domingo, marzo 31, 2019

Eduarda Mansilla / Se alquila















Aquí dentro del pecho tengo un cuartito
Y un letrero en la puerta
y un letrero en la puerta
con llanto escrito Desocupado
hable arriba quien quiera sera alojado
allí hay fuego allí nunca penetró el hielo
allí corre fuente que lleva al cielo
fuente de encanto
que hace verdad los sueños
néctar el llanto.

Eduarda Mansilla (Buenos Aires, 1834-1892)

Las primeras poetas argentinas. 
Nueva edición ampliada,
seleccción y notas de Javier
Cófreces, Gabriela Franco
y Eduardo Mileo,
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2019






Ref.:
Eduarda Mansilla
Centro Virtual Cervantes

Foto: Eduarda Mansilla, París, 1870 eduardamansilla.com

sábado, marzo 30, 2019

Raúl González Tuñón / De "La calle del agujero en la media", 2


















La cerveza del pescador Schiltigheim

Para que bebamos la rubia cerveza del pescador Schiltigheim.
Para que amemos Carcassonne y Chartres, Chicago y Quebec, torres y puertos.
Los blancos molinos harineros y la luz de las altas ventanas de la noche
encendidas para los hombres de frac y para los ladrones.
Y las islas en donde las Kanakas comen plátanos fritos y bajo el sol
y bajo las palmeras, entre ágiles mulatas suenan los ukeleles.
Islas, dije, las islas, soles rojos, platillos para Darius Milhaud.
¡Tener un corazón ligero! Vale decir, amar a todas las mujeres bellas.
Y una moral ligera, vale decir, andar con gitanos alegres
y dormir en un puerto un ocaso cualquiera y en otro puerto y otro
y andar con suavidad y con desenvoltura de fumador de opio.
Para que a cada paso un paisaje o una emoción o una contrariedad
nos reconcilien con la vida pequeña y su muerte pequeña.
Para que un día nos queden unos cuantos recuerdos: decir, estuve,
estuve en tal pasión, en tal recodo. Estuve, por ejemplo,
en la feria de Aubervilliers, una mañana, con un trozo de asado,
una amistad tranquila, la mesa clara, el perro, el buen hablar
y afuera, las verduleras de París chapoteando con los zuecos en la nieve.

Para que bebamos la rubia cerveza del pescador Schiltigheim
es necesario no asustarse de partir y volver, camaradas. Estamos
en una encrucijada de caminos que parten y caminos que vuelven.

Raúl González Tuñón (Buenos Aires, 1905-1974), La calle del agujero en la media [1930], reeditará Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2019

 Más poemas de Raúl González Tuñón en Otra Iglesia Es Imposible
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Foto: Raúl González Tuñón en la redacción del diario Crítica mientras se transmitía la pelea Firpo-Dempsey (1923). Archivo familiar

viernes, marzo 29, 2019

João Cabral de Melo Neto / Dos poemas













Sobre Elizabeth Bishop

Quien hable como ella habló
llevará una lente especial:
no agranda ni disminuye,
esa lente filtra lo esencial

que todos vemos pero no vemos
hasta impedirle a hablar de él:
lo esencial que filtra está vivo
e inquieto como cualquier pez.

No se sabe es la sabia receta
que hace que su palabra esencial
conserve encendido en un libro
el vigor del pez inaugural.

[Versión de E.A. y J.S.]


Caricatura de Henry James

Él, novelista solterona
pregunta a otra matrona:

cómo comportarse en la mesa,
cómo comportarse en la iglesia,

cómo comportarse en la estrecha
y de mil tonos, moral inglesa,

él, bien criada neoyorquina
a quien lo que es América irrita.

Cómo se ha de estar en esas salas
donde no va, pero de las que habla,

cómo vivir aquella vida:
cuál sería la mejor regla

para ser aceptado, como igual,
en ese laberinto moral

que él ya borda, con el cuidado
que la matrona pone en el bordado.

[Versión de E.A.]

João Cabral de Melo Neto (Recife, Brasil, 1920-Río de Janeiro, Brasil, 1999), Agrestes, Editora Nova Fronteira, Río de Janeiro, 1985
Envío de Eduardo Ainbinder

Cultura Genial - Pidotiempo - Poemas del Alma - El Cultural - Literal

Foto: João Cabral de Melo Neto Brasília in Foco

SOBRE ELIZABETH BISHOP

Quem falar como ela falou
levará a lente especial:
não agranda e nem diminui,
essa lente filtra lo essencial

que todos vemos mas não vemos
até o cegar a falar dele:
o essencial que filtra está vivo
e inquieto como qualquer peixe

Não se sabe é a sabia receita
que faz sua palabra esencial
conservar aceso num livro
o aço do peixe inaugural.


CARICATURA DE HENRY JAMES

O romancista solteirona
pergunta a uma outra matrona:

como comportar-se na mesa,
como comportar-se na igreja,

como comportar-se na estreita,
e de mil tons, moral inglesa,

ele, bem-criada nova-iorquina
a quem o que é América irrita.

Como se há de estar nessas salas,
onde não vai, mas de que fala,

como viver naquela vida:
qual seria a melhor cartilha

para ser aceito, como igual,
nesse labirinto moral

que ele já borda, com o cuidado
que a matrona põe no bordado.

jueves, marzo 28, 2019

Eugenio Montale / La primavera hitleriana



                             













                              Né quella ch’a veder lo sol si gira...
                                        Dante (?) a Giovanni Quirini

Densa, la nube blanca de falenas enloquecidas
gira en torno a los pálidos faroles y sobre los parapetos,
tiende sobre el suelo un manto que cruje
como el azúcar bajo los pies; el verano inminente libera
ahora el hielo nocturno que cabía
en las cuevas secretas de la estación muerta;
en los huertos de Maiano desmontan hacia estos arenales.

Pasó hace poco un mensajero infernal volando sobre la avenida
entre vítores de sicarios, un golfo místico ardiente
y empavesado de cruces gamadas lo agarró y se lo engulló,
apagaron las vidrieras, pobres
e inofensivas, aunque armadas
de cañones y juguetes de guerra,
cerró la carnicería que adornaba
con bayas el hocico de cabritos muertos,
la fiesta de los buenos verdugos que aún ignoran la sangre
se volvió un mugriento rigodón de alas rotas,
de larvas en el pantano, y el agua sigue mordiendo
las orillas y nadie es inocente.

¿Todo para nada, entonces? – y las candelas
romanas, en San Giovanni, que lentamente aclaraban
el horizonte, y las promesas y los largos adioses
fuertes como un bautismo en la lúgubre espera
de la horda (pero una gema rayó el aire goteando
sobre los hielos y las riberas de tus playas
los ángeles de Tobías, los siete, siembra
del porvenir) y los heliotropos nacidos
de tus manos –quemado todo y chupado
por un polen que chilla como el fuego
y tiene puntas de ventisca...

