Epitafio sobre un Tirano
Persiguió cierta clase de perfección,
y la poesía que inventaba era fácil de entender;
Conoció la debilidad humana como la palma de su mano,
y estaba muy interesado en ejércitos y armadas;
Cuando reía, senadores respetables estallaban en carcajadas,
y cuando lloraba los niños pequeños morían en las calles.
Mis reflexiones me condenan
Mis reflexiones me condenan,
y me pregunto cómo me atrevo
a mirarte a los ojos.
¿Qué derecho tengo de jurar
siendo la una de la madrugada
que te amaré hasta que muera?
La tierra enfrenta muchos crímenes
para preocuparse por mentiras banales;
si puedo dar mi palabra
el perdón puede repetirse
una y otra vez
en el tiempo. Lo cual es absurdo.
Tempus fugit. Definitivamente.
Así que termina tu trago.
Toda la carne es hierba. Lo es.
¿Pero quién puede decir
con seriedad o liviandad
qué resultará de eso?
Blues del refugiado
Digamos que esta ciudad tiene un millón de almas,
algunas viven en mansiones, otras en agujeros:
pero no hay lugar para nosotros, mi amor, no hay lugar para nosotros.
Una vez tuvimos un país y creímos que era justo,
mira en el atlas y lo encontrarás:
no podemos ir ahí ahora, mi amor, no podemos ir ahí.
En el patio de la parroquia del pueblo hay un tejo añoso,
que vuelve a florecer cada primavera:
los pasaportes viejos no pueden hacer eso, mi amor, no pueden hacer eso.
El cónsul golpeó la mesa y dijo,
‘Si no tienen pasaporte, oficialmente están muertos’:
Pero aún estamos vivos, mi amor, aún estamos vivos.
Fui a un comité; me ofrecieron una silla;
me dijeron gentilmente que volviera al año siguiente:
¿Pero a dónde iremos hoy, mi amor, a dónde iremos hoy?
Fui a un acto público; el orador se paró y dijo:
‘Si los dejamos entrar, nos robarán el pan de cada día’;
Estaba hablando de nosotros, mi amor, hablaba de nosotros.
Creí escuchar un trueno retumbar en el cielo;
era Hitler sobre Europa, diciendo: ‘Ellos deben morir’,
él pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.
Vi un caniche abrigado con una mantita,
Vi una puerta abierta y entró un gato:
Pero no eran judíos alemanes, mi amor, no eran judíos alemanes.
Fui hasta el puerto y me detuve en el muelle,
vi los peces nadando como si fueran libres:
a solo diez pies, mi amor, a solo a diez pies.
Caminé por un bosque, vi los pájaros en los árboles;
no tenían políticos y cantaban libremente:
no eran hombres, mi amor, no eran hombres.
Soñé que había un edificio de mil pisos,
mil ventanas y mil puertas:
ninguna era nuestra, mi amor, ninguna era nuestra.
Me detuve en una planicie bajo la nevada;
diez mil soldados marchaban de un lado a otro:
buscándonos, mi amor, a ti y a mí.
W. H. Auden (York, 1907- Viena, 1973), Another Time, Random House, 1940
Versiones de Silvia Camerotto
Epitaph on a Tyrant
Perfection, of a kind, was what he was after, /And the poetry he invented was easy to understand; / He knew human folly like the back of his hand, /And was greatly interested in armies and fleets; /When he laughed, respectable senators burst with laughter, / And when he cried the little children died in the streets.
My second thoughts condemn
My second thoughts condemn,/ And wonder how I dare /To look you in the eye. /What right have I to swear /Even at one a.m./ To love you till I die? / Earth meets too many crimes /For fibs to interest her; / If I can give my word, / Forgiveness can recur / Any number of times / In Time. Which is absurd. / Tempus fugit. Quite. / So finish up your drink. / All flesh is grass. It is. / But who on earth can think / With heavy heart or light / Of what will come of this?
