Un cuarto propio, una voz reconocible,
el cielo por asalto, ¡cuánta pedantería!
Caminamos por un sendero estrecho,
nuestra mente es estrecha, y la tumba a la que bajaremos
será estrecha.
Y poco tiempo nos recordarán, en un rincón estrecho
de una mente ajena, ocupada febrilmente
en otros menesteres.
Pero a la noche nos volvemos a empeñar
en palabras que son aire, en música leve
y sentidos oscuros.
solo para ver crecer
algo diferente y tenue
con una suave gracia.
Solo nosotros sabemos tantear
la inmensidad,
y aun asi apoyamos
nuestra crédula cabeza
en su regazo.
Miguel Gaya (Ayacucho, Argentina, 1953), Cabeza de artista, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2016
Otra Iglesia Es Imposible - Ediciones en Danza - Círculo de Poesía - Blog del Amasijo - La Infancia del Procedimiento
---
Foto: Miguel Gaya en Facebook
Gran poeta.
ResponderBorrarClelia