sábado, abril 30, 2011

Milo De Angelis / De "Terra del viso"



[de Terra del viso, 1985]

Encuentro una sintaxis

Reencuentro una sintaxis en los siglos ya estudiados
que aleja tanto el oriente como las nubes.
Es bueno plasmar el sueño con lo que abraza la idea.
Nadie violará un sueño heredado.

Y se hielan, en el tórax, las altas carreras infantiles
que inspiró. A veces suelo fijar
la mirada en los carteles de la ruta, en
la fuerza de choque precisa, que le restituye
a ese teatro su miedo de morir.

Biografía sumaria, traducción de María Julia De Ruschi, Hilos Editora, Buenos Aires, 2011


En los pulmones

La manta, su fuerza, mientras crecíamos.
O los ojos que ayer fueron ciegos,
hoy tuyos, ayer lo inseparable. Las ampollas,
el arroz blanco devienen el único
mundo sin símbolo. Materia que
fue solamente materia, nada que
fue solamente materia. Velar, no velar, poesía,
cobalto, padre, nada, chopos.

Dopo la lirica, poeti italiani 1960-2000. A cura di Enrico Testa, Giulio Einaudi Editore, Turín, 2005
Versión de Jorge Aulicino

Milo De Angelis (Milán, 1951)


Ritrovo una sintassi

Ritrovo una sintassi nei secoli già studiati
allontanando sia l'oriente sia le nubi.
È forte plasmare il sogno con ciò che l'idea abbraccia.
Nessuno violerà un sogno ereditato.

Ecco gelarsi, nel torace, le corse infantili
e alte che esso spinse. A volte so fermare
gli occhi sui cartelli stradali; sulla
forza d'urto precisa, che restituisce
a quel teatro la sua paura di morire.

Nei polmoni

La coperta, la sua forza, mentre crescevamo.
O gli occhi che ieri furono ciechi,
oggi tuoi, ieri l'inseperabile. Le fiale,
il riso in bianco diventano l'unico
mondo senza simbolo. Materia che
fu soltanto materia, nulla che
fu soltanto materia. Vegliare, non vegliare, poesia,
cobalto, padre, nulla, pioppi.

Ilustración: Señal roja, Antoni Tàpies

Pier Paolo Pasolini / De "Umiliato e offeso. Epigrammi", 2


X
A los redactores de "Officina"


Querido Leonetti, y Roversi, y Scalia, y Romanò y Fortini,
¿quién tiene menos derecho que yo de escribir estos versos?
¿Quién ha pensado menos que yo en éstos, nuestros años?
¿Quien ha leído menos que yo, quién ha sufrido menos?
Alegre sujeto de alienación, siervo de una riqueza
-desechada por aventureros milaneses, por putañeros napolitanos-,
paso como un muerto entre los vivos o un vivo entre los muertos:
traición incierta, devuelta, desesperada,
fruto de ambiciones inexistentes, de necesidad no verdadera.
Y no he sido ni siquiera pagado...
Ahora siento en mí un sabor de lluvia no caída,
cada vivacidad de la vida tiene un fondo de llanto:
Solo una fuerza confusa me dice que un nuevo tiempo
comienza para todos y nos obliga a ser nuevos.
Tal vez -para quien ha sentido y se ha dado- está el compromiso
no ya de sentir y de darse, sino de pensar y buscarse,
si el mundo comienza a terminar de ser el mundo
en el que, ya suyos, hemos nacido, primero creído eterno,
luego fértil objeto de historia: siempre reconocido.
Pero también el tiempo de la vida es pensar, no vivir,
y como el pensar es ahora sin método y verbo,
luz y confusión, prefiguración y fin,
se está disolviendo en el mundo también la pura vida.
Quijotescos y duros agredimos la nueva lengua,
que todavía no conocemos, que debemos intentar.

Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922-Ostia, 1975), "La religione del mio tempo. Umiliato e offeso. Epigrammi" (1958), Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2003
Versión: Jorge Aulicino


X
Ai redattore di "Officina"