                       ¡Oh la llagada
primavera será todavía fiesta si congela
en muerte esta muerte! Levanta de nuevo
la vista, Clitia, es tu destino, tú *
que el no cambiante amor cambiada guardas,
hasta que el ciego sol que llevas
se encandile en el Otro y se destruya
en Él por todos. Quizá las sirenas, los repiques
que saludan a los monstruos en la noche
de su aquelarre se confunden ya
con el sonido liberado por el cielo, que baja, vence –
con el aliento de un alba que mañana por todos
reaparezca, blanca pero sin alas
de horror, en los áridos pedregales del sur...

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896-Milán, Italia, 1981)
Versión de Jorge Aulicino

* Clitia es la ninfa enamorada de Helios, a quien éste convirtió en girasol luego de que, por celos, ella contó al rey Orcamo que su hija había mantenido amores con el dios solar. Tu che il non mutato amore mutada serbi (tú que el no cambiado amor cambiada guardas) alude a esa metamorfosis, narrada por Ovidio. [N. del T.]

"La tormenta y más (1956)", En el humo,
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2019










Tutto Poesia - Eretico e Corsario - La Ragione del Cuore - UNAM - Prodavinci - Eterna Cadencia - Otra Iglesia Es Imposible

---
Foto: Eugenio Montale c. 1960 Bridgeman Library

miércoles, marzo 27, 2019

Jonio González / De "Historia del visitante"















CHÉJOV

a medida que se alejan
el uno del otro
confusos se preguntan
por qué si la pérdida es la misma
el dolor es distinto:
respuesta
o razón
que recordarán cuando
la airada voz no sea signo
ni expresión
advertencia o coartada
sino imposibilidad de comprender
hacia dónde dirigirse en busca
de lo que sin saber se añora


CANCIÓN DE INFANCIA

confundía recompensa con pensamiento
y a éste adjudicaba la espiga del mañana
como si naciera de él y creciese
a fuerza de razonar
discurrir
reflexionar
y fuese en verdad fruto
de sus cavilaciones
aprendió así que si pensaba en una silla
y pronunciaba la palabra silla
ésta contendría necesariamente
un asiento
patas
respaldo
y que podría sentarse en ella
y pronunciar la palabra mesa
y al instante extender sobre ésta
sus papeles
comer
dormir apoyando la cabeza
en los brazos cruzados
y soñar con otras palabras
que incluían formas
colores
sentimientos incluso
y que en eso consistía
su recompensa

Jonio González (Buenos Aires, 1954)

Historia del visitante,
Ediciones en Danza.
Buenos Aires, 2019










El Infinito Viajar
Ediciones en Danza
Otra Iglesia Es Imposible

Foto: Jonio González, Barcelona, 2019 FB

martes, marzo 26, 2019

John Kennedy Toole / Nueva York: tres aspectos














I

Nueva York
Es rígida y neutral
En el invierno.
Pero a veces una astilla
De sol pálido se posa en un edificio,
Dorando
Sus ventanales
Y reflejándose suavemente en el tráfico.

II

Nueva York
Es un bosque petrificado vertical
Oscuro, salido de una fábrica.
Un zarista
A cuarenta años de su helado terruño,
Atiende un kiosko de revistas
En la entrada del subte
De la estación Sheridan Square
Vendiendo traducciones griegas de Moses Hadas*
Y la Variedades portorriqueña.
Una heredera del East Side llama a un taxi
Con una mano manicurada cerosa y vieja,
Y en camino a su rendezvous
Deja atrás el desahucio de la Tercera Avenida.

III

Nueva York
Es el Arca de Noé de hoy.

John Kennedy Toole (Nueva Orleans, Estados Unidos, 1937-Biloxi, Estados Unidos, 1969), original mecanografiado, Tulane University, Nueva Orleans
Versión y envío de Guillermo Jacubowicz

* N. del T.: Moses Hadas (Atlanta, Georgia, Estados Unidos, 1925 - Aspen, Colorado, Estados Unidos, 1966) fue un académico grecolatino, exégeta bíblico y traductor del latín, griego, hebreo y alemán, de origen judío otrodoxo y formación rabínica. Muy popular por su erudita obra, y por haber tempranamente accedido a difundir sus vastos conocimientos por radio y televisión, con el fin de, al decir de su hija, la poeta y ensayista Rachel Hadas, "trasmitir el legado clásico a la mayor audiencia posible".

Ref.:
ABC
El Vuelo de la Lechuza
Ideas de Izquierda

Fotos: John Toole con uniforme militar (Babelio) y fotocopia del original del poema




New York: Three Aspects
                     by John Toole


I

New York
Is neutral and stark
In the winter.
But sometimes a splinter
Of watery sunlight rests on a building,
Gilding
Its window panes
And reflecting softly in the traffic lanes.


II

New York
Is a factory-made, dark, 
Vertical petrified forest.
A Tzarist,
Forty years from his frozen land,
Operates a news stand
On Sheridan Square
Above the subway entrance there,
Selling Greek translations by Moses Hadas
And the Puerto Rican's Variedades.
An East Side heiress hails a taxi
With a manicured hand that's old and waxy,
And on the way to her rendezvous
Passes the hopeless of Third Avenue.


III

New York
Is today's Noah's Ark.

lunes, marzo 25, 2019

Gregory Orr / El caracol
















El caracol se detuvo en la palma de la mano del ciego.
El hombre recordó el sueño de Helen Keller:
que sostuvo una perla en su mano,
y la “vio”,
la cosa más bella de su vida.
“¿Qué es un caracol?”, preguntó el ciego.
Es una perla que muere.
Puedes encontrar su caparazón vacío
al pie de un árbol en el bosque
como una oreja blanca que escucha.

