¿Cuál es el lugar donde las cosas
se pierden?
Guardé un cutter en una caja,
pero olvidé la forma de la caja;
desde su cueva me estará mirando
dar vueltas al buscarlo. Oh cutter!
Yo estoy en una cueva también
y por arriba pasan mastodontes,
inexplicables deseos,
reptiles viscosos del tamaño
de una habitación. Estoy en el lugar
donde las cosas
se pierden;
escasos desplazamientos
y la señal comunicativa
reducida al mínimo.
Esto es negro, esto
blanco, me digo
y la clasificación tranquiliza
como lo que cabe
ordenado en una maleta.
Lo necesario, lo actual
y en uso; solo lo suficiente
para un viaje,
digamos un repliegue.
Esto negro y esto blanco,
pero en las gamas intermedias
el no saber. El universo
no es tan escueto,
brilla en los descartes,
respira en la descolocación.
Estoy descolocada y viajo
hacia el fondo de una caverna,
ahí la especie conjuraba
bramidos de bisontes.
Ir, volver
no es el mismo camino.
Abrir, cerrar
¿dónde estará la llave?
la dulzura abre
la violencia cierra.
Esta flor de cactus
tuvo abierta la desmesura
de su única noche
y apagada ahora
arrincona su agua.
Cuevas, casas, cajas,
estoy en el lugar
donde las cosas
se pierden.
Alicia Genovese (Lomas de Zamora, Argentina, 1953)
La línea del desierto,
Gog y Magog,
Buenos Aires, 2018
Ref.:
La Nación
Clarín
Página 12
Eterna Cadencia
Foto: FB
No hay comentarios.:
Publicar un comentario