando me levante, el cielo 
estará muerto y saqueado, 
yo mismo estaré muerto, 
muerto mi deseo, muerto 
el pantano. 

Los camaradas no me dijeron 
que había guerra 
y era necesario 
traer fuego y alimento. 

Humildemente les pido me perdonen: 
me siento disperso. 
Anterior a las fronteras. 
Cuando los cuerpos pasen, 
yo quedaré solito 
deshilachando el recuerdo 
del campanillero, de la viuda, del microcopista 
que habitaban la barraca 
y no fueron encontrados 
al alba: 
alba más oscura que la noche.


Con las manos enlazadas

No seré el poeta de un mundo caduco. 
Tampoco cantaré el mundo futuro. 
Estoy preso a la vida y observo a mis compañeros: 
están taciturnos mas nutren grandes esperanzas. 
Junto a ellos considero la enorme realidad. 
El presente es tan grande, no nos apartemos. 
No nos apartemos mucho, vayamos con las manos 
 enlazadas. 
No seré el cantor de una mujer, de una historia; 
no hablaré de suspiros al anochecer, el paisaje visto 
 desde la ventana, 
no distribuiré enervantes o cartas de suicida. 
No huiré a las islas ni seré raptado por serafines. 
El tiempo es mi materia, el tiempo presente, los 
 hombres presentes, 
la vida presente. 

[Sentimento do mundo, 1940]

Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Brasil, 1902-Río de Janeiro, Brasil, 1987), Material de Lectura nº 45, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2009
Traducción de Maricela Terán


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Foto: Roteiros

lunes, julio 18, 2022

Paola Escobar / De "Las cosas tal y como son"



31/12

siempre tan ventosa esta vereda
dice una señora a otra
en la puerta del caserón
cuelgan luces de colores
titilan 
se aferran unas a otras
como un amuleto 
se funden 
en un abrazo eléctrico con la casa
que un poco trémula 
contiene a sus humanos
en la calle vacía
sólo quedamos
los árboles danzarines y yo
los vientos crujientes
me dicen
todo va a estar de maravillas


El secreto de los dioses

en este instante
el Sol se pone con la Tierra 
en situación de paseo
los perros mueven las colas
con la mayor importancia
y ligereza
arrastran a sus amos de sus correas
hacia los rincones 
más y mejor perfumados
donde los arbustos y árboles
señalan el fin del arco iris:
el secreto de los dioses
de las veredas

Paola Escobar (Buenos Aires, 1971)

Las cosas tal y como son,
Barnacle,
Buenos Aires, 2022










domingo, julio 17, 2022

Wislawa Szymborska / Dos poemas



De Poemas nuevos:

Las tres palabras más extrañas

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

                                                                      [AM]

*

De Si acaso, 1972:

Elogio de los sueños

En los sueños
pinto como Vermeer van Delft.

Hablo fluidamente en griego
y no solo con los vivos.

Manejo un automóvil
que me es obediente.

Tengo talento,
escribo grandes poemas.

Escucho voces,
tan bien como los grandes santos.

Se asombrarían ustedes
de mi virtuosismo al piano.

Vuelo como debe ser,
es decir, por mí misma.
Al caer del tejado,
sé caer suavemente en lo verde.

No me es difícil
respirar bajo el agua.
No me quejo:
he logrado descubrir la Atlántida.

Me alegra, antes de morir,
conseguir siempre despertarme.

Inmediatamente después del estallido de la guerra,
me giro sobre mi mejor costado.

Soy, pero no necesito
ser, hija de la época.

Hace unos años 
vi dos soles.

Y anteayer un pingüino.
Con la más absoluta claridad.

                                      [AM]

Wislawa Szymborska (Kórnik, Polonia, 1923-Cracovia, Polonia, 2012), Poesía no completa, edición y traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014


sábado, julio 16, 2022

Denise Levertov / Vivir



El fuego en la hoja y la hierba
parece tan verde
cada verano el último verano.
Sopla el viento, las hojas
tiemblan bajo el sol
cada día el último día.
Una salamandra roja
tan fría y por eso
fácil de agarrar, como si soñase
mueve los delicados pies
y la larga cola
abro la mano para dejarla ir.
Cada minuto el último minuto.

Denise Levertov (Ilford, Reino Unido, 1923-Seattle, EE.UU., 1997), Selected Poems, New Directions, Nueva York, 1986
Versión de Jonio González 



LIVING

The fire in leaf and grass
so green it seems
each summer the last summer.
The wind blowing, the leaves
shivering in the sun,
each day the last day.
A red salamander
so cold and so
easy to catch, dreamily
moves his delicate feet
and long tail. I hold
my hand open for him to go.
Each minute the last minute.
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