Lo sabemos, si las fuerzas colosales enloquecen, arrojan
sombras terribles, y sabemos que los llamados
actos insensatos tejen un hilo, si miramos hacia atrás
hacia el mundo, adentro del corazón humano.
Y mientras tanto
el trueno, con notas de oro
deambula por el cielo y el río
podría estar inundando los sótanos de un pueblo que duerme.
El ciclón, el fuego y sus alegres primos
nos traen sufrimiento — pero también las horas
de antiguos rostros, dioses de madera
que cargamos en los hombros
como a tantos oscuros ataúdes, y seguimos caminando
hacia el futuro. No quiero decir
que no haya cuerpos en el río
o huesos quebrados por el viento. Quiero decir:
cualquiera que ha escuchado el bramido, metálico y letal,
del tornado, jura que nunca se menciona
ninguna persona, ninguna razón — quiero decir:
las aguas suben sin plan sobre
la historia, o la geografía. Cualquiera sea el
poder de la tierra que arrasa, le adjudicamos
ojos aturdidos pero anónimos; cualquiera sea
el nombre de la catástrofe, no es nunca
lo opuesto del amor.
[Dream Work, 1986]
Mary Oliver (Maple Heights, Estados Unidos, 1935-Hobe Sound, Estados Unidos, 2019)
Versión de Patricio Foglia y Natalia Leiderman
Caleta Olivia,
Buenos Aires, 2021
Otra Iglesia Es Imposible - Caleta Olivia - Op. Cit. - Eterna Cadencia - Emma Gunst - El Mundo Incompleto - Fabiana Fondevila - El Humo - La Creciente - Círculo de Poesía - Ñ - La Primera Piedra - Indie Hoy - Literal
Foto: Mary Oliver, Hobe Sound, Florida, 2013 Angel Valentine/New York Times
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