Caro Leonetti, e Roversi, e Scalia, e Romanò e Fortini,
chi ha meno diritto di me di scrivere questi versi?
Chi ha meno di me pensato,in queste nostre annate?
Chi meno di me ha letto e di me meno sofferto?
Lieto soggetto di alienazione, servo d'una ricchezza
-buttata da avventurieri milanesi,da puttanieri napoletani-
passo come un morto tra i vivi, o un vivo tra i morti:
tradimento incerto, rimandato, disperato,
frutto di ambizioni inesistenti, di necessità non vere.
E non ne sono stato neanche pagato...
Ora sento, in me, un sapore di pioggia appena caduta,
ogni vivacità della vita ha uno sfondo di pianto:
Solo una forza confusa mi dice che un nuovo tempo
comincia per tutti e ci obbliga ad essere nuovi.
Forse -per chi ha sentito e si è dato- è l'impegno
non più a sentire e a darsi, ma a pensare e cercarsi,
se il mondo comincia a finire d'essere il mondo
in cui già suoi, siamo nati, prima creduto eterno,
poi fertile oggetto di storia: sempre riconosciuto.
Ma anche il tempo della vita è pensare, non vivere,
e poichè il pensare è ora senza metodo e verbo,
luce e confusione, prefigurazione e fine,
si sta dissolvendo nel mondo anche la pura vita.
Donchisciotteschi e duri, aggrediamo la nuova lingua
che ancora non conosciamo, che dobbiamo tentare.


---
Foto: Francesco Leonetti, Pier Paolo Pasolini, Roberto Roversi, Angelo Romanò, Gianni Scalia, Franco Fortini, c.1955

viernes, abril 29, 2011

Aldo Oliva / "Visajes"





Postales de M.I.
"Visajes"

Sueño: miro tu soñar;
centellea el poema


Una franja
pizarra y negra
(con dejos claros
aún indiscernibles)
¿puede ser el croma
extensivo de la tierra,
oferente,
del dulcísimo amor?

La negrura del principio,
sin embargo, ¡cuidado!
abre la turbia
claridad de la arena
en la inquieta
ondulación de sueño
y médano.

Finísimos,
y casi muertos,
lejanos
(aunque el ojo los inyecte
a la inmediatez
del corazón),
tronquillos
(también en negritud)
suscitan el despojo
del sueño que está en mí,
siendo tú misma.
¿Por qué no puede la palabra,
sino por la tensión de fango y oro
(un miserable ocre),
no poder todo?

Una ausencia, cromática,
inasible visible,
persona,
en la orilla celeste,
¿quién eres
sino mujer
en la infinita distancia
de esta letra voraz
que te ama y te alza?

Aldo Oliva (Rosario, 1927-2000), "De fascinatione", 1997, Poesía completa, Editorial Municipal de Rosario, Rosario, 2003

Ilustración: Porte, Jean Dubuffet

jueves, abril 28, 2011

Alberto Girri / De "Homenaje a W. C. Williams"



Expectativas al mediodía

Para enlazarte, conectarte
con una madreselva,
su inmutable
exterior de sarmentosa
y velluda mata,
y con lo exteriormente
vivo de una rosa, tallo espinoso,
hojitas,
y el placer
del claroscuro que en ella
provocan sus relieves,

cuánto
estará subordinado
a que inhales sin discurrir
si la presencia de ambas es
también ausencia,
madreselva y rosa que sólo
lo serían en el mirar de tu subjetividad:
la forma de esas flores
como la vista de esas flores,
en tanto que la no visión
las haría inexistentes como formas,
el vacío;

cuánto, entonces, dependerá
de que las aferres y agites
reclamando:

Ya que fuera del vacío
no hay forma alguna,
y no hay
vacío fuera de la forma,
y no hay
objetos: ni la madreselva ni la rosa lo son,
¿qué ilumina mis dedos, qué vibra
desde los desiguales bordes, extensos pedúnculos,
carnosas bayas?
Dilo, memoria, dilo.


Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "Homenaje a W. C. Williams", 1981, Obra Poética IV, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1984

Ilustración: Sin título, 1945, Tomás Maldonado

miércoles, abril 27, 2011

Gianfranco Ciabatti / Breviario de estética



[De Preavvisi al reo]

(breviario de estética)

No respondas nada
a la demanda del llanto. A su invitación
de resolver fácilmente
las razones del dolor,
no adhieras.

A quien exige clamores
de tu rebelión
y grita en nombre de una libertad
que no le cuesta nada,
opone la ciencia de un origen ínfimo
y la regla de remontarlo.

Y cuando la imprecisión
tiente tu indolencia, no eludas
el esfuerzo de hacerte entender,
buscando escapatorias entre los hábiles para hablar
de cualquier cosa y de nada,
y busca la palabra que te es precisa.

Gianfranco Ciabatti (Ponsacco, 1936-Florencia, 1994), Dopo la lirica, poeti italiani 1960-2000. A cura di Enrico Testa, Giulio Einaudi Editore, Turín, 2005
Versión de Jorge Aulicino


[Da Preavvisi al reo]

(breviario di estetica)

Non rispondere niente
alla domanda del pianto. Al suo invito
di risolvere facilmente
le ragioni del dolore
non aderire.

