No va a venir,
la parca es la de las películas,
no lo que hace temblar los árboles
donde los pájaros se aferran como piñas.
De temores se puebla el hueco de una madrugada,
yo pregunto
en qué cama de aserrín duerme el perro
que mientras el viento que separa trenzas
nos deje sin poder decir aquello que esconde un reproche,
diga:
"éste es el que era,
puede entrar en la casa".
Diga:
"dejenló abrir la heladera
y saciarse".
Los hombres más viejos hablan de sus años en el mar,
cuentan las olas que los hicieron recordar a sus mujeres.
Yo tengo en la boca el gusto de la cebada,
pero mi familia no duerme con la lámpara encendida
esperando que llegue dando tumbos
y tire las monedas al piso.
Afuera, sobre el agua del canal se repite
un cielo oscuro que anuncia otra mañana
de ultramar.
No puedo pedir explicaciones,
yo soy el hombre de tierra adentro
que da vueltas por un barrio vacío.
Martín Armada (Buenos Aires, 1979), Ahab, Ediciones Vox, Bahía Blanca, 2011
Foto: Armada por Clara Muschietti las afinidades electivas-las elecciones afectivas
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