Gregory Orr (Albany, Estados Unidos, 1947), The Caged Owl: New and Selected Poems, Copper Canyon Press, Port Townsend, WA, 2002
Versión de Jonio González

Ref.:
Poetry Foundation
Palm Beach Poetry Festival
Image
The Geraldine R. Dodge Foundation

Foto: Gregory Orr  Palm Beach Poetry Festival

THE SNAIL

The snail sat in the blind man's palm. 
The man remembered Helen Keller's dream: 
that she held a pearl in her hand, 
and she 'saw' it, 
the most beautiful thing her life. 
'What is a snail?' the blind man asked. 
It is a pearl that dies. 
You can find its empty shell 
at the foot of a tree in the woods 
like a white ear that is listening.

domingo, marzo 24, 2019

Wislawa Szymborska / A orillas de la Estigia














Esto es la Estigia, pequeña alma individual,
la Estigia, pequeña alma sorprendida.
Oirás la baja voz de Caronte en la megafonía,
te empujará hasta el embarcadero la invisible mano
de una ninfa huida del bosque terrenal
(aquí todos trabajan desde antaño).
En los pestañeantes reflectores verás cualquier detalle
del revestimiento de hormigón armado en la orilla
y cientos de motores en vez de aquella barca
desde hace tantos siglos de madera podrida.
La humanidad se ha multiplicado varias veces y ya ves lo que pasa,
mi pequeña y nostálgica alma.
Con gran daño del paisaje
los edificios se han acumulado junto al lago.
El transporte fluido de las almas
(millones de pasajeros año tras año)
es ya inimaginable
sin almacenes, diques y salas.
Hermes, mi pequeña alma pintoresca,
debe prever con antelación para otros días
qué guerras y dónde, y qué tiranías,
para después contar las barcas de reserva.
Gratis pasarás a la otra orilla
y sólo por nostalgia hacia otros tiempos
hay unas huchas en las que leemos:
Se ruega no depositar la calderilla.
Subirás al sector siete gamma
a la barca tau once.
Cabrás, cabrás apretujada entre muchas otras almas,
así lo quieren la necesidad y las computadoras.
En el Tártaro te espera también una estrechez terrible
porque no es, como debería ser, flexible.
Movimientos reprimidos, arrugadas ropas,
en la cápsula de Leteo apenas una gota.
Mi pequeña alma, sólo si dudas de la otra vida
tienes una más amplia perspectiva.

                                                                                         [Abel Murcia]

Wislawa Szymborska (Kórnik, Polonia, 1923-Cracovia, Polonia, 2012), "El gran número" [1976], Poesía no completa, edición y traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014

---
Foto: Wislawa Szymborska ABC

sábado, marzo 23, 2019

Monika Rinck / Déjese debilitar más
















un verbo que me alojó durante algún tiempo: debilitar.
no obstante maduré por dentro una nueva dureza de amarillo. ¿acaso
los membrillos verdes no son mucho más duros? membrillos amarillos se debilitan.
cuando llueve, revientan. se pudren en la copa del árbol. son
picados. la picadura por antonomasia significa para el membrillo dos cosas:
huella (de una disminución) y aumento (de intensidad).
pero cuando en uno disminuye o crece, queremos
debilitarlo más. ¡o fortalecerlo! alteza, con su permiso,
¿qué leyó Usted recientemente?, como Usted proclama,
¿ambos son uno? ¿quién se entrega y quién se rinde? Usted está
entre dos lagos, ambos espejos crecen. rápidamente se desdibujan
en su imaginación las pocas fronteras que Usted aún tenía.
¿quiere adoptar el otro color? con mucho gusto. Usted ya es
súbitamente uno de dos que actúa y sufre.

Monika Rinck (Zweibrücke, Alemania, 1969), Helle Verwirrung, Kookbooks, Berlín, 2009
Versión de Silvana Franzetti

Goethe Institut - Eterna Cadencia - Festival de Poesía de Medellín - Otra Iglesia Es Imposible


LASSEN SIE SICH WEITER SCHWÄCHEN

ein verb, das mich zeitlang beherbergt hat: zu schwächen.
ich bin indes in eine neue härte gelb hineingereift. doch sind
nicht grüne quitten noch viel härter? gelbe quitten schwächeln.
wenn es regnet, platzen sie. faulen baumhoch. werden
fleckig. der fleck schlechthin ist für die quitte zweierlei:
spur (einer minderung) und zuwachs (von intensität).
wenn es aber in einem sich mindert und steigert, wollen wir
es weiter schwächen. oder aber stärken! hoheit, mit verlaub,
was haben Sie denn jüngst gelesen, da Sie verkünden,
es sei beides eins? wer gibt hin und wer gibt auf ? Sie stehen
zwischen zwei seen, beider spiegel steigen. zügig verschwimmen
in Ihrer vorstellung die wenigen grenzen, die Sie noch hatten.
wollen die andere farbe annehmen? gerne. schon sind Sie
unversehens eine von zweien, die handelt und die erleidet.
---
Foto: Monika Rinck por Ute Rinck  Literatur Port

viernes, marzo 22, 2019

Soledad Castresana / La noche en que se nos inundó la casa














Decorando la casa que yo no quería que fuera nuestra casa,
pinchamos con el taladro un tubo de agua. El chorro
nos golpeó con la fuerza de una yegua. Era de noche,
sábado y afuera también llovía.

Hasta que encontramos la llave, se inundaron
los cuartos, los placares, el pasillo.
Hacía frío. Empezábamos a hundirnos. La pintura
de los muros se rajaba. Se curvaban las tablas en el piso.

Enseguida, el marido empuñó la escoba:
era una especie de caballero con su lanza.
Quién sabe cuáles monstruos despiadados
enfrentaba en el cuerpo de esas aguas.

También estaba la hija. Seria. Empapada.
Iba de un lado al otro llevando zapatos
y lápices y cajas hasta arriba de las camas.
Parecía un gigante tratando de salvar el mundo.

Yo me hubiera dejado ahogar ahí mismo.
Habrían quedado tres libros, unas pocas fotos
y un montón de notas sueltas. Suficiente
para alimentar el mito de la poeta joven que se fue
justo antes de empezar a escribir sobre sus muertos.

Soledad Castresana (General Pico, Argentina, 1979)

Que sangre,
Caleta Olivia,
Buenos Aires, 2019









Ref.:
Op. Cit.
Pájaros Lanzallamas
Vallejo & Co.
Eterna Cadencia

Foto: FB

jueves, marzo 21, 2019

Blaise Cendrars / Torre
















   Castellamare
Yo comía una naranja a la sombra de un naranjo.
Cuando de improviso...
   no era la explosión del Vesubio,
no era la nube de langostas, una de las diez plagas de Egipto
ni Pompeya.
No eran los gritos resucitados de los mastodontes gigantes.
No era la trompeta anunciada
Ni la rana de Pierre Brisset
Cuando de súbito
Fuegos
Choques
Rebotamientos
Chispa de los horizontes simultáneos
Mi sexo.
     ¡Oh Torre Eiffel!
No te he calzado de oro
No te hecho danzar sobre lozas de cristal
No te he dedicado a Python como una virgen de Cartago
No te he revestido con el peplum de Grecia
No te he hecho divagar en el recinto de los menhires
No te he llamado nunca Caña de David, ni Leño de la Cruz

