viernes, enero 03, 2025

Germán Arens / De "La novela que no fue"


Desde la barda miré al pueblo por última vez
 
Obedeciendo a una decisión desesperada
algunos buscan la ruta.
¿Quiénes son los que escapan?
¿Irá entre ellos el hombre del que aprendí el funcionamiento de una 
dínamo?


*

La mente espera a que nos metamos en la cama
para dar vueltas y vueltas sobre aquello que nos ocupa.
El sol, al que según Nerval nadie ve en sueños
se incorpora a la noche ordenando mi inconsciente.


*

Anochecía. La 154 había sido recién asfaltada. El Renault se desplazaba 
en silencio. Siempre que viajábamos, como una manera de disimular 
la distancia, teníamos la costumbre de cantar. Agotado nuestro repertorio, 
mi padre contaba alguna de sus clásicas historias de viajante de comercio. 
Mi hermana dijo que detrás de los alambrados las cosechadoras parecían luciérnagas.


*

Se me ha hecho costumbre en las mañanas acariciar a Bolita y ver como se enrolla, 
parece un perdigón. Soy consciente de que no hago más que molestarlo y por eso se 
cierra. Lo acaricio como acariciaría a un perro. Quizás cuando me vaya de este lugar lo 
lleve conmigo y lo deje, si es aún posible, en algún lugar húmedo y oscuro, un lugar 
cubierto por una mantilla de hojas donde podrá reunirse con los de su especie y vivir lo 
que le quede de vida en compañía. No estoy alimentándome bien. Vivo en una
abstracción. Quisiera recobrar para mi cuerpo esos pocos días de conducta en que todo 
parecía venidero. 

Germán Arens (Bahía Blanca, Argentina, 1967), La novela que no fue, publicará Editorial Agnes, provincia de Buenos Aires

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Foto: Barnacle Editores

jueves, enero 02, 2025

Yannis Ritsos / Dos poemas

 

Búsqueda

Adelante, Caballeros -dijo él. No hay inconveniente.
Véanlo todo;
no tengo nada que ocultar. Aquí está la habitación, aquí el estudio,
aquí el comedor. ¿Aquí? -el ático para los vejestorios-;
todo se acaba. Caballeros; está lleno; todo se acaba, se acaba,
así de rápido también. Caballeros; ¿esto? -un dedal; -de mamá;
¿esta? una lámpara de aceite de mi madre, su
sombrilla -ella me amó enormemente-;
pero, ¿esta olvidada tarjeta de identificación? ¿estas alhajas,
de otra persona? ¿la toalla sucia?
¿este boleto de teatro? ¿la camisa con agujeros?
¿manchas de sangre?
¿y esta fotografía? de él, sí, con un sombrero de mujer cubierto
con flores,
dedicada a un extranjero -la letra es suya-
¿quién dejó esto aquí? ¿quién dejó esto aquí?
¿quién dejó esto aquí?


Aguardando su ejecución

Ahí, detenido contra el muro, al amanecer, sus ojos descubiertos,
mientras doce armas le apuntan, él con calma siente
que es joven y bien parecido, que desea estar bien afeitado,
que el horizonte distante, rosa pálido, se convierte en él
-y, sí, que sus genitales conservan su propio peso,
hay algo triste en la excitación de ellos -ahí donde los eunucos miran,
es ahí donde apuntan; -¿se ha convertido ya en la estatua de sí mismo?
Él, viéndose ahí, desnudo, en un día brillante
del verano griego, arriba en la plaza -mirando a lo que está arriba
él mismo tras los hombros de la multitud, detrás de
las apresuradas turistas de grandes glúteos,
detrás de las tres viejas falsas de sombreros negros.

Yannis Ritsos (Monemvasía, Grecia, 1909 - Atenas, 1990), Altazor, 1 época, año 5, enero 2025
Traducción al español de Jaime Nualart

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miércoles, enero 01, 2025

Isaías Garde / De "Espejos ensamblados"