A chi esige clamori
dalla tua ribellione
e grida in nome di una libertà
che non gli costa niente
opponi la scienza di un'infima origine
e la prassi del risalire.

E quando l'imprecisione
tenta la tua indolenza, non eludere
la fatica del farsi capire,
cercando scappatoie tra i valenti nel discorrere
d'ogni cosa o di niente,
ma cerca la parola che ti occorre.

---
Ilustración: Orador, 1965, Leon Golub

lunes, abril 25, 2011

Martín Maigua / Comencé por la bolilla...



Comencé por la bolilla que menos sabía


En un impulso por abandonar el examen
le dije al profesor
que la Facu era secundaria en mí.
Afuera estaban mis padres y amigos,
mamá fumaba yendo de un lado a otro
y de a ratos miraba el reloj. Papá esperaba serio
en un banco del pasillo, no quiso hablar con nadie
hasta que yo saliera.
Mis amigos escondían en bolsas de nylon
distintos frascos
con cócteles de olores putrefactos.

Si lo que más querés es otra cosa
no dejes de hacerla, me dijo el profesor.
Sentí una fuerza extraña
y con la seguridad de quien decide su propia muerte
le propuse que me preguntara lo más difícil.

Entonces fijó su vista
en la cruz de arriba de la ventana

y cuánto vale ser
lo que uno quiere en la vida, me preguntó.

Martín Maigua (Salta, 1978, vive en Córdoba), El mundo no es más que eso, Editorial Nudista, Cosquín, 2010

Foto: Maigua las afinidades electivas. las elecciones afectivas

domingo, abril 24, 2011

Franco Fortini / Tal vez el tiempo de la sangre



Tal vez el tiempo de la sangre

Tal vez el tiempo de la sangre regresará.
Hay hombres que deben ser matados.
Padres que deben ser escarnecidos.
Lugares que profanar blasfemias que proferir
incendios que establecer delitos que bendecir.
Pero sobre todo hay que volver a otra paciencia
a la ciencia feroz de los objetos a la coherencia
en los dilemas que habíamos creído superados.
Al partido que necesita tomar y hacer.
Buscar a nuestros iguales osar reconocerlos
dejar que nos juzguen guiarlos ser guiados
con ellos querer hacer el bien con ellos el mal
y el bien la realidad servir negar cambiar.

Franco Fortini (Florencia, 1917– Milán, 1994), "L'ospite ingrato. Testi e note per versi ironici", 1966, Poesie scelte 1938-1973, Oscar Mondadori, 1974, en La poesia e lo spirito
Versión de Jorge Aulicino


Forse il tempo del sangue

Forse il tempo del sangue ritornerà.
Uomini ci sono che debbono essere uccisi.
Padri che debbono essere derisi.
Luoghi da profanare bestemmie da proferire
incendi da fissare delitti da benedire.
Ma più c’è da tornare ad un’altra pazienza
alla feroce scienza degli oggetti alla coerenza
nei dilemmi che abbiamo creduto oltrepassare.
Al partito che bisogna prendere e fare.
Cercare i nostri eguali osare riconoscerli
lasciare che ci giudichino guidarli essere guidati
con loro volere il bene fare con loro il male
e il bene la realtà servire negare mutare.


---
Ilustración: Prise de la Bastille, 1789, Jean-Pierre Hoeël

sábado, abril 23, 2011

Enrique Lihn / De "Estación de los desamparados", 3



Llovieron querubines para todo servicio...

Llovieron querubines para todo servicio.
Acá desplazan una pesada corona y la suspenden
justo en el punto en que aplastaría a la Virgen.
Con algunas de sus propias plumas entre los dedos pintones
hicieron relucir los métodos de un santo
escribiendo con oro el desgaire del aire.
Sus cabecitas iban y venían
atentas a embocarse en los vacíos simétricos
de la vieja pintura que se apoyaba en ellos
incapaz de elevar una oración real
pero plagada de esos lapsus con alas.

El Arcángel del Arcabuz.
Una muchacha.
Un hermafrodita con las alas pintadas.

Santo Tomás de Aquino
fulminaba a los demonios con su pluma.
La Suma Teológica
nunca lo supo: era literatura.

Virgen arcángeles apóstoles querubines y gente de la familia:
los donantes multiplicados por sus sillas en una sala de espera.
Sesión de Directorio de la Santísima Trinidad.
Todo esto chorrea de bordados de oro
de la presencia del oro, del oro que trajo la muerte al Incanato
y por el cual la vieja España de dientes careados
impuso a Dios a sangre y fuego.

Vírgenes necias en su exceso de flores,
jóvenes estofadas con un muñeco en las manos
que, se presume, tiene el mundo en las suyas.
Sospecho que Dios pasó por ellas sólo para cumplir
un pesado compromiso familiar.


