Escritos de la siniestra
Ese estar sujeta a leves hilos, ese decidir cortarlos.
Esther se sabe en suspenso cuando deja pendiente
alguna letra sin decir, ya lo sabe, debe regresar,
esta vez por los atajos que conoce, las trochas
empinadas y luego entrar por la puerta de servicio,
tomar un vaso de agua, demorarse
fisgoneando en la despensa y seguir hacia las
habitaciones solitarias del poema.
Una rosa
no es una rosa
si la tomo por el tallo
y en descenso
sobre el vientre
la giro
como a una sombrilla
en el ombligo
y luego
la hago risas
trizas
sobre las pestañas
de su sexo
Trepo
sobre brasas sobre almendras sobre conchas rotas
sobre un nido de rapaces
sobre el hielo —pero a ciegas—
como un muérdago feroz sobre tu piel de oveja
cuando brego sobre lo que eres dentro y fuera
brotan aguijones sólo hay pálpitos agudos fresas respingadas
sanguijuelas salto de la proa a un mar de tiburones
nunca sé si acierto
si demoro si consiento si aletargo si te muerdo
bogo en las arenas movedizas nunca estuve antes
donde siempre he estado
y si avanzo o retrocedo se me quiebran cáscaras de huevos
estoy en el terreno virgen de mi desmemoria
haciéndose su traje con tu cuerpo
Eleonora Requena (Caracas, 1968), Nido de tordo, Kalathos, Caracas, 2015, Letralia
Ref.:
Sala de Espera
Informe21
Tinta China
Un abrazo, mi querida Eleonora. Qué orgullo que ya aparezcas en esta web de prestigio internacional. Màs que merecido. Van mis recuerdos.
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