martes, junio 05, 2018

Raquel Cané / De "El aprendizaje"
















Por qué la silla dispuesta
por qué salir, dejar la casa, dejar 
la comodidad del abrigo, el saberse
o quedarse tranquilo entre paredes
como si ellas retuvieran la pregunta
y allí fuera, El Libro en mis manos 
un ojo de tormenta.

(...)

En la galería que da al jardín
abro El Libro 
que los ojos muertos no verán.
Leo, la voz clara, el oído atento
repito una línea 
en la pausa, una respiración: 
“no lleves el dedo a la boca, 
no mojes el papel”
tan frágil que apenas puedo tomar 
la palabra impoluta
paciencia, tal vez Dios
en la música inexacta de los días.

(...)

Canto, la palabra sigue
un hilo de tinta
mis ojos son mi voz
aunque la música prevalece
¿Él está en los signos?
en este crepitar de las hojas arderé hasta saciar
el hambre, no
canto, la palabra quiere 
encadenarse al aire
barrer dudas, un arrullo me calma
inclino la cabeza, el cielo pesa las nubes
yo me sostengo en El Libro.

Raquel Cané (Santa Fe, Argentina, 1974)

Cartas a H. 
El aprendizaje,
Liliputienses,
Cáceres, España, 2018

Foto: Alejandra López

Ref.:
Emma Gunst
Eterna Cadencia

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