El pueblo adoptará sus propias decisiones...

El pueblo adoptará sus propias decisiones.
Nunca he creído -le contestaron- en la espontaneidad de las masas.
Por el contrario -dijo- sin esa espontaneidad estaríamos perdidos.
¿Cómo dice? -le dijeron- ¿Cómo dice? Aló, aló, aló.
Nada. Corte -dijo una voz desconocida-. Su teléfono está malo.


Enrique Lihn (Santiago de Chile, 1919-1988), Estación de los desamparados, Premia Editora, México DF, 1982

Ilustración: Santiago Matamoros (detalle), Cuzco, Perú, siglo XVII

viernes, abril 22, 2011

Javier Adúriz / Poemas de tres libros


















De Canción del samurai, 2004:

Coro

La prolijidad, desdichado lector,
no se corresponde con la índole
de mi carácter. Me maldispone
trabajar de prólogo, (amén
de este atavío arlequinesco).

Digo: como pueblo
soy una caricatura del primer mundo.
Debiera componer un mundo, ¿no?

Ahora salgo para advertir una razón:
la melancolía no era el único pasto
de las aves. Comedia o no,
cada quien arrastra el trayecto de su risa.

Lo supo Aristófanes, frente a la amargura
ateniense; y el inefable Fidel Pintos,
cuya fealdad sin palabra
nos consolaba de nosotros mismos.

Está dicho: para un pueblo joven, lo risible
compromete innumerables músculos.


Leda llora el cocoliche

Meledetto il Kaiser, Leda, perqué llorá.
No ai visto qui a arribato il signore
Pane... El mismo, cittadino a la Floresta,
coloquialista americano, tutto un bardo...

No, no e' un ganso. Lo ganso sono ansare
qui grídano di notte e moléstano la cuadra.
Leda, Leda, abrile le gambitte, si e'
un capomastro di prestigio, alto e forte:

un vero Jove... Ma qué importa si usa
cocoliche. Noi, no siamo tan nobile, ¿no?...
¿Cóme que volete un argentino?

¡Mala pécora, si questo paese dá merda!
Guardáte al Gínsbero, nene, lo bitinique,
que me si'strola la verdolería.


De La forma humana, 1999:

Puerta

Ahí estás, cerrada igual que un párpado,
como si detrás no hubiera
un evaporado país, tronar de un corno
de la fantasía:
llanura,
mueca o sonrisa
para cada ahogado acontecer.

Raja,
con esplendor vibrando
en el hábito de lo efímero,
cada línea, cada línea,
como el dolor
pidiendo aire, corriendo el cerrojo
de una indestructible
eternidad
desmantelada.


Merry melodies

Pobre Penteo, sos un cocodrilo.
Batís tu cauda con un ritmo tierno.
Hundís el pecho, entrás en el infierno
de la palabra dicha con estilo.

Cursás, igual que un nauta, el codicilo
moviendo las manitas y los remos;
tu piel se ablanda, obra del eterno
remolino del río detenido.

Mientras, en torno tuyo unas formitas
efímeras se visten de grotescos
sobando al dios amor. De pronto miran.

Ves tu tierra y hermanos, la colina
burda de lo real: llevan honestos
tu cabeza deforme en una pica.

Para Daniel Fara


Club

Quizás sea la luz tiranía distinta
Cavafis

Un ladrido corrupto rebota por las mesas.
No es la batalla de Accio
pero igual un comité exige
desde una especie de púlpito.

Los botines de los circunstantes
sostienen el compás
hasta que el cubilete vuele
y alguien escupa los dados.

Y a quién le importa.
Ahítos de una felicidad crüel
babean, mugen, sonríen.

Aunque la luz repique en los vidrios,
-cantamos- otro golpe de dados
y nos trague la noche
.


De Solos de conciencia, 1985:

Solos, vertiginosa condición...

Solos, vertiginosa condición
de solos, salida cerrada
que no se comprende, que no consigo
mudo, a redobles de sangre,
comprender.

El deseo, el amor
que hubiste por las cosas, humo
disolvente de todo el pasado,
de todo este hoy
que ya fue y que será
y que ahora es aire.

Porque quién puede, quién acierta
acaso
a descifrar la vida,
este cuerpo de imágenes
que a diario mueren
desde tus ojos,
al hombre detenido
y su cigarro acabándose,
tanta pasmosa sucesión
de carne y espíritu
en su decadencia.

Ahora estás cerca, hermano,
y todo pasa
o queda; uno tras otro
quedan, por buscarse,
hombres y días
abrazados a su ceniza eterna:

como vos, como yo, precisamente
solos de conciencia.


