Castellamare
Yo comía una naranja a la sombra de un naranjo.
Cuando de improviso...
no era la explosión del Vesubio,
no era la nube de langostas, una de las diez plagas de Egipto
ni Pompeya.
No eran los gritos resucitados de los mastodontes gigantes.
No era la trompeta anunciada
Ni la rana de Pierre Brisset
Cuando de súbito
Fuegos
Choques
Rebotamientos
Chispa de los horizontes simultáneos
Mi sexo.
¡Oh Torre Eiffel!
No te he calzado de oro
No te hecho danzar sobre lozas de cristal
No te he dedicado a Python como una virgen de Cartago
No te he revestido con el peplum de Grecia
No te he hecho divagar en el recinto de los menhires
No te he llamado nunca Caña de David, ni Leño de la Cruz
Lignum Crucis
¡Oh, Torre Eiffel!
Fuego artificial gigante de la Exposición Universal.
Sobre el Ganges
en Bernarés
entre los trompos onanistas de los templos hindúes
y los gritos coloreados de las multitudes de Oriente
tú te inclinas, ¡graciosa palmera!
Eres tú la que en la época legendaria del pueblo hebreo
confundiste la lengua de los hombres
¡Oh, Babel!
Y algunos miles de años más tarde eres tú la que descendiste en
/lenguas de fuego sobre los apóstoles reunidos en tu iglesia.
En pleno mar tú eres un mástil
y en el Polo Norte
resplandeces con toda la magnificencia de la aurora boreal de la
/telegrafía sin hilos.
Las lianas se enredan en los eucaliptos
y tú flotas viejo tronco sobre el Missisippi,
cuando tu hocico se abre
y un caimán coge el muslo de un negro.
En Europa tú eres como una horca
(Yo quisiera ser la torre, pender de la Torre Eiffel)
Y cuando el Sol se acuesta detrás de ti
la cabeza de Bonnot rueda bajo la guillotina.
En el corazón de África eres tú la que corres.
Jirafa.
Avestruz.
Boa.
Ecuador.
Monzones.
En Australia, tú siempre has sido tabú.
Eres el bichero que el capitán Cook empleaba para dirigir su barco
/de aventureros.
¡Oh, sonda celeste!
Para el simultáneo Delaunay a quien dedico este poema
eres el pincel que él empapa en la luz
Gong tam-tam zanzíbar bestia de la jungla rayos X expreso bisturí,
sinfonía.
Tú eres todo.
Torre.
Dios antiguo.
Bestia moderna.
Espectro solar.
Tema de mi poema.
Torre.
Torre del mundo.
Torre en movimiento.
Revista Letras, Santiago de Chile, 1940
Blaise Cendrars, Frédéric-Louis Sauser (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887-París, 1961) Poesía universal traducida por poetas chilenos, selección de Jorge Teillier, Editorial Universitaria, Universidad de Chile, 1996
Traducción de Angel Cruchaga Santamaría
Ref.:
El Poeta Ocasional
Círculo de Poesía
Letras Libres
20 Minutos
Revista de la Universidad de México
El País
Foto: Blaise Cendrars en 1960 Keystone-France/Gamma-Keystone-Getty/France Cultura
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