[Tango]
Volvió una noche, no la esperaba,
había en su rostro tanta ansiedá*
que tuve pena de recordarle
su felonía y su crueldá.
Me dijo humilde: "Si me perdonas,
el tiempo viejo otra vez vendrá.
La primavera de nuestra vida,
verás que todo nos sonreirá"
Mentira, mentira, yo quise decirle,
las olas que pasan ya no vuelven más.
Y así mi cariño al tuyo enlazado
es sólo un fantasma del viejo pasado
que ya no se puede resucitar.
Callé mi amargura y tuve piedá.
Sus ojos azules muy grandes se abrieron,
mi pena inaudita pronto comprendieron
y con una mueca de mujer vencida
me dijo: "Es la vida". Y no la vi más.
Volvió esa noche, nunca la olvido,
con la mirada triste y sin luz.
Y tuve miedo de aquel espectro
que fue locura en mi juventú.
Se fue en silencio, sin un reproche,
busqué un espejo y me quise mirar.
Había en mi frente tantos inviernos
que también ella tuvo piedá.
[1935]
Alfredo Le Pera (San Pablo, Brasil, 1900-Medellín, Colombia, 1935)
* Se respetó en la transcripción la fonética eminentemente rioplatense de Carlos Gardel, primer cantor de este tango, quien absorbe la consonante final en palabras como piedad y ansiedad, beneficiando sin querer la rima en algunos casos (Nota del Administrador)
Otra Iglesia Es Imposible - Todo Tango - Investigación Tango - Clarín
Fotos: Arriba, Alfredo Le Pera (s/d). Abajo, Mona Maris y Carlos Gardel en la película Cuesta abajo, 1934 IMDB
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