Elogio de nosotros mismos

Nosotros, los que mentimos a diario,
los que encarnamos el difícil arte
de la locuacidad vacía,
nosotros, los embaucadores
de sordos,
temblones mediocres del infinito
abismo, los artistas consumados
de la transmutación y la astucia,
raza de enanos
irredentos, de perdularios
a domicilio, nosotros,
los sabios, los mezquinos, paralíticos
de la alegría, los entusiastas
del odio, los magníficos,
los elegidos desde siempre
para juzgar y condenarnos.

Deliciosa inteligencia.

Javier Adúriz (Buenos Aires, 1948-2011)

Foto: Adúriz Macedonianos
Para ver una selección más amplia, pulsar Javier Adúriz

jueves, abril 21, 2011

Milo De Angelis / Dos poemas





La isla será contemplada en toda su belleza

También la cara, el despertar
cada vez, pánico y angustia
de volverse distinta:
un siglo entero fluía
en sus movimientos
pues era la unicidad.
Y, sin embargo, alguien, ya a salvo,
desafiando a los suicidas junto a la cama y a las píldoras
que se caen de las manos,
alguien está diciendo:
la isla será contemplada en toda su belleza
no importa si por nosotros o por otros
.


"Es posible auxiliar a los sitiados. Es posible
entender el verano"

Nos sorprende el comienzo. Queríamos entenderlo
a la velocidad de los muertos, perdonar
las manos, cuando gritan que nadie
escuchará el rechinar de estas bicicletas
dentro de quince años o tras un fuerte chaparrón. Este
escenario enloquecido en voz baja, la burla
de estas togas, que ni siquiera nuestro
más histórico ayer podrá eliminar: en el taxi
a sangre y fuego, las etapas y los hábitos
del derrumbe, el mismo espanto circular
mezclado a un vals de alfileres. Quince islas
después de la infancia. Dentro de poco, en Bari, abren
los quioscos. Ya es de día, eso es todo.

Milo De Angelis (Milán, 1951), Biografía sumaria, traducción de María Julia De Ruschi, Hilos Editora, Buenos Aires, 2011


L'isola sarà guardata nella sua bellezza
Anche la faccia, il risveglio / ogni volta, panico e ansia /di diventare diversa: / un secolo intero scorreva / nel suoi movimenti / perché era l'unicità. / Eppure qualcuno, già salvo, / sfidando i suicidi vicino al letto e le pastiglie /che cadono dalle mani / qualcuno sta dicendo: /
l'isola sarà guardata nella sua bellezza / non importa se da noi o da altri.

"È possibile portare soccorso agli assediati. È possibile capire l'estate"
L'inizio ci assale. Volevamo capirlo / alla velocità dei morti, perdonare / le mani, quando urlano che nessuno / udrà il fruscio di queste biciclette / tra quindici anni o un rovescio di pioggia. Questo / palcoscenico impazzito sottovoce, queste toghe / in burla, che nemmeno il nostro / più storico ieri potrà recidere: nel taxi / a ferro e fuoco ecco le tappe e le abitudini / del crollo, il medesimo spavento circolare / mescolato a un valzer di spilli. Quindici isole / dopo l'infanzia. Tra poco, a Bari, aprono / le edicole. È mattino, nient'altro.


Foto: Milo De Angelis s/d

miércoles, abril 20, 2011

Zbigniew Herbert / Mensaje del señor Cogito



Mensaje del señor Cogito

Ve sigue a los otros los que alcanzaron su oscura meta,
vellocino dorado de la nada —tu premio final

Levanta la cabeza entre los que andan
arrodillados o dan la espalda
entre los que yacen

No has sido salvado para vivir
poco tiempo te queda da tu testimonio

Sé valiente si la razón te falla
al fin de cuentas sólo cuenta eso
Que tu inválida Ira sea como un mar
cada vez que oigas las voces abatidas de los torturados
que no te abandone tu hermano el Desprecio
frente a espías verdugos y cobardes

serán ellos los que ganarán
con un profundo alivio arrojando tierra
sobre tu ataúd

el gusano no faltará para corregir
tu biografía

y no perdones no tienes el poder
de perdonar en nombre de los traicionados en la luz
del alba

pero líbrete dios del menor orgullo
en el espejo contempla tu cara
de payaso repitiéndote: he sido llamado
¿no había mejores que yo?

