II
Yo te he querido bien. Nunca lo sabrá el
polvo de tu cuerpo,
ni tu cama desolada, sin noche entera.
—Tampoco sabe el hielo si la montaña siente,
cuando le oculta las nubes
una rama de tierra muerta—.
Yo amo como en un sueño perdido.
Me agrada sentirme vivir;
mi cuerpo es torpe porque llevo el pensamiento
lejano,
y la soledad rodea mis latidos
con su calor sin mejillas.
Hoy es día de mi cumpleaños, y deseo estar
todo para ti
—como si estuviera muerto—
lejos del otro mundo, sin azul, sin hombres
que metan sus palabras
en mi cuerpo distraído.
Tal vez ya no te acuerdes de mí. Qué importa.
El recuerdo es igual a una llovizna
sobre un largo acueducto.
El viento del otoño mueve las hojas de los
árboles
y el frío abre sus manos en una pampa de
ceniza.
Ricardo Molinari (Buenos Aires, 1898-1996)
El tabernáculo [1934],
Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2001, 2019
Ref.:
Borges Todo el Año
Generación Abierta
Poeticus
Poemas del Alma
Otra Iglesia Es Imposible
Foto: Portada de Un día, el tiempo, las nubes (detalle), Sur, 1964
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