¡Feliz el trabajador en sus ropas de domingo!
Con chaqueta gris claro, elegante chaleco, medias bien zurcidas,
Y sombrero en la cabeza, a la iglesia va;
Como siempre, con deliberado orgullo, baja la vista
Hacia la gran rosa de mayo
Que, prendida en el ojal, deleita su olfato,
No envidia a los "beaux" más alegres de Londres.
En la iglesia toma asiento entre las hileras,
Rinde al lugar el homenaje debido,
Las plegarias que más le gustan son aquellas cuyo significado menos entiende,
Se escora y dormita durante el sermón
Y despierta alegre en el bienvenido final.
Jane Austen (Steventon, Inglaterra, 1775-Winchester, Inglaterra, 1815), Poems and Favourite Poems, Douglas Brooks-Davies, ed., Everyman Paperback, Nueva York, 1998
Traducción: Jonio González
Imagen: Jane Austen por Cassandra Austen, c.1810 (detalle) National Portrait Gallery, Londres
HAPPY THE LAB'RER
Happy the lab’rer in his Sunday clothes!
In light-drab coat, smart waistcoat, well-darn’d hose,
And hat upon his head, to church he goes;
As oft, with conscious pride, he downward throws
A glance upon the ample cabbage rose
That, stuck in button-hole, regales his nose,
He envies not the gayest London beaux.
In church he takes his seat among the rows,
Pays to the place the reverence he owes,
Likes best the prayers whose meaning least he knows,
Lists to the sermon in a softening doze,
And rouses joyous at the welcome close.
El sermón le sirvió de nana para acallar sus miedos y de exorcismo pra ahuyentar a sus demonios.
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