guárdate de ser árido ama los manantiales
de la primera luz las desconocidas aves
y robles del invierno

un brillo sobre el muro un esplendor del cielo
no necesitan calor de tu aliento
nada más dicen esto: no tienes remedio

y no te duermas si una luz en los montes
te llama: levántate sigue
hasta que en el pecho la sangre conmueva
tu oscuro astro

repite los antiguos conjuros humanos
las fábulas las leyendas
así conseguirás el bien que nunca será tuyo
repite las grandes palabras repite insiste
como los otros los que caminaban
por el desierto quedándose en la arena

por todo esto algo te darán
azotes de burla golpes de cuchillo

sigue —sólo así serás admitido
en la santa congregación de las calaveras
frías de tus ancestros —Gilgamés Héctor Rolando
defensores del reino sin fin
de los muros en cenizas

Sé fiel Sigue

Zbigniew Herbert (Leópolis, actual Ucrania, 1924-Varsovia, 1998), Poesía polaca contemporánea, selección, traducciones y notas de Krystyna Rodowska, Material de Lectura 31, Universidad Autónoma de México, 2008

Ilustración: Guerrero en la encrucijada, 1882, Victor Vasnetsov

martes, abril 19, 2011

Giuseppe Belli / Dos sonetos

La buena familia

Mi abuela, a la hora en que papá llega,
Deja el hilado, pobre vieja,
Atiza un carboncito, pone la mesa,
Y comemos dos hojas de ensalada.

Algunas veces hacemos la fritura,
Que si la pones bajo la luz, se transparenta
Como si miraras a través de una oreja:
Cuatro nueces, y la cena terminada.

Luego, mientras yo, tata y Clementina
Seguimos bebiendo un par de horas,
Ella levanta la mesa y arregla la cocina.

Y apenas visto el fondo de la jarra,
Una meadita, un Salve Regina,
Y, en santa paz, nos vamos a la cama.


¡Qué lengua curiosa!

Esa Francia tuya será una gran ciudad,
Pero los franceses que nacen allí
Tienen un cierto modo de parlar
Que bendito el que lo puede oír.

Allá, tres y tres no son seis, son sí  1.
Y cuando es algo tuyo, es de túa.  2.
Para decir sí, se burla el puerco: :  3.
Y quien quiere decir no dice nepá.  4.

Y me acuerdo de aquel señor Mesó  5.
Que pretendía diciendo a sé  6.
Decir basta, ya no quiero más.

Y de aquel otro que se comió
Una colación para atragantar a un rey
Y luego me dijo que digiunó ?!  7.

1. Six
2. C'est à toi
3. Oui
4. Ne pas
5. Monsieur
6. Assez
7. Del verbo déjeuner.

Giuseppe Gioachino Belli (Roma, 1791-1863), Tutti i sonetti romaneschi, a cura di Marcello Teodonio, Roma, 1998
Versiones: Jorge Aulicino


La bbona famijja

Mi’ nonna a un’or de notte che vviè Ttatase
leva da filà, ppovera vecchia,
attizza un carboncello, sciapparecchia,
e mmaggnamo du’ fronne d’inzalata.

Quarche vvorta se fâmo una frittata,
che ssi la metti ar lume sce se specchia
come fussi a ttraverzo d’un’orecchia:
quattro nosce, e la scena è tterminata.

Poi ner mentre ch’io, Tata e Ccrementina
seguitamo un par d’ora de sgoccetto,
lei sparecchia e arissetta la cuscina.

E appena visto er fonno ar bucaletto,
’na pissciatina, ’na sarvereggina,
e, in zanta pasce, sce n’annamo a letto.

28 novembre 1831 - Der medemo


Che llingue curiose!

Sta tu’Francia sarà una gran Città,
ma li francesi che nnascheno llí
hanno una scerta gorgia de parlà
che ssia ’mazzato chi li pô ccapí.

Llà ttre e ttre nun fa ssei, tre e ttre ffa ssì,
e, cquanno è rrobba tua, sette a ttuà.
Pe ddì de sì, sse bburla er porco: uì:
e cchi vvô ddì de nò disce: nepà.

E mm’aricordo de quer zor Monzù
che pprotenneva che discenno a ssé,
discessi abbasta, nun ne vojjo ppiú.

E de quell’antro che mme se maggnò
'na colazzione d’affogacce un Re,
e me sce disse poi che ddiggiunò?!

7 dicembre 1831


Ilustración: La nonna e i nipotini, Giuseppe Magni

lunes, abril 18, 2011

Giuseppe Belli / La meada peligrosa



La meada peligrosa 

Estaba anoche meando por lo oscuro,
Entre la Madama Lucrezia y San Marco, *
Cuando me vi venir, bravo como un falco,
Un suizo de los del Papa, morro duro.