   Lignum Crucis
¡Oh, Torre Eiffel!
Fuego artificial gigante de la Exposición Universal.
Sobre el Ganges
en Bernarés
entre los trompos onanistas de los templos hindúes
y los gritos coloreados de las multitudes de Oriente
tú te inclinas, ¡graciosa palmera!
Eres tú la que en la época legendaria del pueblo hebreo
confundiste la lengua de los hombres
¡Oh, Babel!
Y algunos miles de años más tarde eres tú la que descendiste en
   /lenguas de fuego sobre los apóstoles reunidos en tu iglesia.
En pleno mar tú eres un mástil
y en el Polo Norte
resplandeces con toda la magnificencia de la aurora boreal de la
   /telegrafía sin hilos.
Las lianas se enredan en los eucaliptos
y tú flotas viejo tronco sobre el Missisippi,
cuando tu hocico se abre
y un caimán coge el muslo de un negro.
En Europa tú eres como una horca
(Yo quisiera ser la torre, pender de la Torre Eiffel)
Y cuando el Sol se acuesta detrás de ti
la cabeza de Bonnot rueda bajo la guillotina.
En el corazón de África eres tú la que corres.
Jirafa.
Avestruz.
Boa.
Ecuador.
Monzones.
En Australia, tú siempre has sido tabú.
Eres el bichero que el capitán Cook empleaba para dirigir su barco
   /de aventureros.
¡Oh, sonda celeste!
Para el simultáneo Delaunay a quien dedico este poema
eres el pincel que él empapa en la luz
Gong tam-tam zanzíbar bestia de la jungla rayos X expreso bisturí,
sinfonía.
Tú eres todo.
Torre.
Dios antiguo.
Bestia moderna.
Espectro solar.
Tema de mi poema.
Torre.
Torre del mundo.
Torre en movimiento.

Revista Letras, Santiago de Chile, 1940

Blaise Cendrars, Frédéric-Louis Sauser (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887-París, 1961) Poesía universal traducida por poetas chilenos, selección de Jorge Teillier, Editorial Universitaria, Universidad de Chile, 1996
Traducción de Angel Cruchaga Santamaría

Ref.:
El Poeta Ocasional
Círculo de Poesía
Letras Libres
20 Minutos
Revista de la Universidad de México
El País

Foto: Blaise Cendrars en 1960 Keystone-France/Gamma-Keystone-Getty/France Cultura

miércoles, marzo 20, 2019

Carina Sedevich / Tres poemas de "Flor cineraria"















En las piernas inmóviles del niño
que empujan en su silla cuando llueve
corre una luz profusa, de faroles. 

*

Una mujer se interna
en el hospicio.
Un hombre asume
que su hijo morirá.
Sólo el viento incontable
sobre el puente.

*

Como un pájaro se posa en mi brazo mi madre.
Hemos jugado nuestras cartas.
Ha sido justa la partida. 
Se estiba el frío, sobre el horizonte,
en su materia sacra, divisable.

Carina Sedevich (Santa Fe, Argentina, 1972), Flor cineraria, publicará Detodoslosmares, Capilla del Monte, Córdoba, Argentina

Op. Cit. - La Voz - Vallejo & Co. - Letralia - Círculo de Poesía

Foto: FB

martes, marzo 19, 2019

Novalis / Cuando figura y número no sean


Cuando figura y número no sean
cifra de seres en totalidad
y aquellos que se besan mientras cantan
superen en saber al erudito,
cuando a la vida libre nuevamente,
y al mundo también libre, el mundo vuelva,
en claridad perfecta se apareen,
cuando en poema o cuento se registre
el verdadero acontecer del mundo
ante una sola y mágica palabra
todo lo absurdo y falso desaparecerá.

Novalis, Georg Philipp Friedrich von Hardenberg, (Oberwiederstedt, Alemania, 1772-Weissenfels, Alemania, 1801), Escritos escogidos, Visor, Madrid, 1984
Traducción de Ernst-Edmund Keil y Jenaro Talens
Envío de Jonio González

El Vuelo de la Lechuza - Antroposofie en Apocalypse - Novalis Museum


WENN NICHT MEHR ZAHLEN UND FIGUREN

Wenn nicht mehr Zahlen und Figuren
Sind Schlüssel aller KreaturenWenn die so singen, oder küssen,
Mehr als die Tiefgelehrten wissen,Wenn sich die Welt ins freie Leben
Und in die Welt wird zurück begeben,
Wenn dann sich wieder Licht und Schatten
Zu echter Klarheit wieder gatten,
Und man in Märchen und Gedichten
Erkennt die wahren Weltgeschichten,
Dann fliegt vor einem geheimen Wort
Das ganze verkehrte Wesen fort.
---
Ilustración: Novalis, grabado de Eduard Eichens basado en el retrato de Franz Gareis, de 1799 Wikimedia Commons

lunes, marzo 18, 2019

Janet McAdams / La hija de nadie



Una corona de oro arrancada y abandonada en el bosque.
Un perro negro con un secreto.
Juncos trenzados en una cesta llena de hojas de tabaco. Como postales de un
        viaje al Nuevo Mundo.
Agua calcárea obstruyendo el grifo, desagüe, la ducha donde nunca conseguirás
        estar limpia.
Las hojas de tabaco extendidas como una alfombra.
En el verde amarillento de la jungla: carcajadas y ulular de animales, hurtando a la niña.
Ella aprende a desgarrar la carne con sus afilados dientes de leche.

Janet McAdams (Alabama, Estados Unidos, 1957), Feral, Salt Publishing, Norfolk, 2007
Versión de Jonio González

Ref.:
Poetry Foundation
Kenyon College

THE DAUGHTER OF NO ONE

A gold crown lifted and left in the forest.
A black dog with a secret. 
Reeds braided into a basket filled with tobacco leaves. Like
postcards from a voyage to the New World.
Hard water clogging tap, drain, the shower where you will never get clean.
The tobacco leaves lie down like a carpet.
In the jungle’s green yellow: animals cackle and hoot, stealing the girl child.
She learns to tear meat with her sharp baby teeth.

domingo, marzo 17, 2019

Guido Cavalcanti / Somos las tristes plumas asustadas...





















12

Somos las tristes plumas asustadas,
las tijeritas, el cuchillín doliente,
que hemos escrito dolorosamente
esas palabras que vos habéis oído.

Y queremos decir por qué partimos
y hemos llegado a vos aquí presente:
la mano que nos movió dice que siente
la duda que en el corazón ha aparecido;

que de forma tal lo ha destruido
y lo puso tan cerca de la muerte
que otra cosa no tiene que suspiros.

Llegamos a vos para rogaros
queráis ponernos al abrigo
si aún queda piedad por inspiraros.

