martes, diciembre 31, 2024

Cristina Campo / Dos poemas


Un año… Retenía su estrella
el cielo del Adviento. Sobre la boca
sin fiebre ni miedo mi mano
te dibujaba, oscura, una palabra.
Y la esfera del alma y del año.
vibraba en lo alto de un chorro de oro
alta y sutil la sangre.
Temblábamos
sonriendo a las miradas-al acercarse
oscuridad de ese guardián incorruptible
que en los jardines cierra las fuentes.

 Año Nuevo '53-'54

Quadernetto


*

Quedó allá, cálida, la vida,
el aire color de mis ojos, el tiempo
en que ardían en el fondo de cada viento
manos vivas, buscándome...

Quedó la caricia que no encuentro.
sino entre dos sueños, mi infinita
sabiduría hecha pedazos. Y tú, palabra
que transmutabas la sangre en lágrimas.

Ni siquiera llevo una cara
conmigo, ya convertida en otra cara
como esfera en el vino y consumida
en los enendidos silencios...

Vuelvo sola
entre dos sueños, allá veo el olivo
rosado sobre las tinajas llenas de agua y luna
del largo invierno. Vuelvo a ti que te hielas

en mi leve túnica de fuego

Passo d'addio

Cristina Campo, seudónimo de Vittoria Guerrini (Bolonia, Italia, 1923 - Roma, 1977), La Tigre Assenza, Adelphi, Milán, 1991
Versiones de Jorge Aulicino

Más poemas de Cristina Campo en Otra Iglesia Es Imposible, Las Nueve Musas, Fronterad


Un anno…Tratteneva la sua stella
il cielo dell’Avvento. Sulla bocca
senza febbre o paura la mia mano
ti disegnava, oscura, una parola.
E la sfera dell’anima e dell’anno
vibrava in cima uno zampillo d’oro
alto e sottile il sangue.
Ne tremavamo
sorridenti agli sguardi-all’accostarsi
buio di quel guardiano incorruttibile
che nei giardini chiude le fontane.

Capodanno ’53-’54


*

È rimasta laggiù, calda, la vita,
l’aria colore dei miei occhi, il tempo
che bruciavano in fondo ad ogni vento
mani vive, cercandomi…

Rimasta è la carezza che non trovo
più se non tra due sonni, l’infinita
mia sapienza in frantumi. E tu, parola
che tramutavi il sangue in lacrime.

Nemmeno porto un viso
con me, già trapassato in altro viso
come spera nel vino e consumato
negli accesi silenzi…

Torno sola
tra due sonni laggiù, vedo l’ulivo
roseo sugli orci colmi d’acqua e luna
del lungo inverno. Torno a te che geli

nella mia lieve tunica di fuoco
---

No hay comentarios.:

Publicar un comentario