De entrada me clava el pito contra el muro, **
Quiere sacarme el sombrero, me lo calzo,
Sosteniéndome el calzón corro hacia el Arco
De los tres Reyes gritando: "Ven ahora".

Pero sentía el hocico atrás diciendo ***
En su resuello: "¡Tar Teufel!, seor coso, ****
Pss, no corras tan ligero que me canso".

Después, con mil y una palabras raras,
Barboteaba: "Ven, hijo de una vaca,
Que tomaremos un vaso de buen vino".

Giuseppe Gioachino Belli (Roma, 1791-1863), Tutti i sonetti romaneschi, a cura di Marcello Teodonio, Newton Compton, Roma, 1998
Versión: Jorge Aulicino 

 * Madama Lucrezia es una de las estatuas "parlantes" de Roma, pues en ella se pegaban carteles satíricos, opiniones, denuncias y proclamas, como en las de Pasquino y Marforio 
 ** Clavar, por sbattere, que se desempeña como golpear, sacudir, echar o tener sexo en italiano doméstico actual 
 *** Se considera en general que Belli no usa el término en su acepción actual de homosexual, sino que alude al guardia suizo (que para Belli es un tudesco, como todos al norte de Roma), ya que frogio deriva de frogia (parte carnosa de la nariz del caballo, o de una persona en sentido burlón), y con frogio se designaba a los noreuropeos, debido a las formas no romanas de sus narices. El contexto permite suponer un sentido doble, como en el caso anterior 
 **** Las palabras del guardia son una satírica mezcla de alemán y romanesco. Tartàifel remeda un juramento, como ¡diablos! o ¡maldición!. Algunos comentarios indican que el término alude por el sonido a der Teufel (el diablo). 

 La pisciata pericolosa

Stavo a piscià jjerzera lì a lo scuro
Tra Madama Lugrezzia e ttra Ssan Marco,
Quann'ecchete, affiarato com'un farco,
Un sguizzero der Papa duro duro.

De posta me fa sbatte er cazzo ar muro,
Poi vò llevamme er fongo: io me l'incarco:
E cco la patta in mano pijjo l'arco
De li tre Re, strillando: vienghi puro.

Me sentivo quer frocio dì a le tacche,
Cor fiatone: "Tartàifel, sor paine,
Pss, nun currete tante, che ssò stracche".

Poi co mill'antre parole turchine
Ciaggiontava: "Viè cquà, ffije te vacche,
Che ppeveremo un pon picchier te vine".

Roma, 13 settembre 1830

Foto: Estatua de Belli en el Trastevere, Roma, 1913, Michele Tripisciano Wikimedia Commons

A.E. Housman / De "El muchacho de Shropshire"


XL

En mi corazón un aire que mata
Desde tu lejano país sopla:
Qué son esas tristes colinas,
Qué cimas y granjas son esas.

Esa es la tierra del contento perdido,
Veo resplandecer muy ceñido
El alegre sendero que atrás dejé
Y por el que no ya puedo volver

A.E. Housman (Bromsgrove, 1859-Cambridge, 1936), de El muchacho de Shropshire
Versión de Angel Faretta


A Shropshire Lad

XL


Into my heart an air that kills (*)
From yon far country blows:
What are those blue remembered hills,
What spires, what farms are those?
That is the land of lost content,
I see it shining plain,
The happy highways where I went
And cannot come again.

Ilustración: Prados en Greifswald, 1820, Caspar David Friedrich

Safo/Catulo



Safo
Fragmento 31

Aquel me parece igual a los dioses
el hombre que está justo enfrente tuyo
y de cerca te escucha y mira susu-
rrar amigable

y ríes levemente, lo que hace
que en mi pecho el corazón eche a volar
pero te miro y se agolpa y las pala-
bras no me salen

la voz se me quiebra, mientras un fuego
sutil se agita debajo de mi piel
los ojos se niegan a ver, me retum-
ban los oídos

un sudor frío se expande sobre mí
un temblor me invade toda, blanca estoy
como el nácar, débil cercana a morir
parece que estoy

pero todo se soporta cuando pobres...

Safo (Isla de Lesbos, Grecia, VII a.C.- VI a.C.)


