18
La madre
no nos dejaba ir solos
a la sierra más alta
y allí estaba la loma
retándonos a descubrir
escondites de víboras,
de espinas. Y la cumbre,
casi siempre celeste.
Una mañana el viajero
se decidió a llevarnos.
Jugamos a los exploradores
y teníamos miedo.
Al llegar a la cima
me subió a su espalda,
apoyé la cabeza en su hombro
y vi el campo
a través de su barba
lejano y azul
como el mar.
19
El viajero
nos acompaña
al pueblo
a comprar alimentos.
Al regresar
a lomo de caballo
vemos,
desde la sierra,
la casa
junto a los árboles
florecidos de manzanas y guindas,
su rojo techo de tejas.
Todo parece
un dibujo
del libro de Agustina.
El viajero nos sonríe
dulcemente
hasta que se distrae
mirando
una lagartija
que aparece y desparece
entre las piedras.
Susana Cabuchi (Jesús María, Argentina, 1948-2022)
El viajero,
Viento de Fondo,
Córdoba, Argentina, 2018
Ref.:
Viento de Fondo
Susana Cabuchi/Facebook
Op. Cit.
La Ficción del Olvido
Blog del Amasijo
Otra Iglesia Es Imposible
La Voz
Foto: Diego Mendez Sousa Blog
act. 2022
No hay comentarios.:
Publicar un comentario