viernes, febrero 26, 2021

Antonella Anedda / Mujer que escribe


















Es el hambre que le abre la garganta,
una cucharada de consonantes,
una espátula de hueso sobre el paladar.
En esos momentos se transforma
entre el borde de la mesa y el armario
el cuerpo se come a sí mismo en el reflejo.
Alrededor giran los murciélagos
un chillido ciego que se une
a su golpeteo de uñas sobre el teclado.

Se cierran los ojos
la habitación se descompone.
Entonces descubre de dónde viene el terror.
Del clavo en el tronco del árbol de ayer
del hongo reventado de noche
de un enorme marrón.

Antonella Anedda (Roma, 1958), Dal balcone del corpo, Mondadori, Milán, 2007, Vía Emma Gunst
Versión de Jorge Aulicino


Foto: Maledetti Poeti/Facebook, 13 de febrero de 2021

Donna che scrive

È la fame che le apre la gola:
un cucchiaio di consonanti,
una spatola di osso sul palato.
In quelle ore si trasforma
dalla sponda del tavolo all’armadio
il corpo mangia se stesso nel riflesso.
Intorno ruotano i pipistrelli
uno stridere cieco che si unisce
al suo battere di unghie sopra i tasti.

Se chiude gli occhi
la stanza si scompone.
Allora scopre da dove viene il terrore.
Dal chiodo dentro il tronco dell’albero di ieri
dal fungo esploso di notte
di un enorme marrone.

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