Catulo
Carmines

aquel me parece semejante a un dios:
aquel, si es lícito, supera a los dioses
el que sentado en frente tuyo te
mira y escucha

reís dulcemente, lo que, mísero
me arrebata los sentidos: al punto
Lesbia, en que te veo nada queda
en mi boca de voz

la lengua se entorpece y sutil
bajo la piel un fuego me recorre:
tintinean mis oídos y una doble
noche oculta mis ojos

el ocio, Catulo, te es molesto:
en el ocio te exaltás en demasía:
el ocio, en otros tiempos, perdió
reyes y ciudades felices

Caius Valerius Catullus (Verona, 87 aC. - Roma, 54 aC)
Versiones de Ignacio Uranga


φαίνεταί μοι κῆνος ἴσος θέοισιν
ἔμμεν' ὤνηρ, ὄττις ἐνάντιός τοι
ἰσδάνει καὶ πλάσιον ἆδυ φωνεί-
σας ὐπακούει

καὶ γελαίσας ἰμέροεν, τό μ' ἦ μὰν
καρδίαν ἐν στήθεσιν ἐπτόαισεν,
ὠς γὰρ ἔς σ' ἴδω βρόχε' ὤς με φώναισ'
οὐδ' ἒν ἔτ' εἴκει,

ἀλλ' ἄκαν μὲν γλῶσσα ἔαγε λέπτον
δ' αὔτικα χρῶι πῦρ ὐπαδεδρόμηκεν,
ὀππάτεσσι δ' οὐδ' ἒν ὄρημμ', ἐπιρρόμ-
βεισι δ' ἄκουαι,

έκαδε μ' ἴδρως ψῦχρος κακχέεται τρόμος δὲ
παῖσαν ἄγρει, χλωροτέρα δὲ ποίας
ἔμμι, τεθνάκην δ' ὀλίγω 'πιδεύης
φαίνομ' ἔμ' αὔται·

ἀλλὰ πὰν τόλματον ἐπεὶ καὶ πένητα

*

Ille mi par esse deo videtur
ille si fas est superare divos
qui sedens adversus identidem te
spectat et audit
dulce ridentem misero quod omnis
eripit sensus mihi nam simul te
Lesbia aspexi nihil est super mi
vocis in ore
lingua sed torpet tenuis sub artus
flamma demanat sonitu suopte
tintinant aures gemina teguntur
lumina nocte.
Otium Catulle tibi molestum est
otio exsultas nimiumque gestis
otium et reges prius et beatas
perdidit urbes

Ilustración: Safo y Alceo, 1881, Lawrence Alma-Tadema

domingo, abril 17, 2011

Zbigniew Herbert / Dos poemas

Jonás

Y preparó el Señor
un pez grande
para que tragara a Jonás.
Jonás hijo de Amiar
huyendo de una misión peligrosa
tomó un barco que iba
de Jope a Tarsis

lo que sucedió después es bien sabido
viento terrible, tempestad
los tripulantes arrojan a Jonás
en las profundidades
el mar se levanta por su propia furia
viene el pez profético
tres días y tres noches
reza Jonás en su vientre
por fin el pez lo devuelve
a tierra firme

un Jonás contemporáneo
se sumerge como piedra
si le toca una ballena
no tiene ni tiempo para un suspiro

en el caso de que se salve
actúa con más astucia
que su compañero bíblico
nunca más se encarga
de una misión peligrosa
se deja crecer la barba
y lejos del mar
lejos de Nínive
escondiéndose bajo un falso apellido
se vuelve comerciante de ganado
y de objetos antiguos

los agentes de Leviatán
no rechazan los sobornos
no sienten el soplo del destino
son empleados de la casualidad

en un hospital bien limpio
Jonás muere de cáncer
sin darse cuenta
de quién había sido

puesta sobre su frente
se apaga la parábola
el bálsamo de un relato bíblico
nada puede con su cuerpo


El abismo del señor Cogito

En casa no hay peligro
pero detrás del umbral
cada vez que el Señor Cogito
sale por la mañana a pasear
se abre delante de él
un abismo
no el abismo de Pascal
tampoco el despeñadero de Dostoievski
es un abismo
justo a la medida
del Señor Cogito
su calidad particular:
nada insondable
ni aterrorizador

lo sigue como si fuera una sombra
lo espera frente a la panadería
en el parque junto con el Señor Cogito
por encima de su hombro
lee el periódico

molesto como un tumor
apegado como un perro
y ni siquiera tan profundo
para absorberlo con la cabeza
las piernas y las manos

un día
el abismo tal vez se haga más grande
más maduro
se ponga serio
¡ay si se supiera
qué agua darle
con que semilla
alimentarlo!

ahora
basta con que el Señor Cogito
recoja un puñado de arena
para taparlo

sin embargo no lo hace
al regresar a casa
deja al abismo tranquilo
detrás del umbral
ocultándolo cuidadosamente
con un viejo trapo

Zbigniew Herbert (Leópolis, actual Ucrania, 1924-Varsovia, 1998), Poesía polaca contemporánea, selección, traducciones y notas de Krystyna Rodowska, Material de Lectura 31, Universidad Autónoma de México, 2008

Foto: Poetry Dispatch