Refugee Blues
Say this city has ten million souls, / Some are living in mansions, some are living in holes: / Yet there's no place for us, my dear, yet there's no place for us.// Once we had a country and we thought it fair, / Look in the atlas and you'll find it there: / We cannot go there now, my dear, we cannot go there now. // In the village churchyard there grows an old yew, / Every spring it blossoms anew: / Old passports can't do that, my dear, old passports can't do that. // The consul banged the table and said, / "If you've got no passport you're officially dead": / But we are still alive, my dear, but we are still alive. // Went to a committee; they offered me a chair; / Asked me politely to return next year: / But where shall we go to-day, my dear, but where shall we go today? // Came to a public meeting; the speaker got up and said: / "If we let them in, they will steal our daily bread": / He was talking of you and me, my dear, he was talking of you and me. // Thought I heard the thunder rumbling in the sky; / It was Hitler over Europe, saying, "They must die": / O we were in his mind, my dear, O we were in his mind. // Saw a poodle in a jacket fastened with a pin, / Saw a door opened and a cat let in: / But they weren't German Jews, my dear, but they weren't German Jews. // Went down the harbour and stood upon the quay, / Saw the fish swimming as if they were free: / Only ten feet away, my dear, only ten feet away. // Walked through a wood, saw the birds in the trees; / They had no politicians and sang at their ease: / They weren't the human race, my dear, they weren't the human race. // Dreamed I saw a building with a thousand floors, / A thousand windows and a thousand doors: / Not one of them was ours, my dear, not one of them was ours. // Stood on a great plain in the falling snow; / Ten thousand soldiers marched to and fro: / Looking for you and me, my dear, looking for you and me.
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Foto: Gisele Freund/Photo Researchers History/Getty Images
Persiguió cierta clase de perfección,
y la poesía que inventaba era fácil de entender;
Conoció la debilidad humana como la palma de su mano,
y estaba muy interesado en ejércitos y armadas;
Cuando reía, senadores respetables estallaban en carcajadas,
y cuando lloraba los niños pequeños morían en las calles.
Mis reflexiones me condenan
Mis reflexiones me condenan,
y me pregunto cómo me atrevo
a mirarte a los ojos.
¿Qué derecho tengo de jurar
siendo la una de la madrugada
que te amaré hasta que muera?
La tierra enfrenta muchos crímenes
para preocuparse por mentiras banales;
si puedo dar mi palabra
el perdón puede repetirse
una y otra vez
en el tiempo. Lo cual es absurdo.
Tempus fugit. Definitivamente.
Así que termina tu trago.
Toda la carne es hierba. Lo es.
¿Pero quién puede decir
con seriedad o liviandad
qué resultará de eso?
Blues del refugiado
Digamos que esta ciudad tiene un millón de almas,
algunas viven en mansiones, otras en agujeros:
pero no hay lugar para nosotros, mi amor, no hay lugar para nosotros.
Una vez tuvimos un país y creímos que era justo,
mira en el atlas y lo encontrarás:
no podemos ir ahí ahora, mi amor, no podemos ir ahí.
En el patio de la parroquia del pueblo hay un tejo añoso,
que vuelve a florecer cada primavera:
los pasaportes viejos no pueden hacer eso, mi amor, no pueden hacer eso.
El cónsul golpeó la mesa y dijo,
‘Si no tienen pasaporte, oficialmente están muertos’:
Pero aún estamos vivos, mi amor, aún estamos vivos.
Fui a un comité; me ofrecieron una silla;
me dijeron gentilmente que volviera al año siguiente:
¿Pero a dónde iremos hoy, mi amor, a dónde iremos hoy?
Fui a un acto público; el orador se paró y dijo:
‘Si los dejamos entrar, nos robarán el pan de cada día’;
Estaba hablando de nosotros, mi amor, hablaba de nosotros.
Creí escuchar un trueno retumbar en el cielo;
era Hitler sobre Europa, diciendo: ‘Ellos deben morir’,
él pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.
Vi un caniche abrigado con una mantita,
Vi una puerta abierta y entró un gato:
Pero no eran judíos alemanes, mi amor, no eran judíos alemanes.
Fui hasta el puerto y me detuve en el muelle,
vi los peces nadando como si fueran libres:
a solo diez pies, mi amor, a solo a diez pies.
Caminé por un bosque, vi los pájaros en los árboles;
no tenían políticos y cantaban libremente:
no eran hombres, mi amor, no eran hombres.
Soñé que había un edificio de mil pisos,
mil ventanas y mil puertas:
ninguna era nuestra, mi amor, ninguna era nuestra.
