domingo, mayo 03, 2020

Carl Sandburg / Cuatro poemas























Mag

Que Dios hubiera impedido nuestro encuentro, Mag.
Que nunca hubieras abandonado tu trabajo por venirte conmigo.
Que nunca hubieras tenido permiso ni vestido blanco
para casarte el día que perseguimos al juez
y le dijimos que nos amaríamos y nos cuidaríamos
siempre y tanto como perduran el sol y la lluvia.
Sí, ahora deseo que tú vivieras lejos,
y que yo fuera un bulto entre puñetazos
a mil quinientos kilómetros de aquí, muerto
y despedazado.

       Que los niños nunca hubieran venido.
       Nunca hubiera pagado por la casa, el carbón.
       la ropa. Que nunca hubiera visto al abarrotero
       cobrando frijoles y ciruelas.
       Que Dios nunca me hubiera dejado verte, Mag.
       Que Dios les hubiera impedido nacer a los niños.



El pasto

Amontonen los cuerpos en Austerlitz y Waterloo.
Remuévanlos con una pala y déjenme trabajar —
Yo soy el pasto. Todo lo cubro.

Amontonen los cuerpos en Gettysburg, Ypres y Verdun.
Remuévanlos con una pala y déjenme trabajar.

Pasarán dos o diez años y los pasajeros
preguntarán al conductor:

                         ¿Qué lugar es éste?
                         ¿Dónde estamos?

                         Yo soy el pasto.
                         Déjenme trabajar.


Ejército Expedicionario de los Estados Unidos  

Colgaremos en la pared un rifle oxidado, corazón,
con ranuras onduladas y escamitas de óxido.
Durante la oscuridad una araña tejerá su nido plateado
en el hueco más tibio de ese rifle.
También habrá óxido en el gatillo y en la mira.
Ninguna mano pulirá ese rifle colgado en la pared.
Los dedos índices y pulgares, distraídamente,
apuntarán, por pura casualidad, cerca del rifle.
Se hablará de las cosas medio olvidadas en el deseo de olvidar.
Le dirán a la araña: sigue, sigue, estás haciendo
muy buen trabajo.


Enrojecer

Enrojece el lento rescoldo en la punta
del cigarro. La ceniza, gris, almidona
y cubre todo el silencio del fuego.
(Un gran hombre, amigo mío, está muerto;
   y, mientras yace en su ataúd su
   flama apagada, yo estoy sentado
   entre sombras que me oprimen, y
   fumo observando que mis pensamientos
   vienen y van)

Carl Sandburg (Galesburg, Estados Unidos, 1878-Fiat Rock, Estados Unidos, 1967), Material de Lectura n° 151, selección, traducción y nota introductoria de José Vicente Anaya, UNAM, México, 2012

Otra Iglesia Es Imposible - UNAM - LoftPoetry Foundation - The Pulitzer Prizes - Poeticus - El País - De Sibilas y PitiasA Media VozAire Nuestro - Medium

Foto: Carl Sandburg, 1963 Poetry Foundation/ Bettmann/ Getty Images

http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/302-151-carl-sandburg

No hay comentarios.:

Publicar un comentario