Guido Cavalcanti (Florencia, Italia, 1250-1300)

Rimas,
traducción de Jorge Aulicino,
Buenos Aires Poetry,
Buenos Aires, 2019








Ref.:

Ilustración: Una imagen de Guido Cavalcanti entre las pinturas sobre madera del palacio Beauregard, en Cellettes, Francia Wikimedia Commons

Nota del A.: Ninguna de las imágenes en circulación de Cavalcanti son propiamente retratos, porque no fueron hechos en presencia del autor. Se trata de recreaciones imaginativas. El más difundido se debe a Cristofano dell'Altissimo y fue realizado en 1552. Parece basado a su vez en el óleo Seis poetas toscanos, de Giorgio Vasari, pintado en 1544. Una  reproducción de ese cuadro puede verse aquí. La pintura de Cristofano está en el Palazzo degli Uffizi en Florencia. Ver Beni Culturali

12 [XVIII]

Noi siàn le triste penne isbigotite,
le cesoiuzze e 'l coltellin dolente
ch'avemo scritte dolorosamente
quelle parole che vo' avete udite.

Or vi diciàn perché noi siàn partite
e siàn venute a voi qui di presente:
la man che ci movea dice che sente
cose dubbiose nel core apparite,

le quali hanno destrutto sì costui
ed hannol posto sì presso a la morte,
ch'altro non v'è rimaso che sospiri.

Or vi preghiàn quanto possiàn più forte
che non sdegn[i]ate di tenerci noi,
tanto ch'un poco di pietà vi miri.

sábado, marzo 16, 2019

Javier Barquet / De "Muda"















III

¿es posible decir dos veces una misma cosa?

¿y tres?

esa es su inmediatez
                   sobre mí


VII

no es posible
tocarla
sin debilitar la realidad
                   de su cuerpo

su transparencia


XI

en ella
se balancea
         vasto flujo
el alba intensa

y despliega su mero estado

Javier Barquet (Buenos Aires, 1977)


Muda,
Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2019






viernes, marzo 15, 2019

Linda Pastan / Algo acerca de los árboles















Recuerdo lo que me decía mi padre:
Hay una edad en la que eres más tú mismo.
Para entonces él ya había superado los cincuenta,
¿Era algo acerca de los árboles lo que lo hacía hablar así?

Hay una edad en la que eres más tú mismo.
Sé más de lo que supe una vez.
¿Era algo acerca de los árboles lo que lo hacía hablar así?
Una única hoja se había vuelto hacía tiempo.

Sé más de lo que supe una vez.
Yo solía pensar que él siempre sería el cirujano.
Una única hoja se había vuelto hacia tiempo,
Hasta su cuerpo guardaba secretos.

Yo solía pensar que él siempre sería el cirujano,
Mi madre era la perfecta esposa del cirujano.
Hasta su cuerpo guardaba secretos.
Yo pensaba que los dos vivirían para siempre.

Mi madre era la perfecta esposa del cirujano,
Todavía me parece ver su cara a los treinta.
Yo pensaba que los dos vivirían para siempre.
Pensaba que siempre sería su niña.

Todavía me parece ver su rostro a los treinta.
¿Cuándo seré más yo misma?
Pensaba que siempre sería su niña.
En mi sueño nunca es invierno.

¿Cuándo seré más yo misma?
Recuerdo lo que me decía mi padre.
En mi sueño nunca es invierno.
Para entonces él ya había superado los cincuenta.

Linda Pastan (Nueva York, Estados Unidos, 1932), The Imperfect Paradise, W. W. Norton & Co., Nueva York, 1989
Versión de Jonio González

Foto: Linda Pastan después de una lectura en McCaw Hall, Seattle, 2015 SAL/ON


SOMETHING ABOUT THE TREES

I remember what my father told me:
There is an age when you are most yourself.
He was just past fifty then,
Was it something about the trees that make him speak?

There is an age when you are most yourself.
I know more than I did once.
Was it something about the trees that make him speak?
Only a single leaf had turned so far.

I know more than I did once.
I used to think he'd always be the surgeon.
Only a single leaf had turned so far,
Even his body kept its secrets.

I used to think he'd always be the surgeon,
My mother was the perfect surgeon's wife.
Even his body kept its secrets.
I thought they both would live forever.

My mother was the perfect surgeon's wife,
I can still see her face at thirty.
I thought they both would live forever.
I thought I'd always be their child.

I can still see her face at thirty.
When will I be most myself?
I thought I'd always be their child.
In my sleep it's never winter.

When will I be most myself?
I remember what my father told me.
In my sleep it's never winter.
He was just past fifty then.
Fin de la conversación
Escribe un mensaje...

jueves, marzo 14, 2019

Eugenio Montale / Corno inglés














El viento que este anochecer hace sonar atento
-recuerda una fuerte sacudida de láminas de metal-
los instrumentos de los tupidos árboles y barre
el horizonte de cobre
en el que regueros de luces se dispersan
como aquilones del cielo que retumba
(¡Nubes en viaje, claros
reinos de allá arriba! ¡De altos Eldorado
mal cerradas puertas!)
y el mar que vuelve a arremeter
lívido, cambia de color
y lanza a la tierra una tromba
de espumas retorcidas;
el viento que nace y muere
en la hora que lenta se hace negra
te pulse a ti también
desafinado instrumento,
corazón.

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896-Milán, Italia, 1981), "Ossi di seppia", 1925, Tutte le poesie, Mondadori, Milán 2004
Versión de Jorge Aulicino

La Sottile Linea d'Ombra - Libreriamo - Weschool - Revista de Libros - De Turbio en Claro


Corno inglese

Il vento che stasera suona attento
- ricorda un forte scotere di lame -
gli strumenti dei fitti alberi e spazza
l'orizzonte di rame
dove strisce di luce si protendono
come aquiloni al cielo che rimbomba
(Nuvole in viaggio, chiari
reami di lassù! D'alti Eldoradi
malchiuse porte!)
e il mare che scaglia a scaglia,
livido, muta colore
lancia a terra una tromba
di schiume intorte;
il vento che nasce e muore
nell'ora che lenta s'annera
suonasse te pure stasera
scordato strumento
cuore.

miércoles, marzo 13, 2019

Edwin Arlington Robinson / Dos poemas















Demasiado café

Juntos en las sombras infinitas
Ellos desafían la caída invisible:
La Medida que nunca fue hecha,
La Línea que nunca fue extraída.


Credo

No puedo encontrar un camino: no hay estrella
En todos los cubiertos cielos, dondequiera;
No hay en el aire susurro
De una voz más que la lejanía
Que puedo escuchar como la nota
De una perdida música imperial ejecutada cuando bellos
Y angélicos dedos tejían, sin saberlo,
Hojas muertas para guirnaldas sin rosas.