Me detuve en una planicie bajo la nevada;
diez mil soldados marchaban de un lado a otro:
buscándonos, mi amor, a ti y a mí.
W. H. Auden (York, 1907- Viena, 1973), Another Time, Random House, 1940
Versiones de Silvia Camerotto
Epitaph on a Tyrant
Perfection, of a kind, was what he was after, /And the poetry he invented was easy to understand; / He knew human folly like the back of his hand, /And was greatly interested in armies and fleets; /When he laughed, respectable senators burst with laughter, / And when he cried the little children died in the streets.
My second thoughts condemn
My second thoughts condemn,/ And wonder how I dare /To look you in the eye. /What right have I to swear /Even at one a.m./ To love you till I die? / Earth meets too many crimes /For fibs to interest her; / If I can give my word, / Forgiveness can recur / Any number of times / In Time. Which is absurd. / Tempus fugit. Quite. / So finish up your drink. / All flesh is grass. It is. / But who on earth can think / With heavy heart or light / Of what will come of this?
Refugee Blues
Say this city has ten million souls, / Some are living in mansions, some are living in holes: / Yet there's no place for us, my dear, yet there's no place for us.// Once we had a country and we thought it fair, / Look in the atlas and you'll find it there: / We cannot go there now, my dear, we cannot go there now. // In the village churchyard there grows an old yew, / Every spring it blossoms anew: / Old passports can't do that, my dear, old passports can't do that. // The consul banged the table and said, / "If you've got no passport you're officially dead": / But we are still alive, my dear, but we are still alive. // Went to a committee; they offered me a chair; / Asked me politely to return next year: / But where shall we go to-day, my dear, but where shall we go today? // Came to a public meeting; the speaker got up and said: / "If we let them in, they will steal our daily bread": / He was talking of you and me, my dear, he was talking of you and me. // Thought I heard the thunder rumbling in the sky; / It was Hitler over Europe, saying, "They must die": / O we were in his mind, my dear, O we were in his mind. // Saw a poodle in a jacket fastened with a pin, / Saw a door opened and a cat let in: / But they weren't German Jews, my dear, but they weren't German Jews. // Went down the harbour and stood upon the quay, / Saw the fish swimming as if they were free: / Only ten feet away, my dear, only ten feet away. // Walked through a wood, saw the birds in the trees; / They had no politicians and sang at their ease: / They weren't the human race, my dear, they weren't the human race. // Dreamed I saw a building with a thousand floors, / A thousand windows and a thousand doors: / Not one of them was ours, my dear, not one of them was ours. // Stood on a great plain in the falling snow; / Ten thousand soldiers marched to and fro: / Looking for you and me, my dear, looking for you and me.
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Foto: Gisele Freund/Photo Researchers History/Getty Images
Bien, Camerotto, bien. Gracias, Irene
ResponderBorrar¿Cómo que bien? EXCELENTES las traducciones, Silvia!!!. Te felicito. Superaste nada menos que la traducción de Girri, en el "Epitafio de un tirano", que transcribo a continuación para que los lectores puedan comparar:
ResponderBorrarUna suerte de perfección era lo que perseguía,/ y la poesía que inventaba era fácil de entender,/conocía la locura humana como el dorso de su mano,/y estaba grandemente interesado en ejércitos y flotas;/cuando reía, venerables senadores estallaban de ria,/y cuando lloraba los niños morían en las calle.
En general me parece más fluída la de Camerotto: "dorso" es más preciso que "palma"; "muy" es mejor que "grandemente", "respetables" es más de uso diario y actual que "venerables" y estallar en "carcajadas" es mucho más potente que estallar "de risa".
Y eso sin mencionar los otros dos poemas que no conocía, especialmente "Mis reflexiones me condenan", que está buenísimo. Gracias, Jorge. Gracias, Lady.
gracias, muchas. a los tres: irene, marcelo y administrador.
ResponderBorraresa versión de girri es casi igual a la primera que hice. como suele suceder con todas las primeras lecturas uno transporta de un idioma a otro. después, mide y corrige. nosotros no 'estallamos en risa' sino en carcajadas, tampoco conocemos a alguien 'como el dorso de nuestra mano', sino como la palma de nuestra mano.
habrá que ver en qué circunstancias tradujo esto girri.
él sigue siendo un maestro.
abrazo.