Liberación de la obsesa
Precisión
y fascinación
destacan un brazo
alzado
contra aquello negro y movedizo
que expulsa la niña por la boca.
Retorno
de la vieja fe semítica
en los poderes del hombre,
en la fuerza de la palabra
como imagen sonora de la cosa
conduciendo al liberador
de verdosa mitra y ojos almendrados
a invocar, imprecar
y asediar a la embrujada
que en su maligno humor
se suelta los senos,
se retuerce, patea
y no obstante
queda dueña del resplandor,
dueña de la carne,
ritmo y carne fustigándonos.
Finalmente
una inubicable, odiosa risa,
y el agudo silbido de los pájaros
que inmóviles, atentos y sin plumas
observan la operación,
indican que el orden ha renacido.
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), Elegías italianas, Editorial Sur, Buenos Aires, 1962
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Ilustración: Liberazione dell'ossessa, c.1120, bronce en el portal de la Basilica de San Zeno
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