martes, junio 23, 2020

Alberto Girri / De "Quien habla no está muerto", 6


Comida con música

El azulino vapor,
ramificándose por la mesa,
contoneos, fragantes elipses,

el entrañable reverberar,
conduciendo las retinas a la fuente,
a hermanarlas con los punzantes alientos,

el chasquido de comensales,
agradeciendo que comer
sea sobrevivir,

el invocar a los cielos, lenguas
alabándolos por haber sido hechas,
para hundirse como azadas, envolver lo revuelto.

El oratorio de Haendel,
servido al unísono con las lentejas,
como aderezo complementario,
                                                plato
de emergencia, tranquilizador
recurso por si inopinadamente
se despiertan más apetitos, hambre
canina a ser hartada entonces
con comida en otra longitud de onda.

Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "Quien habla no está muerto", 1975, Obra poética III, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1980

Otra Iglesia Es Imposible - DardanelosA Media Voz - El Placard - Analecta Literaria - De Sibilas y Pitias - Javier Barreiro - Diario de Poesía - Universidad Complutense de Madrid - Hablar de Poesía - La Nación - Clarín, 1 - Clarín, 2 - Eterna Cadencia - Palabra Virtual (audio) - Los 7 Locos/YouTube
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Foto: Alberto Girri, Buenos Aires, 1988 Luis Barreiro

3 comentarios:

  1. Con, aproximadamente, cien entradas, Alberto Girri es, acaso, el poeta más mencionado en el blog? Simple curiosidad de un lector casi nuevo en la página. O, tal vez, el deseo de conocer un poco más las salas de este museo de poesía antigua y contemporánea. Mi saludo. Gustavo

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  2. Gracias por la contabilidad, no la había hecho. Girri es uno de los poetas que tienen más entradas, junto con Joaquín Giannuzzi, entre los argentinos, sin duda. O Cesare Pavese, Eugenio Montale, William Carlos Williams, Wallace Stevens, Ezra Pound, entre los no argentinos. El blog tiene una orientación, un gusto o predilección, si a eso se refiere, Gustavo. Saludo cordial

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  3. Así es Jorge, a eso me refería, solo que mi excesiva prudencia no me permitió ser más directo. Pero veo que tu sensibilidad lo advirtió. Y agradezco la mención contable. Sigo recorriendo las salas en busca del tiempo perdido. Mi saludo cordial. Gustavo

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