Thriller
El asesino viene buscando al asesino.
Un árbol, unas rejas, un cigarro, un revólver.
La tarde se detuvo en las bancas del parque.
El secreto se cierra como una caja fuerte.
Todo está en un rumor de fronteras y de islas,
En algún tren lejano ella esconde las llaves,
No hay nadie en el pasillo de la esperanza rota,
Las nubes van cayendo como lentos leopardos.
Pero tú no te creas que aquí termina todo,
La puerta está ensamblada con culpas y amenazas,
Algo vuelve a empezar en los relojes muertos,
Alguien arma el trapecio de los circos del cielo.
Tango
La oblicua luz que salta de los cuerpos contrarios,
Diabluras de una música que se arrastra en el viento,
El clavel del puñal entre el vivo y el otro,
Y una racha de exilio por las dársenas ciegas.
Las polacas, los besos en los dedos cruzados,
¿Quién arroja a los charcos su sombra de alma en pena?
Vuelve al patio la Luna su herradura sin puerta,
Tapias en los suburbios alambradas de estrellas.
La sombra antes que el cuerpo traza el signo salvaje,
Viejas noches infligen su página inconclusa,
Danzan barcos fantasmas la ciudad de hombres solos
Y lo que no fue nunca maquina su venganza.
William Ospina (Padua, Tolima, Colombia, 1954), Sanzetti, Navona Editorial, Barcelona, España, 2018
Foto: William Ospina por Daniel Mordzinski, Buenos Aires, 2008 FILBA
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