domingo, noviembre 01, 2020

Juan L. Ortiz / De "Obra completa", 2020






















Rosa y dorada…

Rosa y dorada
la ribera.
La ribera rosa y dorada.

Febrero,
y ya estás,
belleza última, en el cielo y el agua.

Etérea,
pero ya estás,
vapor flotante de un sueño
que parece de flor y es de un lúcido pensamiento
que se busca
y se suspende
mientras el cielo es un ardor sensible.

Por los caminos pálidos, entre la hierba oscura,
el alma es un olvido hacia una orilla eterna.

El álamo y el viento, 1947 Op. Cit.


Ah, mis amigos, habláis de rimas...

Ah, mis amigos, habláis de rimas
y habláis finamente de los crecimientos libres...
en la seda fantástica que os dan las hadas de los leños
con sus suplicios de tísicas
sobresaltadas
de alas...

Pero habéis pensado
que el otro cuerpo de la poesía está también allá, en el Junio de crecida,
desnudo casi bajo las agujas del cielo?

Qué haríais vosotros, decid, sin ese cuerpo
del que el vuestro, si frágil y si herido, vive desde "la división",
despedido del "espíritu", él, que sostiene oscuramente sus juegos
con el pan que él amasa y que debe recibir a veces
en un insulto de piedra?

Habéis pensado, mis amigos,
que es una red de sangre la que os salva del vacío,
en el tejido de todos los días, bajo los metales del aire,
esas manos sin nada al fin como las ramas de Junio,
a no ser una escritura de vidrio?

Oh, yo sé que buscáis desde el principio el secreto de la tierra,
y que os arrojáis al fuego, muchas veces, para encontrar el secreto...
Y sé que a veces halláis la melodía más difícil
que duerme en aquellos que mueren de silencio,
corridos por el padre río, ahora, hacia las tiendas del viento...
Pero cuidado, mis amigos, con envolveros en la seda de la poesía
igual que en un capullo...
No olvidéis que la poesía,
si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva,
es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin,
cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin
y tendida humildemente, humildemente, para el invento del amor...

"De las raíces y del cielo", 1958. En el aura del sauce, 1970

Juan L. Ortiz (Puerto Ruíz, Argentina, 1896-Paraná, Argentina, 1978), Op. Cit., 27 de septiembre de 2020 


Obra completa. Edición ampliada y revisada
Universidad Nacional del Litoral y
Universidad Nacional de Entre Ríos, 2020 











Foto: Juan L. Ortiz, 1960 Op. Cit./UNL/ UNER 

2 comentarios:

  1. "es una red de sangre la que os salva del vacío..."

    "no olvideis que la poesia es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin..."

    sonidos de Hölderlin, ecos de Rilke...

    qué belleza !!

    gracias



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  2. mirtha lucìa makianich06 noviembre, 2020 19:33

    Y : "esas manos sin nada al fin...", " escritura de vidrio". Secreto de la escritura que no cesa. Una maravilla. Gracias por traerlo siempre.

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