domingo, abril 21, 2019

William Blake / Vala o Los Cuatro Zoas

























Del Segundo Lamento de Enion

¿Cuál es el precio de la Experiencia? ¿La compran los hombres a cambio de una canción?
¿O compran la sabiduría a cambio de un baile callejero? No. Se compra por el precio
de todo lo que un hombre posee: su casa, su mujer, sus hijos.
La sabiduría se vende en el desolado mercado donde nadie viene a comprar,
y en el agostado campo en que ara el agricultor en vano para obtener su pan.

Es cosa fácil triunfar bajo el sol del verano
y en la cosecha, y cantar en el carro cargado con maíz.
Es cosa fácil hablar de paciencia a los oprimidos,
hablar de las leyes de la prudencia a los vagabundos sin techo,
oyendo el grito de hambre del cuervo durante el inverno
cuya roja sangre se llena con vino y con el seso de los corderos.

Es fácil reírse de los encolerizados elementos,
oír el aullido del perro en la puerta invernal, el gemido del buey en el matadero;
ver un dios en cada viento y una bendición en cada explosión;
oír los sonidos del amor en la tormenta de truenos que destruye la casa de nuestros enemigos;
regocijarse por la plaga que cubre su campo, y la enfermedad que mata a sus hijos,
mientras que nuestro olivo y nuestra vid cantan y ríen a nuestra puerta, y nuestros hijos traen frutas y flores.

Entonces el gemido y el dolor son olvidados; y el esclavo moliendo en el molino,
y el cautivo encadenado, y el pobre en la cárcel, y el soldado en el campo
cuyo despedazado hueso lo ha postrado gimiendo entre los felices muertos.

Es cosa fácil regocijarse bajo el amparo de la prosperidad:
Así podría yo cantar y regocijarme, pero eso no me sucede.

De Los labradores de Urizen

Obliga a los pobres a vivir de una corteza de pan, con dúctiles y maleables artes.
Sonríe cuando fruncen el ceño, frunce el ceño cuando sonríen, y cuando un hombre empalidece
por el trabajo y la abstinencia, di que se ve saludable y feliz;
y cuando sus hijos enferman, déjalos morir; ya han nacido suficientes,
incluso demasiados, y nuestra tierra será rebasada
sin estas artes. Si deseas lograr que los pobres vivan con humor,
entrega pomposamente cada trozo de pan que das, con gentil astucia
magnifica las pequeñas dádivas; reduce al hombre al deseo de una dádiva y, a continuación, entrégala pomposamente.
Si oyes que suspira di que sonríe. Si está pálido, di que está sonrosado.
Predica la templanza: di que está lleno y que ahoga su genio
en bebidas fuertes, aunque sepas que el pan y el agua son todo
lo que puede permitirse. Halaga a su mujer, compadece a sus hijos, hasta que podamos
someterlos a nuestra voluntad, con el mismo arte con que son entrenados los perros.

Últimos versos del poema

El sol ha abandonado su oscuridad y ha encontrado una mañana más fresca,
y la suave luna se regocija en la noche clara y despejada,
y el Hombre avanza en medio de las llamas: el mal es consumido.
Sus ojos contemplan las angelicales esferas que nacen día y noche;
las estrellas consumidas como una lámpara que se extingue, y en su lugar, he aquí ¡Observa los dilatados ojos del Hombre! ¡Observa las profundidades de mundos maravillosos!

Una Tierra, debajo un mar; ni los errantes globos vagan, pero las estrellas
de fuego se levantan del océano cada noche, y un sol
cada mañana, como un hombre nuevo, y se expande con canciones y alegría
llamando al Labrador a su trabajo y al Pastor a su rebaño.
Camina hacia las Montañas Eternas, elevando su voz celestial,
conversando con los animales sobre la sabiduría día y noche,
que, resucitados de los mares de fuego, renuevan el camino sobre la Tierra;
porque Tharmas trajo sus rebaños a las montañas, y en los valles
alrededor del resplandeciente y eterno albergue del hombre, los niños juegan
entre los lanudos rebaños. El martillo de Urthona suena
en las profundidades de las cuevas; renovando sus extremidades, sus leones rugen
alrededor de las calderas y el ejercicio nocturno en las llanuras.
Levantan sus caras de la tierra, conversando con el hombre:

¿Cómo es que hemos atravesado las llamas y, sin embargo, no nos consumimos?
¿Cómo es posible que todas las cosas hayan cambiado, lo mismo que en tiempos pasados?