Edwin Arlington Robinson (Head Tide, Estados Unidos, 1869-Nueva York, Estados Unidos, 1935), Dos siglos de poesía norteamericana. Selección, traducción y presentación por Alfredo Casey, Ediciones Antonio Zamora, Buenos Aires, 1969

Ref.:
Poetry Foundation
Oberlin College
Nexos
El Almagesto
Poetas Siglo XXI

Foto: Poetry Foundation

martes, marzo 12, 2019

Rose Ausländer / Los resucitados



Dónde están
los resucitados
que se han sobrepuesto
a su muerte
acarician la vida
se confían
al viento

Ningún ángel
delata
su huella

Rose Ausländer (Chemivtsí, Ucrania, 1901-Düsseldorf, Alemania, 1988), Mi aliento se llama ahora (y otros poemas), Igitur, Montblanc, 2014
Traducción de Teresa Ruiz Rosas y José Ruiz Rosas
Envío de Jonio González


Imagen: Foto de juventud de Rose Ausländer. Sociedad Rose Ausländer

lunes, marzo 11, 2019

Circe Maia / Dos poemas
















Exterior

I
Todo está fuera
nada queda dentro.
Tú mismo estás afuera, a medio hacerte
a medio construir, como esa casa llena de andamios.

Lo más hondo no es íntimo: está afuera.
Hondura de vivir día por día
con otros, entre otros.

Falsa hondura del abismo
que sólo tú has pisado
y entre sueños has visto.

Demasiados abismos verdaderos
hay que cruzar, despójate de sombras
mira el real abismo:
se ha abierto como un tajo sobre el suelo
de la querida tierra
y tal vez no lo has visto.

Tal vez cruzas sin ver por dónde andas
de qué lado caminas, dónde apoyas
el pie... Tal vez estás perdido
en marañas espesas, trepadoras
dentro de ti. Arráncalas, arráncalas.

Lo más hondo no es íntimo.

II
No es cierto que busquemos la belleza
-relucientes racimos de palabras-.

No es la belleza que amas en tus hijos
ni tampoco en las cosas.

(Hallaría muy triste
que te gustara tanto la lindura.)

Amamos realidades porque existen
porque son verdaderas.
Pero ves qué desgracia:
se nos vuelven palabras-esqueletos.

"Verdadero" "real" suenan a nada
cajón vacío, ruido.

Una hoja de árbol se estremece.
La mano mueve el lápiz.

Una voz llama. Ahora
ahora mismo, ahora
el instante en que lees
la palabra "palabra"
¿qué círculos te envuelven
qué piso te sostiene
qué mira tu mirada?


La ciudad del sol

En prisión siciliana
el fraile dominico Tomasso Campanella
vio en sueños las murallas concéntricas rodeando la colina
-defensa de invasores-
y en su interior las vio cubiertas de dibujos
de signos, de pinturas...
(Las murallas enseñan a quien vive entre ellas
secretos de animales y plantas, astros y geometría
música y matemáticas.)

Vio el fraile en la ciudad el movimiento
de sus seres felices, sus vestidos, sus juegos
su parejo trabajo, su parejo descanso.

Y ellos "que nada tienen, pero a quienes
nada falta", sonríen
y la ciudad solar brilla y alumbra
la prisión siciliana.

(También al mil quinientos
otro Tomás, inglés, sir Thomas Moro
sueña con su fantástica Utopía
mientras se afila el hacha del verdugo.)

Circe Maia (Montevideo, 1932), "Cambios, permanencias", 1978, La pesadora de perlas. Obra poética. Conversaciones con María Teresa Andruetto, Viento de Fondo, Córdoba, Argentina, 2013

Academia Nacional de Letras del Uruguay - Crear en Salamanca - Poemas del Alma - Eterna Cadencia

domingo, marzo 10, 2019

Alicia Silva Rey / De "El poder de unos límites"
















7-

Un objeto de plata pequeño es nada pero:
 una moneda, una cucharita de plata abren
su flor en abanico: barajas desplegando un sentido
que ni el juego ni el vaticinio atenúan.
Y de fondo, puesta de sol:
en la estepa en el jardín.

11-

Hoy abracé mi circunspección.
Mi circunspección era un cestito
de mala costurera desbordado
de agujas, me dispersé, me dividí, me desbarranqué,
en lo separado de mí viví,
en esa fragilidad de tolderías.

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)

El poder de unos límites,
Barnacle,
Buenos Aires, 2019









Barnacle - Poetas Argentinos - El Poeta Ocasional - Celofán
---
Foto: FB

sábado, marzo 09, 2019

Guillaume Apollinaire / Zona



Al final estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana

Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana

Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
sólo la religión se mantuvo nueva la religión
se mantuvo simple como los hangares de Port-Aviation

Sólo tú no eres antiguo en Europa oh cristianismo
el europeo más moderno es usted papa Pío X
y a ti las ventanas te observan la vergüenza no te deja
entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
lees prospectos catálogos carteles que cantan muy alto
ahí está la poesía esta mañana y para prosa están los diarios
están las entregas a 25 centavos llenas de aventuras policiales
retratos de grandes hombres y mil títulos varios

Esta mañana vi una linda calle cuyo nombre olvidé
nueva y limpia del sol ella era el clarín
los directores los obreros y las bellas mecanógrafas
de lunes a sábado pasan cuatro veces por día
de mañana tres veces gime la sirena
una campana rabiosa ladra al mediodía
las inscripciones de los letreros y de los paredones
las placas los avisos a manera de loros gritones
me gusta la gracia de esta calle industrial
situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes

Ahí está la calle joven y eres apenas un niño
tu madre sólo te viste de azul y de blanco
eres muy devoto y con el más antiguo de tus compañeros René Dalize
nada les gusta más que las pompas de la Iglesia
son las nueve la luz de gas es tenue muy azul salen del dormitorio a escondidas
rezan toda la noche en la capilla del colegio
mientras que eterna y adorable profundidad amatista
gira por siempre la gloria ardiente de Cristo
es el lirio hermoso que todos cultivamos
es la antorcha pelirroja que no apaga el viento
es el hijo pálido y bermejo de la madre dolorosa
es el árbol frondoso de todos los rezos
es la doble horca del honor y de la eternidad
es la estrella de seis picos
es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
detenta el récord mundial de la altura

Pupila Cristo del ojo
vigésima pupila de los siglos él sabe cómo hacerlo
y vuelto pájaro este siglo como Jesús sube en el aire
los diablos en los abismos levantan la cabeza para verlo
dicen que imita a Simón Mago en Judea
gritan si sabe volar llámenlo volado
los ángeles revolotean alrededor del lindo volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
flotan alrededor del primer aeroplano
a veces se apartan para dejar pasar a los que llevan la Santa Eucaristía
esos sacerdotes que suben eternamente levantando la hostia
al fin sin cerrar sus alas el avión aterriza
y el cielo se llena de un millón de golondrinas
a todo vuelo vienen halcones búhos cuervos
llegan de África ibis marabúes flamencos
el ave Roc cantada por narradores y poetas
planea llevando en sus garras el cráneo de Adán la primera cabeza
el águila se lanza dando un grito
y de América viene un colibrí chiquito
de China vinieron los pihis ligeros y largos
que sólo tienen un ala y vuelan apareados
y aquí está la paloma espíritu inmaculado
que escoltan el ave lira y el pavo ocelado
el fénix esa hoguera que se engendra a sí misma
por un instante vela todo con su ardiente ceniza
las sirenas dejaron los estrechos peligrosos
y llegan cantando las tres algo hermoso
y todos fénix águila y pihis de China
con la máquina que vuela fraternizan