4. los animales en la lluvia

1
los animales en la lluvia
//de los que nunca dijiste casi
nada
y había qué decir
por supuesto que había//
no
así no

los animales en la lluvia
//de los que apenas
si dijiste
casi//

no
así no

los animales en la lluvia
//los que están
donde no están
donde siguen estando
donde estuvieron//

no
así no

2

los animales en la lluvia
//los que te esperan
los que siguen aguantando la lluvia
los que siguen
aguantando en tu espera
la lluvia//

no
así no

3
tus perros en la lluvia
//tus perros los que están
donde no están
donde estuvieron//
tus perros los que están
atajando la lluvia
tus perros los que siguen
atajando la lluvia

no

tus perros (tus queridos sí)
tus perros (tus empapados sí)
tus perros en sus almas
de hueso en sus huesos
tus perros en la lluvia
tus perros en su altiva intemperie sin vuelta
//en algo así
como intemperie
en lluvia//

no

decir por no decir
o casi por decir
o por decirlo apenas
decir apenas
porque esto no es algo
porque esto no es nada es sueño
//el algo así del tósigo o del sueño//
da igual
da todo y no da nada
es nada más que el sueño
el sueño en el que llueve
está donde no está
es la lluvia en el sueño de siempre y de ahora

así no


7. seguidilla de la chica ciruela

al dios de los ciruelos
le pediré un amor
no importa cuál
Sōseki Natsume


1
la chica de la noche
sale de una ciruela

de una ciruela a un sueño
sale
la chica
y hace la noche

la chica
que en su noche
sale de una ciruela

esta chica que //ciruela de su noche
noche la chica misma//
da con nadie o con uno
o con muchos
en mitad
de su noche
chica ciruela
no ninguna otra chica
esa chica


2
dale dales
chica ciruela
dales de todo

dales
de fumar
y de todo

dales
de todo
ciruela de tu dios
chica del dios ciruela
chica dios
chica ciruela

3
chicas que salen a la noche
que ellas hacen saliendo
chicas que salen
y hacen la noche noches
salidas de las chicas

chicas
salidas a la noche
chicas que salen
las chicas de la noche
que sale de las chicas
a la noche
que sale de las chicas

chicas ciruela en su noche de ahora

4
ya está afuera la chica
ya está salida
de la chica
a la noche
de la ciruela
de la noche a la noche
ya está haciendo la noche
ya está en su noche hecha
ya está en la noche en que no hay nadie
o hay uno
o hay muchos

sale de la noche a la noche
chica que sale de una chica
una chica en la noche
que sale
de una chica
de la noche a la noche
ya hace su noche

la chica
la que insurge en la noche de las chicas
en mitad de la noche de ahora
la noche de la chicas

5
dale
chica
ciruela
chica que das quitando

dales
lo que sigue
dales
de una vez
otra vez lo que sigue
dales de todo
dales un poco
dales ese poco
dales
otro poco
de todo
dales de todo
dales ese otro poco

dale
dales el poco ese
pero todo ese poco
chica del dios
ciruela de tu dios
chica que das quitando
dales -quitando lo que sigue
dales -quitando chica dios todo
dales
todo ese poco

6
yo era la chica
yo era la chica esta
yo en mi noche de ahora...

yo soy
la chica
la que alienta en la noche que ahoga
que a ustedes los ahoga
la noche de este poco
esta noche
no ninguna otra noche

yo soy la chica
la chica de las chicas
la salida a la noche

yo soy la chica
que nadie duerma
aunque todo duerme

yo soy la chica
del aire ahogado
la chica de mi noche de ustedes
ciruela
de la noche
de ustedes

yo soy la chica dios
la que da quitando
la que da en sueños
en los que nadie duerme
ni durmió nunca
ni nunca va a dormir
aunque todo duerme

7
tomen entonces
de la chica
rojiza
lo que tomó
de ustedes
rojiza
la chica
tomen de su noche de ahora
ese poco de todo
lo que tomó
rojiza
de la noche de ustedes
la chica

8
noche a la noche
chica a la chica
noche de la noche
chica de la noche
chica ciruela
dale
dales
chica ciruela

lo que sigue
dales de lo que sigue
dales de lo que debería seguir
ese poco que esperan
ese poco que ni saben que esperan
ese poco

dale
dales
un día de mañana
que sea ahora mismo
que sea esta misma noche
que sea ese poco
que das quitando
dale
dales del todo ese

ciruela de tu dios
chica dios ciruela
que das quitando
danos
de fumar
y de todo

danos de todo
danos quitando
todo

Isaías Garde (Buenos Aires, 1964), Ensamble de espejos, Textos en Transición, edición digital, Buenos Aires, 2024
Descarga gratuita, formato epub: https://is.gd/ZmRPbR

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Foto: Isaías Garde / Facebook