jueves, enero 14, 2021

John Ashbery / El lamento sobre las aguas

















Nada cambió para el discípulo. El ánimo era aún
De gris tolerancia, mientras el camino marchaba
Cantando su cancioncita de desesperación. Hace tiempo un grito
Nació en las colinas. Otra vez esa vieja creencia,

Confusa. El sexo era parte de eso,
Y el shock del día se convierte en noche.
Aunque siempre encontrábamos algo delicado (para algunos gustos,
Quizás demasiado delicado) para tocar, para desear.

Y aprovechamos esta especie de materialidad
Que obstruía el peso de la luz estelar, la hacía parecer
Fibrosa, pero había una oportunidad en esto de
Ver el presente como si nunca hubiera existido,

Claro e informe, en un ambiente de vidrio tallado.
En Latour-Mauburg  dijiste que esto era algo bueno, y en los escalones
De Métro Jasmin los mensajeros asintieron con corrección y el *
Pacto fue sellado en el cielo. Pero ahora nos rodean momentos

Como una multitud, algunas caras inquisitivas, otras hostiles,
Algunas enigmáticas o apartadas hacia una forma anterior del tiempo
Dada de una vez por todas. La estela del avión dibuja una frase final
Que se deshace mientras dura. El problema no es cómo proceder
Sino ser: si esto alguna vez fue y de quien
Será. Empezar, sólo un paso
Fuera de la vereda y así retroceder hasta la tormenta de nieve
Brillante de tentáculos filosos de cómo esto podría resolverse

Si lo resolvemos alguna vez. Y la voz regresó hacia él
Desde el otro lado del agua, refregándolo de mal modo: “Debes **
Deshacer el mal que has hecho".  Los sacabuches ***
Lo adornan y nunca estaremos más cerca del choque

De las aguas, la paz de la luz ahogando la luz,
Robándola, evitando que ilumine. Es todo uno. Se encuentra
Por todos lados, su nuevo mensaje, culpa, la admisión
De culpa, tu nuevo acto. El tiempo compra

Al destinatario, al espectador del sistema anterior, pero no puede
Redimir al resto. Es la noche la que cayó
Al borde de tus pasos cuando la música se detuvo.
Y escuchamos las campanas por primera vez. Es tu capítulo, dije

John Ashbery (Rochester, Estados Unidos, 1927-Hudson, Estados Unidos, 2017), Houseboat Days, Open Road Media, Nueva York, 1977
Traducción de Iván Ivanissevich

Notas del traductor:
 * Latour-Maubourg y Jazmin son estaciones de la red de subterráneos (Métro) de París. Desde el s.XIX existe también un hotel La Tour-Maubourg enfrente de la primera de ellas
 **  Ashbery parafrasea el intercambio entre Aaron y Chiron en Titus Andronicus, Acto 4, Escena 2, de William Shakespeare
 *** Instrumento antiguo, antecesor del trombón, muy utilizado en fanfarrias





THE LAMENT UPON THE WATERS

For the disciple nothing had changed.  The mood was still
Gray tolerance, as the road marched along
Singing its little song of despair.  Once, a cry
Started out of the hills.  That old, puzzling persuasion

Again.  Sex was part of this,
And the shock of day turning into night.
Though we always found something delicate (too delicate
For some tastes, perhaps) to touch, to desire.

And we made much of this sort of materiality
That clogged the weight of starlight, made it seem
Fibrous, yet there was a chance in this
To see the present as it never had existed,

Clear and shapeless, in an atmosphere like cut glass.
At Latour-Maubourg you said this was a good thing, and on the steps
Of Métro Jasmin the couriers nodded to us correctly, and the
Pact was sealed in the sky.  But now moments surround us

Like a crowd, some inquisitive faces, some hostile ones,
Some enigmatic or turned away to an anterior form of time
Given once and for all.  The Jetstream inscribes a final flourish
That melts as it stays.  The problem isn’t how to proceed

But is one of being:  whether this ever was, and whose
It shall be.  To be starting out, just one step
Off the sidewalk, and as such pulled back into the glittering
Snowstorm of stinging tentacles of how that would be worked out

If we ever work it out.  And the voice came back at him
Across the water, rubbing it the wrong way:  “Thou
Canst but undo the wrong thou hast done.”  The sackbuts
Embellish it, and we are never any closer to the collision

Of the waters, the peace of light drowning light,
Grabbing it, holding it up streaming.  It is all one.  It lies
All around, its new message, guilt, the admission
Of guilt, your new act.  Time buys

The receiver, the onlooker of the earlier system, but cannot
Buy back the rest.  It is night that fell
At the edge of your footsteps as the music stopped.
And we heard the bells for the first time.  It is your chapter, I said. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario