sábado, septiembre 21, 2019

Hilda Doolittle / De "La bailarina"













II

Adoro el arte;
ahora soy de la ciudad
de los pensadores y creadores de la sabiduría
y custodio como alguien venida de lejos
en una toga de plata;

no llevo una jarra de vino;

observo intensamente
como alguien afuera que tiene la respuesta;
alerta la inteligencia,
yo estoy aquí para reportar,
para decir esto es
o no es
Dios;

soy plenamente consciente,
soy perfectamente fría;

una muchacha toma la muñeca de su amante,
no me importa
(soy plenamente consciente de lo que haces,
qué semillas estás sembrando),
sé lo que esta joven piensa,
qué arrojo palpita en ese hombre viejo,
cómo ese demacrado soldado
que vino de la última guerra
siente la curación, eléctrica, en una varilla clara
donde debería haber un brazo;

nada está oculto
para mí;

si das un paso en falso,
te mato;
odio y no tengo miedo,
no puedes traicionarme,
no puedes traicionarnos,
no al Sol,
que es tu Señor;

ya que eres abstracta,
no cometes errores,
no mascullas palabras
en el ritmo que llevas,
el poema,
escrito en el aire.

Hilda Doolittle (Bethlehem, Estados Unidos, 1886–Zürich, Suiza, 1961)

"Uncollected and unpublished poems", 1912-1944,
Qué son las islas,
traducción de Tom Maver,
notas de Javier Galarza,
Llantén,
Buenos Aires, 2018






Ref.:
Llantén
Poetry Foundation
Op. Cit.
Eterna Cadencia
El Placard
Analytica del Sur
Otra Iglesia Es Imposible

Foto: H. D. (Hilda Doolittle) en Egipto, 1923  Frank Hudson Org

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