De un gris desteñido, las paredes de madera
del viejo granero se empapan de la brillante
y espumosa sangre del ciervo de cinco puntas
que cuelgo ahí, a la luz de la luna.
Destripado, desollado y resplandeciente
en su eterna desnudez, el destello de sus ojos
podría haber sido robado de las secas colinas de Jerusalén.
Dicen antes de que el hombre blanco
nos trajera a Jesús, teníamos honor.
Dicen cuando matamos a los Cazadores de Venados,
les dijimos que sus espíritus
vivirían en nuestra carne.
Usábamos arcos de fresno, ni reflectores ni rifles,
y su sagrada sangre se convirtió en la nuestra.
O algo parecido.
Adrian C. Louis (Lovelock, Nevada, Estados Unidos, 1946 - Marshall, Minnesotta, Estados Unidos, 2018), Vortex of indian fevers, Northwestern University Press, Evanston, 2010
Version de Jonio González
Adrian C. Louis - Poetry Foundation - Poets Org - Superstition [review] - Indian Country Today - Native Sun News Today
Foto: Adrian C. Louis/Indian Country Today
LOOKING FOR JUDAS
Weathered gray, the wooden walls
of the old barn soak in the bright
sparkling blood of the five-point mule
deer I hang there in the moonlight.
Gutted, skinned, and shimmering in eternal
nakedness, the glint in its eyes could
be stolen from the dry hills of Jerusalem.
They say before the white man
brought us Jesus, we had honor.
They say when we killed the Deer People,
we told them their spirits
would live in our flesh.
We used bows of ash, no spotlights, no rifles,
and their holy blood became ours.
Or something like that.
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