Spitfire
Quien quiera derribarte,
tu enemigo,
vendrá del lado del sol.
Desconfía de la luz,
y teme la tiniebla.
Que tus ojos vaguen
libres en el cielo,
pero que tu corazón sea
oscuro y terrible
como un gato muerto.
Lo más importante
se reduce a esto:
debes predecir
el advenimiento del relámpago.
Solo en ese momento verás
lo que te sea dado ver.
Halcones, huracanes, luz de luna,
tifones o trompetas de Jericó,
que otros usen eufemismos
para enaltecer sus máquinas;
guarda en secreto
el nombre de la tuya.
Cuando despegues no te despidas,
ni te exhibas al aterrizar.
El fuego se somete a la tierra
y es tu derecho regresar con él.
Lo que destruyas en el aire,
pertenece al aire.
[inédito]
Sentado como un buda entre las camas de mis hijos
Estoy sentado en la oscuridad
como un Buda entre las camas de mis hijos.
Estirando cualquiera de mis brazos
podría tocar los bordes de esas camas que,
en la noche, parecen arcas diminutas
con sus animales en equilibrio en las cabeceras,
una abigarrada Creación fabricada en China.
Uno eligió elefantes e hipopótamos,
los animales más grandes y pesados;
el segundo se quedó con lobos
y otros depredadores; así se repartieron
el mundo de la bestias antes de irse a dormir
como dioses inconscientes.
Los escucho respirar, moverse, murmurar
palabras en un idioma pegajoso
que asciende desde la profundidad,
el oscuro temor a las catástrofes:
fuego, pestes, hambruna, diluvios,
la propagación del caos en la carne.
Y aquí estoy, sentado en las tinieblas,
entre las dos camas, listo a ahogarme,
si fuera preciso, mientras ellos navegan en sueños
hacia tierras de promisión.
[Buenos Aires Poetry, abril 13, 2017]
Diego Muzzio (Buenos Aires, 1969)
Otra Iglesia Es Imposible - Ñ - Poesía - Universidad de Carabobo - Los Asesinos Tímidos - Analecta Literaria
Foto: Diego Muzzio, en Maldonado, Uruguay, 2016, J.A.
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