Ahora caminas por París muy solo entre la masa
rebaños de autobuses mugiendo cerca pasan
la angustia del amor te aprieta la garganta
como si nunca más fueran a amarte
si vivieras en los tiempos antiguos entrarías en un monasterio
se avergüenzan cuando se sorprenden rezando
te burlas de ti y como el fuego del Infierno tu risa chisporrotea
las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
es un cuadro colgado en un museo sombrío
y a veces vas a mirarlo de cerca
Hoy caminas por París las mujeres están ensangrentadas
era y quisiera no acordarme era la decadencia de la belleza
Rodeada de llamas fervientes Notre-Dame me miró en Chartres
la sangre del Sacré-Coeur de ustedes me inundó en Montmartre
estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
el amor del que sufro es una enfermedad silenciada
y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
está siempre cerca tuyo esa imagen que pasa
Ahora estás a la orilla del Mediterráneo
bajo los limoneros que florecen todo el año
con tus amigos paseas en barco
uno es nizardo hay un mentoniano y dos turbiascos
miramos los pulpos de las profundidades con horror
y entre las algas nadan peces imágenes del Salvador

Estás en el jardín de una posada en las afueras de Praga
te sientes feliz hay una rosa sobre la mesa
y observas en vez de escribir tu cuento en prosa
la cetonia que duerme en el centro de la rosa
Despavorido te ves dibujado en las ágatas de Saint-Vit
estabas triste a morir el día que te viste ahí
pareces Lázaro trastornado por la luz
las agujas del reloj del barrio judío giran al revés
y tú también retrocedes en tu vida lentamente
subiendo al Hradchin y de noche escuchando
cantar canciones checas en las borracherías

Aquí estás en Marsella entre sandías

Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante

Aquí estás en Roma sentado bajo un níspero

Aquí estás en Ámsterdam con una chica que te parece linda y que es fea
debe casarse con un estudiante de Leiden
se alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
me acuerdo pasé tres días ahí y tres en Gouda

Estás en París ante el juez de instrucción
como a un criminal te encierran en la prisión

Hiciste viajes dolorosos y gozosos
antes de darte cuenta de la mentira y de la edad
sufriste de amor a los veinte y a los treinta años
viví como un loco y perdí mi tiempo
ya no te atreves a mirarte las manos y a cada rato yo quisiera sollozar
por ti por la que amo por todo lo que te horrorizó
Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los hijos
llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare
tienen fe en su estrella como los reyes magos
esperan ganar plata en Argentina
y volver a su país después de haber hecho fortuna
una familia lleva un edredón rojo como ustedes llevan su corazón
ese edredón y nuestros sueños son igual de irreales
algunos de esos emigrantes se quedan aquí y se alojan
en las calles des Rosiers o des Écouffes en pocilgas
suelo verlos de tarde salen a tomar aire
se mueven raramente como piezas de ajedrez
hay sobre todo judíos sus mujeres usan pelucas
y se quedan sentadas exangües en el fondo de los negocios

Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso
tomas por diez centavos un café entre desgraciados

Estás de noche en un gran restaurante

Esas mujeres no son malas tienen preocupaciones no obstante
todas hasta la más fea hizo sufrir a su amante

Ella es hija de un sargento de policía de Jersey

Yo no había visto sus manos que son duras y se tuercen

Siento una inmensa piedad por las costuras de su vientre

Ahora humillo a una pobre muchacha de risa horrible mi boca

Estás solo la mañana va a llegar
los lecheros hacen tintinear sus jarros en las calles
la noche se aleja como una mestiza hermosa
es Ferdine la falsa o Léa la mimosa

Y bebes ese alcohol ardiente como tu vida
tu vida que bebes como un aguardiente

Caminas hacia Auteuil quieres ir a tu casa a pie
dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
son Cristos de otra creencia y con otras figuras
son los Cristos inferiores de esperanzas oscuras

Adiós Adiós

Sol cuello cortado

[1913]

Wilhelm Apollinaire de Kostrowitsky, Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 – París, 1918)
Traducción de Mariano Fiszman

Y que todo tenga un nombre nuevo,
Griselda García - Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2019










Otra Iglesia Es Imposible - Poetica ("Zone", original) - InDeauville - A Media Voz - Zenda
---
Foto: s/d

viernes, marzo 08, 2019

Anne Sexton / El pájaro de la ambición













Entonces a esto hemos llegado,
insomnio a las 3:15 a.m.,
el reloj repica su motor

como una rana siguiendo
un reloj de sol incluso teniendo un
espasmo eléctrico en el cuarto de hora.

El negocio de las palabras me mantiene despierta.
Estoy tomando chocolatada,
esa mamá marrón y tibia.

Me gustaría una vida simple,
pero durante toda la noche voy poniendo
lejos poemas en una caja larga.

Es mi caja de la inmortalidad,
mi plan para el después,
mi ataúd.

Toda la noche alas negras
se sacuden en mi corazón.
Cada una un pájaro de la ambición.

El pájaro quiere que lo tiren
desde un lugar alto como el Puente Tallahatchie.

Quiere prender un fósforo de la cocina
e inmolarse.

Quiere volar hacia la mano de Miguel Ángel
y aparecer pintado en un cielo raso.

Quiere perforar el avispero
y salir con una larga deidad.

Quiere comer pan y vino
y sacar a la luz a un hombre que flota felizmente en el Caribe.

Quiere ser presionado como una llave
así puede liberar a los Reyes Magos.

Quiere despedirse entre extraños
repartiendo pedacitos de su corazón como hors d’oeuvres.

Quiere morir cambiándose sus ropas
y salir corriendo al sol como un diamante.

Él quiere, yo quiero.
Querido Dios, ¿no sería
bastante mejor solo beber chocolatada?

Me tengo que conseguir un pájaro nuevo
y una caja de la inmortalidad nueva.
Hay bastante locura dentro de esta.

Anne Sexton (Newton, Massachusetts, Estados Unidos, 1928-Weston, Massachusetts, Estados Unidos, 1974), Poetry Foundation
Versión de Noelia Torres

Eterna Cadencia - Zenda - Otra Iglesia Es Imposible


The Ambition Bird

So it has come to this –
insomnia at 3:15 A.M.,
the clock tolling its engine

like a frog following
a sundial yet having an electric
seizure at the quarter hour.

