A Schneider lo mataron una noche
en el boliche de la Paraguaya.
Tenía los ojos azules
y la cara muy pálida.
Schneider oía el canto de la alondra
del viejo Rhin en las mañanas claras:
soñaba con países
de sol, y con tierras lejanas.
Se embarcó en un velero, allá en Hamburgo,
partió en la niebla de una madrugada.
Schneider fue por los cinco océanos
con sus ojos azules y su cara muy pálida.
Se enamoró una noche, muy ebrio y muy romántico,
de aquella camarera valenciana
que volvía locos a los marineros
en aquella taberna del Río de la Plata,
y un hombre lo mató de un navajazo
en una vuelta de la calle Australia.
¿Dónde estará el alma de Schneider?
¿Oyendo las alondras del Rhin en las mañanas?
¿Vagando por los mares
en los perdidos barcos?
Yo he llorado por Schneider, una noche de lluvia,
en el boliche de la Paraguaya.
Héctor Pedro Blomberg (Buenos Aires, 1889-1955), Poesías. Sus mejores canciones, Librerías Anaconda, Buenos Aires, 1928
Envío de Jonio González
Otra Iglesia Es Imposible - Poetas Siglo XXI - Todo Tango
Foto: Historia de la Literatura Argentina, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1968
Otra Iglesia Es Imposible - Poetas Siglo XXI - Todo Tango
Foto: Historia de la Literatura Argentina, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1968
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