William Blake (Londres 1757-1827), Selected Poems, The Penguin Poetry Library, London, 1988
Versión © Silvia Camerotto

The William Blake Archive - Poetry Foundation - El Viejo Topo - Universidad de Chile

Ilustración: W. Blake por John Lindell, 1861. Basada en un trabajo de 1821 - National Portrait Gallery

Vala or The Four Zoas

From Enion’s Second Lament

What is the price of Experience: do men buy it for a song
Or wisdom for a dance in the street? No, it is bought with the price
Of all that a man hath, his house, his wife, his children.
Wisdom is sold in the desolate market where none come to buy,
& in the wither'd field where the farmer plows for bread in vain.

It is an easy thing to triumph in the summer's sun
& in the vintage & to sing on the wagon loaded with corn.
It is an easy thing to talk of patience to the afflicted,
To speak the laws of prudence to the houseless wearer,
To listen to the hungry raven's cry in wintry season
When the red blood is fill'd with wine & with the marrow of lambs.

It is an easy thing to laugh at wrathful elements,
To hear the dog howl at the wintry door, the ox in the slaughter house moan:
To see a god on every wind & a blessing on every blast;
To hear sounds of love in the thunder storm that destroys our enemies' house;
To rejoice in the blight that covers his field, & the sickness that cuts off his children,
While our olive & vine sing & laugh round our door, & our children bring fruits & flowers.

Then the groan & the dolor are quite forgotten, & the slave grinding at the mill,
& the captive in chains, & the poor in the prison, & the soldier in the field
When the shatter'd bone hath laid him groaning among the happier dead.

It is an easy thing to rejoice in the tents of prosperity:
Thus could I sing & thus rejoice: but it is not so with me.

From Urizen's Labourers 

Compel the poor to live upon a crust of bread, by soft mild arts.
Smile when they frown, frown when they smile; & when a man looks pale
With labour & abstinence, say he looks healthy & happy;
& when his children sicken, let them die; there are enough
Born, even too many, & our earth will be overrun
Without these arts. If you would make the poor live with temper,
With pomp give every crust of bread you give; with gracious cunning
Magnify small gifts; reduce the man to want a gift, & then give with pomp.
Say he smiles if you hear him sigh. If pale, say he is ruddy.
Preach temperance: say he is overgorg'd & drowns his wit
In strong drink, though you know that bread & water are all
He can afford. Flatter his wife, pity his children, till we can
Reduce all to our will, as spaniels are taught with art.

Last words of the poem

The sun has left his blackness & has found a fresher morning,
& the mild moon rejoices in the clear & cloudless night,
& Man walks forth from midst of the fires: the evil is all consum'd.
His eyes behold the Angelic spheres arising night & day;
The stars consum'd like a lamp blown out, & in their stead, behold
The exposing eyes of Man behold the depths of wondrous worlds!
One Earth, one sea beneath; nor erring globes wander, but stars
Of fire rise up nightly from the ocean; & one sun
Each morning, like a new born man, issues with songs & joy
Calling the Plowman to his labour & the Shepherd to his rest.
He walks upon the Eternal Mountains, raising his heavenly voice,
Conversing with the animal forms of wisdom night & day,
That, risen from the sea of fire, renew'd walk o'er the Earth;
For Tharmas brought his flocks upon the hills, & in the vales
Around the Eternal Man's bright tent, the little children play
Among the woolly flocks. The hammer of Urthona sounds
In the deep caves beneath; his limbs renew'd, his Lions roar
Around the Furnaces & in evening sport upon the plains.
They raise their faces from the earth, conversing with the Man:

How is it we have walk'd through fires & yet are not consum'd?
How is it that all things are chang'd, even as in ancient times?

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