Joaquín Valenzuela
(Dolores, 1971)
Palabras a un río, de Arnaldo Calveyra
Poeta que descubrí hace apenas un par de años al leer de refilón en una web: Cosas que me pasaron en la infancia me están sucediendo recién ahora. Un verso que me parece maravilloso y con el que me sentí muy identificado. Luego fue conseguir su Poesía reunida y aprender a leerlo. Calveyra me enseñó a leer sin prisa. Leerlo en voz alta hace que se detenga en cierto modo mi tiempo. Además al releerlo siento que se mantiene intacto el atractivo de la primera lectura. Elijo este poema, aunque bien podría haber sido algún otro texto.
Palabras a un río
¿Ya le escribiste al río,
río incesante del más allá?
¿a sus campos que son almohadas
de pastizales azules?
¿nombrarlo ya sabrías?
un verso vuela, flecha lanzada,
no para seguir buscando
apagando agua
¿empezaste a nombrar los cielos
caminadores de las costas?
¿a contestar a su reclamo
en un anochecer de pajonales
-recubre esteros-,
pajonales de fin del mundo?
no lejos de la mano que escribe
huellas de pies descalzos
en la arena
una nube
que buscara
ablandar
su imagen
en el agua
tardes,
son conversaciones
con un río
en que la distancia juega
a que lo borra
-remansado caracol
hallado entre espartillos-
de tus pasos llega
¿nombrarlo ya podrías?
ayeres convertidos
en hojas temblorosas
son ahora
esas imágenes
de los años llegan
por resucitar
en tu mente
un río
fotos dispersas
bajo una luz de lámpara
al sol azul
de la memoria
anocheceres
llegando a las barrancas
¿tu conversar de ríos?
¿empezaste
a ser palabras
de tu río?
¿ya te recibiste en río?
alamedas
fotografiadas
por el ausente
río de un caracol
en tu oído
por el cuerpo
adivinado
tu sol adelgaza
haciendo lo imposible
por no ahogarse
en las orillas
la voz, el silencio
con que abandona
la tarde
ya es nadie,
Narciso,
tu imagen en el agua
huevos de perdiz
hallados en pajonales
de tu mente
Hudson,
en caminatas semejantes...
arboledas
a flor de frescura
al entrar en el agua
te enredaste en las ramas
¿cuánto perdura una imagen
en el agua?
tu cuerpo en crecida
luna diurna de amigos
avanzas, transformas
costas, leguas, nubes
¿empezaste
a ser raíces
de tu río?
¿aguas zoólogas,
luz de nadie?
desiertas las imágenes,
los campos desiertos
rancho pausado
al borde del remanso
un espinillo
baila
con el sol
ausente
verías aprontarse
y pasar
la creciente
deletrearlas
como a sueños
las costas
¿a qué juegas, espinillo?
por recibirte
puse en presente las cosas de mi cuarto.
Arnaldo Calveyra (Mansilla, Argentinas, 1929 - París, 2015)
Foto: Joaquín Valenzuela en Facebook
(Dolores, 1971)
Palabras a un río, de Arnaldo Calveyra
Poeta que descubrí hace apenas un par de años al leer de refilón en una web: Cosas que me pasaron en la infancia me están sucediendo recién ahora. Un verso que me parece maravilloso y con el que me sentí muy identificado. Luego fue conseguir su Poesía reunida y aprender a leerlo. Calveyra me enseñó a leer sin prisa. Leerlo en voz alta hace que se detenga en cierto modo mi tiempo. Además al releerlo siento que se mantiene intacto el atractivo de la primera lectura. Elijo este poema, aunque bien podría haber sido algún otro texto.
Palabras a un río
¿Ya le escribiste al río,
río incesante del más allá?
¿a sus campos que son almohadas
de pastizales azules?
¿nombrarlo ya sabrías?
un verso vuela, flecha lanzada,
no para seguir buscando
apagando agua
¿empezaste a nombrar los cielos
caminadores de las costas?
¿a contestar a su reclamo
en un anochecer de pajonales
-recubre esteros-,
pajonales de fin del mundo?
no lejos de la mano que escribe
huellas de pies descalzos
en la arena
una nube
que buscara
ablandar
su imagen
en el agua
tardes,
son conversaciones
con un río
en que la distancia juega
a que lo borra
-remansado caracol
hallado entre espartillos-
de tus pasos llega
¿nombrarlo ya podrías?
ayeres convertidos
en hojas temblorosas
son ahora
esas imágenes
de los años llegan
por resucitar
en tu mente
un río
fotos dispersas
bajo una luz de lámpara
al sol azul
de la memoria
anocheceres
llegando a las barrancas
¿tu conversar de ríos?
¿empezaste
a ser palabras
de tu río?
¿ya te recibiste en río?
alamedas
fotografiadas
por el ausente
río de un caracol
en tu oído
por el cuerpo
adivinado
tu sol adelgaza
haciendo lo imposible
por no ahogarse
en las orillas
la voz, el silencio
con que abandona
la tarde
ya es nadie,
Narciso,
tu imagen en el agua
huevos de perdiz
hallados en pajonales
de tu mente
Hudson,
en caminatas semejantes...
arboledas
a flor de frescura
al entrar en el agua
te enredaste en las ramas
¿cuánto perdura una imagen
en el agua?
tu cuerpo en crecida
luna diurna de amigos
avanzas, transformas
costas, leguas, nubes
¿empezaste
a ser raíces
de tu río?
¿aguas zoólogas,
luz de nadie?
desiertas las imágenes,
los campos desiertos
rancho pausado
al borde del remanso
un espinillo
baila
con el sol
ausente
verías aprontarse
y pasar
la creciente
deletrearlas
como a sueños
las costas
¿a qué juegas, espinillo?
por recibirte
puse en presente las cosas de mi cuarto.
Arnaldo Calveyra (Mansilla, Argentinas, 1929 - París, 2015)
Foto: Joaquín Valenzuela en Facebook
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