Mi vieja juventud, mi joven vejez
voy a describir para uso interno.
¡Ahí hay de todo! Pero nada extraordinario.
Todo lo que se encuentra a la vista está desapareciendo.
Y no quiero ni ver cómo mi tiempo
a la fuerza va hacia la inexistencia colectiva.
Me expropiarán todo lo que tengo, y punto.
¿Qué, nos despedimos ya por si acaso,
tontita mía, cielo, noche mía?
Entregándote a los cachorros del régimen y demás gentuza
al final diré: acuérdate de mí.
Y guarda para los días malos
los reflejos de nuestros arrumacos
en el desnudo espejo del armario que la nieve iluminaba.
Quisiera conocer de memoria cada inspiración
y expiración de tu deseo
y tenerlas conmigo cuando me llamen para salir
con mis pertenencias,
a condición de que la memoria sea considerada
un objeto personal
Serguéi Gandlevski (Moscú,1952), La hora de Rusia. Poesía contemporánea, Visor, Madrid, 2011
Traducción de María Ignátieva
Envío de Jonio González
Otra Iglesia Es Imposible - Ventana Rusia - AMP Enciclopedia - Asamblea de Palabras - Poetas Siglo XXI - El País/Babelia
Serguéi Gandlevski, 2007 Wikimedia Commons
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