jueves, noviembre 17, 2011

Juan Rodolfo Wilcock / De "Luoghi comuni"



Europa

5. En la ventana

De grises varios se compone el viento.
Schubert creía en la amistad:
un hombre se asoma al balcón entre dos sábanas
y otro le sonríe desde el patio
sentado en la ventana
con un destonillador en la mano.
"¿Llueve?", pregunta el hombre del balcón;
el otro no oye pero señala las nubes:
como velas grises pasan sobre los techos
en la penumbra de un atardecer de octubre,
mes de lluvias, de luces sucias, de uva.
    Allá, bajo aquel monte, está Tívoli,
    la Villa d'Este con sus fuentes,
    la villa construida por Adriano
    en las tierras de su mujer,
    y las diferentes tipografías romanas.

6. Encuentro

Una vez corría con un caballo dócil
por un alto desierto al sur de Mendoza,
cuando el alba tendía, desalentada,
espejismos sobre el Nihuil.
Como vive un microbio sobre papel secante,
miraba los cielos verdes, pensaba en Buenos Aires;
a veinte kilómetros al norte
había dos sauces y una especie de arroyo.
Oh tacho de basura de la memoria, descubro
que fui también un torturador de perros.
   Imaginemos un encuentro con aquel joven
como un fósforo encendido a la orilla del mar,
el "chango" que era yo siguendo un zorro,
contento de ver un avestruz para cambiar.
"Buen día, me parece que nos conocemos;
recién he llegado del futuro, ahora
soy lector de la casa Einaudi".

Juan Rodolfo Wilcock (Buenos Aires, 1919-Lubriano di Bagnoregio, Viterbo, 1978), "Luoghi comuni", Poesie, Adelphi Edizioni, Milán, 1993
Versiones: Jorge Aulicino


5. Alla finestra

Di grigi vari si compone il vento.
Schubert credeva all'amicizia:
un uomo si affaccia al balcone tra due lenzuoli
e un altro gli sorride dal cortile
seduto alla finestra della cucina
con un cacciavite in mano.
"Piove?" domanda l'uomo del balcone;
l'altro non sente ma indica le nuvole:
come vele grigie passano sui tetti
nella penombra di un tramonto di ottobre,
mese di piogge, di luci sporche, d'uva.
   Là sotto quel monte è Tivoli,
   la Villa d'Este con le sue fontane,
   la villa costruita da Adriano
   nelle terre di sua moglie,
   e le varie tipografie romane.

6. Incontro

Una volta correva con un cavallo docile
per un alto deserto a sud di Mendoza,
quando l'alba stendeva, scoraggiata,
miraggi sul Nihuil.
Come un microbio vive sulla carta assorbente,
guardava i cieli verdi, pensava a Buenos Aires;
a venti chilometri a nord
c'erano due salici e una specie di ruscello.
Oh pattumiera della memoria, scopro
di essere anche stato torturatore di cani.
  Immaginiamo un incontro con quel giovane
come un fiammifero acceso in riva al mare,
il "ciango" ch'ero inseguendo una volpe,
contento di vedere un struzzo per cambiare.
"Buongiorno, mi sembra che ci conosciamo;
sono appena arrivato dal futuro, adesso
faccio il lettore per la casa Einaudi".

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Ilustración: El jinete polaco, 1655, Rembrandt van Rijn

2 comentarios:

  1. buenísimos, jorge.
    ¿alguien se dignará editarlos aquí?

    saludos

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  2. Darío Daniel Díaz21 enero, 2019 09:36

    quando l'alba stendeva, scoraggiata... o es un paso/túnel secreto hacia la Teogonía, la Metamorfosis, o es una línea perfectamente atribuible al comienzo de cada una de ellas. ¡Sorprendente! ¡Magnífico!

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