En una calle de Florencia
En una calle de Florencia
hay una puerta que da a un patio de piedra.
Hay grabados antiguos sobre las paredes:
Hércules y la Hidra, Amor, coronas de hojas,
laureles tallados y rosales.
No sé quién habrá en la casa. Es como una tranquila iglesia.
En lo alto reposa el cielo. Cada cosa está en su lugar.
Cuando vuelvo a Florencia, si voy por esa calle,
entro al patio y miro:
pasan en lo alto las nubes naturales,
como montes se ensombrecen las paredes.
En mí mismo pasan esas nubes,
también en mí están esas paredes.
Por eso miro tanto ese silencio,
las coronas de hiedra antiquísimas,
y creo que una rosa hesita dentro de la piedra.
1954
Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Poesia e errore-In una strada di Firenze (1947-54)", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino
In una strada di Firenze
In una strada di Firenze
c'è una porta che dà in un cortile di pietra.
Graffiti antichi sono sulle pareti:
Ercole e l'Idra, Amore, corone di foglie,
allori incisi e roseti.
Non so chi sia nella casa. È come una chiesa tranquilla.
In alto il cielo riposa. Ogni cosa è al suo luogo.
Quando torno a Firenze, se vo por quella strada,
nel cortile entro e guardo:
passano in alto le nuvole naturali,
come monti si ombrano le pareti.
Anche in me stesso quelle nuvole passano,
anche in me stesso stanno quelle pareti.
Por questo guardo e guardo quel silenzio,
le corone di edera antichissime
e credo che una rosa esiti dentro il sasso.
1954
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