The business of words keeps me awake.
I am drinking cocoa,
the warm brown mama.

I would like a simple life
yet all night I am laying
poems away in a long box.

It is my immortality box,
my lay-away plan,
my coffin.

All night dark wings
flopping in my heart.
Each an ambition bird.

The bird wants to be dropped
from a high place like Tallahatchie Bridge.

He wants to light a kitchen match
and immolate himself.

He wants to fly into the hand of Michelangelo
and come out painted on a ceiling.

He wants to pierce the hornet’s nest
and come out with a long godhead.

He wants to take bread and wine
and bring forth a man happily floating in the Caribbean.

He wants to be pressed out like a key
so he can unlock the Magi.

He wants to take leave among strangers
passing out bits of his heart like hors d’oeuvres.

He wants to die changing his clothes
and bolt for the sun like a diamond.

He wants, I want.
Dear God, wouldn’t it be
good enough just to drink cocoa?

I must get a new bird
and a new immortality box.
There is folly enough inside this one.

Poetry Foundation - Anne Sexton, The Complete Poems.  Copyright © 1981 by Linda Gray Sexton and Loring Conant, Jr., executors of the will of Anne Sexton.
https://www.poetryfoundation.org/poems/148744/the-ambition-bird-5c11322239c2b%20Anne%20Sexto
---
Foto: Anne Sexton s/d

jueves, marzo 07, 2019

Margherita Guidacci / Dos poemas















Clínica...

Clínica neurológica.
Aquí llegado muchas cosas oh peregrino
puedes preguntarte pero solo una importa:
¿Es la última casa de los vivos
o la primera de los muertos?


Tu recuerdo...

Tu recuerdo, al fondo
de mi soledad,
revela su amplitud
y sin embargo la limita.

Así el canto de un pájaro
endulza la inmensidad del cielo
y una sola vela
hace humano el mar.

Margherita Guidacci (Florencia, Italia, 1921-Roma, 1992), Las Nueve Musas, 1 de marzo, 2019
Versiones de Carlos Vitale 




CLINICA…

Clinica neurologica
Qui giunto molte cose o pellegrino
puoi domandarti ma una sola importa:
E’ l’ultima casa dei vivi
o la prima dei morti?


IL TUO RICORDO…

Il tuo ricordo, sul fondo
della mia solitudine,
ne rivela l’ampiezza
e tuttavia la limita.

Così un canto d’uccello
addolcisce l’immensità del cielo
e una singola vela
rende umano il mare.

miércoles, marzo 06, 2019

Jacques Prevert / Hacer sebo














Es terrible
El ruidito del huevo duro cascado sobre el mostrador
Es terrible ese ruido
Cuando suena en la cabeza del hombre que tiene hambre
Es terrible la cabeza del hombre
La cabeza del hombre que tiene hambre
Cuando mira a las seis de la mañana
En el vidrio de la gran tienda
Su cabeza color de polvo
No es su cabeza sin embargo la que mira
En la vidriera de Potin
No le importa su cabeza
Fantasea
Se imagina otra cabeza
La cabeza de una ternera, por ejemplo
A la vinagreta
O cualquier cabeza que se coma
Y mueve suavemente las mandíbulas
Suavemente
Y rechina suavemente
Pero el mundo no le paga una cabeza
Y nada puede hacer contra ese mundo
Y cuenta con los dedos uno dos tres
Uno, dos tres
Tres días sin comer
Y aunque se repita hace tres días
No puede durar
Esto dura
Tres días
Tres noches
Sin comer
Y detrás de esa vidriera
Patés botellas latas
Peces muertos protegidos por cajas
Cajas protegidas por ventanas
Ventanas protegidas por policías
Policías protegidos por el miedo
¡Tanta barricada para seis sardinas de porquería!
Allá está el bistró
Café a la crema y medialunas calientes
Se tambalea
Y dentro de su cabeza
Una niebla de palabras
Una niebla de palabras
Sardinas para comer
Huevo a la crema café duro
Café con ron
Café crema
Café crema
Café crimen rociado de sangre
Un hombre apreciado en su cuadra
Fue degollado a la luz del día
El asesino el vagabundo le robó
Dos francos
O un café con gotas
Cero franco sesenta
Dos tostadas con manteca
Y veinticinco centavos de propina para el mozo.

Es terrible
El ruidito del huevo duro
Cascado sobre el mostrador
Cuando suena en la memoria
De un hombre que tiene hambre.

Jacques Prevert (Neuilly-sur-Seine, Francia, 1900-Omonville-la-Petite, Francia, 1977), Paroles, Le Point du Jour, 1946 / Gallimard, 2007
Versión de Jorge Aulicino


La grasse matinée

Il est terrible
le petit bruit de l'oeuf dur cassé sur un comptoir d'étain
il est terrible ce bruit
quand il remue dans la mémoire de l'homme
qui a faim
elle est terrible aussi la tête de l'homme
la tête de l'homme qui a faim
quand il se regarde à six heures du matin
dans la glace du grand magasin
une tête couleur de poussière
ce n'est pas sa tête pourtant qu'il regarde
dans la vitrine de chez Potin
il s'en fout de sa tête l'homme
il n'y pense pas
il songe
il imagine une autre tête
une tête de veau par exemple
avec une sauce de vinaigre
ou une tête de n'importe quoi qui se mange
et il remue doucement la mâchoire
doucement
et il grince des dents doucement
car le monde se paye sa tête
et il ne peut rien contre ce monde
et il compte sur ses doigts un deux trois
un deux trois
cela fait trois jours qu'il n'a pas mangé
et il a beau se répéter depuis trois jours
Ça ne peut pas durer
ça dure
trois jours
trois nuits
sans manger
et derrière ces vitres
ces pâtés ces bouteilles ces conserves
poissons morts protégés par les boîtes
boîtes protégées par les vitres
vitres protégées par les flics
flics protégés par la crainte
que de barricades pour six malheureuses sardines...
Un peu plus loin le bistro
café-crème et croissants chauds
l'homme titube
et dans l'intérieur de sa tête
un brouillard de mots
un brouillard de mots
sardines à manger
oeuf dur café-crème
café arrosé rhum
café-crème
café-crème
café-crime arrosé sang !...
Un homme très estimé dans son quartier
a été égorgé en plein jour
l'assassin le vagabond lui a volé
deux francs
soit un café arrosé
zéro franc soixante-dix
deux tartines beurrées
et vingt-cinq centimes pour le pourboire du garçon.

Il est terrible
le petit bruit de l'oeuf dur cassé sur un comptoir d'étain
il est terrible ce bruit
quand il remue dans la mémoire de l'homme qui a faim.
---