sábado, agosto 22, 2020

Joaquín Giannuzzi / Tres poemas






















Desapariciones

Con aplicación desganada
perfeccioné un desorden a mi medida
en esta habitación, año tras año.
Ahora, lo único claro
es que me llamo fulano de tal
(pero cada vez menos).
Por buscar sin esperanza
(así terminan estas cosas)
no encuentro nada en ningún sitio
y de paso compruebo
lo vulnerable que puede ser un lápiz
antes de perderse. Me cansé
de recoger objetos
que pesaban como muertos. La materia
me es infiel. Y qué notable confusión
es capaz de lograr el mundo
en un cuarto pequeño. Dejo caer mi mano
y desaparece
como agua sorbida por la oscuridad.

Señales de una causa personal, 1977


Memoria de Dinu Lipatti 

Hoy recordé tus manos sobre el teclado
tan melodramáticas en su apariencia ondulante,
tan individuales frente a las múltiples certidumbres de Scarlatti
que desde entonces ninguna música fue concebible
sin esos movimientos que creabas
a partir de una sabia articulación
y la tregua que imponías
a la disolución de la materia accidental.

Principios de incertidumbre, 1980


Fábula

En la pálida pista de una rodilla
el aterrizaje instantáneo de una mosca:
magnífico el efecto visual
de ese rápido negro sobre blanco,
La mosca se frota las manos
y mide la consistencia de la luz
regocijados sus ojos ante la posibilidad
de dibujar un autorretrato que la sobreviva.
Pero un cosquilleo en la piel
estremece la rótula
y el terremoto espanta a la mosca.
La tela queda en blanco y a la espera
de otro artista dispuesto
a correr el riesgo que supone
el acto creativo
con su terror ante el desierto.

¿Hay alguien ahí?, 2003

Joaquín Giannuzzi (Buenos Aires, 1924-Campo Quijano, Salta, Argentina, 2004), Obra completa, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2014


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