miércoles, junio 26, 2019

Silvina López Medin / Elegía


                       











                                                                 A la manera de Mark Strand


¿Por qué viajaste?

La humedad del río se metía en mi boca. Me costaba tragar. Se metía en las cosas de la casa. Marcas de óxido que yo cubría con esmalte de uñas. Volvían a aparecer en otra parte. No era suficiente, no era suficiente, el frío seco en la cara al abrir la heladera. De noche la respiración de los otros.

¿Por qué viajaste?

No lograba dormir ni estar despierta, deseaba. El momento en que un avión carretea, toma velocidad, se despega de todo. Ahí el sueño se impone, me despego.

¿Por qué viajaste sin nosotros? 

Creí ver algo desde cero. Creí en la falta absoluta.

¿Por qué viajaste sin nosotros? 

Creí ver desde otro algo que solo existía frente al otro. Creí en cierto tipo de salvación.

¿De qué necesitabas salvarte?

Del río, del óxido. De lo que se adhiere al cuerpo, lo carcome.

¿De qué necesitabas salvarte?

De nosotros.

¿Dónde dormiste?

En un bosque, una sábana gastada entre mi cuerpo y la tierra.

¿Dónde dormiste?

En un hotel, una ventana que daba a otra ventana que daba a una pared desnuda.

¿Con quién dormiste?

Con alguien que dijo “voy a cuidarte”.

¿Con quien dormiste?

Con el espacio que dejó.

¿Con quién dormiste?

Con el recuerdo de tu padre cuando no era tu padre.

¿Qué tenías puesto?

Un saco de lana.

¿Que tenías puesto?

Un camisón transparente, un cuerpo transparente, piedras en la espalda.

¿Cuánto tiempo te fuiste?

Una semana.

¿Cuánto tiempo te fuiste?

Me había ido aun cuando no me había ido.

¿Cuánto tiempo te fuiste?

Perdí la cuenta.

¿Qué hiciste?

Caminé entre los árboles más altos, mi mano en lo áspero de la corteza.

¿Qué hiciste?

Me encontré con lo otro. Los ojos del río. En mi cuerpo. Los bordes carcomidos. Me costaba tragar.

¿Por qué te esperamos?

Porque se los pedí.

¿Por qué te esperamos?

Porque los niños creen.

¿Por qué te esperó papá?

Porque nunca dejó de creer.

¿Por qué volviste?

Caminé hasta cansarme.

¿Por qué volviste?

No dormía. El río había vuelto a crecer, casi me tocaba.

¿Cómo volviste?

Con el río.

¿Hasta dónde llegaste cuándo te fuiste?

Hasta donde pude.

¿Hasta dónde llegaste cuándo te fuiste?

Hasta nosotros.

(inédito)

Silvina López Medin (Buenos Aires, 1976

Ref.:
Ediciones del Dock
Zindo & Gafuri
Buenos Aires Poetry
El Desaguadero
Eterna Cadencia
De Sibilas y Pitias
El Poeta Ocasional
In Traslation
Otra Iglesia Es Imposible

Foto: FB

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