En el lecho desnudo, en la caverna de Platón
En el lecho desnudo, en la caverna de Platón,
Reflejos de focos resbalaron lentamente por el muro,
Carpinteros martillaron debajo de la ventana en sombras,
Toda la noche el viento agitó las cortinas,
Una flota de camiones se esforzó cuesta arriba, rechinando,
Sus cargas cubiertas, como de costumbre.
El cielorraso se iluminó de nuevo, el oblicuo diagrama
Resbaló lentamente hacia adelante.
Al oír las pisadas del lechero,
Su esforzada subida por la escalera, el tintineo de la botella,
Me levanté de la cama, encendí un cigarrillo
Y caminé hacia la ventana. La calle empedrada
Revelaba la inmovilidad en la que se yerguen los edificios,
La vigilia del foco de la calle y la paciencia del caballo.
El puro capital del cielo de invierno
Me hizo volver al lecho con los ojos exhaustos.
Lo inusitado creció en el aire inmóvil, la floja
Película se volvió gris. Carros trepidantes y cataratas de cascos
Sonaban a lo lejos, cada vez más fuerte y más cerca.
Al ponerse en marcha, un automóvil tosió. La mañana disolviendo
Suavemente el aire, elevó desde el fondo del mar
La silla semicubierta, iluminó el espejo,
Hizo distinguible el aparador y el blanco muro.
El pájaro intentó llamar, silbó, llamó;
Trinó y silbó, ¡eso es!, perplejo, todavía húmedo
De sueño, afectuoso, hambriento y con frío. Así, así,
Oh hijo del hombre, la noche ignorante, los afanes
De la madrugada, el misterio de comenzar
Una y otra vez, en tanto que la Historia no es perdonada.
Delmore Schwartz (Nueva York, 1913-1966), William Shand y Alberto Girri, Poesía norteamericana contemporánea, Distribuidora Mexicana de Libros, Ciudad de México, 1976
In the Naked Bed, in Plato’s Cave
In the naked bed, in Plato’s cave, / Reflected headlights slowly slid the wall, / Carpenters hammered under the shaded window, / Wind troubled the window curtains all night long, / A fleet of trucks strained uphill, grinding, / Their freights covered, as usual. / The ceiling lightened again, the slanting diagram / Slid slowly forth. // Hearing the milkman’s chop,/ His striving up the stair, the bottle’s chink, / I rose from bed, lit a cigarette, / And walked to the window. The stony street / Displayed the stillness in which buildings stand, / The street-lamp’s vigil and the horse’s patience./ The winter sky’s pure capital / Turned me back to bed with exhausted eyes. // Strangeness grew in the motionless air. The loose / Film grayed. Shaking wagons, hooves’ waterfalls, / Sounded far off, increasing, louder and nearer. / A car coughed, starting. Morning, softly / Melting the air, lifted the half-covered chair / From underseas, kindled the looking-glass,/ Distinguished the dresser and the white wall. / The bird called tentatively, whistled, called, / Bubbled and whistled, so! Perplexed, still wet / With sleep, affectionate, hungry and cold. So, so, / O son of man, the ignorant night, the travail / Of early morning, the mystery of beginning / Again and again, / while History is unforgiven.
Foto: Schwartz Poet and Beinecke Library / U. de Yale
En el lecho desnudo, en la caverna de Platón,
Reflejos de focos resbalaron lentamente por el muro,
Carpinteros martillaron debajo de la ventana en sombras,
Toda la noche el viento agitó las cortinas,
Una flota de camiones se esforzó cuesta arriba, rechinando,
Sus cargas cubiertas, como de costumbre.
El cielorraso se iluminó de nuevo, el oblicuo diagrama
Resbaló lentamente hacia adelante.
Al oír las pisadas del lechero,
Su esforzada subida por la escalera, el tintineo de la botella,
Me levanté de la cama, encendí un cigarrillo
Y caminé hacia la ventana. La calle empedrada
Revelaba la inmovilidad en la que se yerguen los edificios,
La vigilia del foco de la calle y la paciencia del caballo.
El puro capital del cielo de invierno
Me hizo volver al lecho con los ojos exhaustos.
Lo inusitado creció en el aire inmóvil, la floja
Película se volvió gris. Carros trepidantes y cataratas de cascos
Sonaban a lo lejos, cada vez más fuerte y más cerca.
Al ponerse en marcha, un automóvil tosió. La mañana disolviendo
Suavemente el aire, elevó desde el fondo del mar
La silla semicubierta, iluminó el espejo,
Hizo distinguible el aparador y el blanco muro.
El pájaro intentó llamar, silbó, llamó;
Trinó y silbó, ¡eso es!, perplejo, todavía húmedo
De sueño, afectuoso, hambriento y con frío. Así, así,
Oh hijo del hombre, la noche ignorante, los afanes
De la madrugada, el misterio de comenzar
Una y otra vez, en tanto que la Historia no es perdonada.
Delmore Schwartz (Nueva York, 1913-1966), William Shand y Alberto Girri, Poesía norteamericana contemporánea, Distribuidora Mexicana de Libros, Ciudad de México, 1976
In the Naked Bed, in Plato’s Cave
In the naked bed, in Plato’s cave, / Reflected headlights slowly slid the wall, / Carpenters hammered under the shaded window, / Wind troubled the window curtains all night long, / A fleet of trucks strained uphill, grinding, / Their freights covered, as usual. / The ceiling lightened again, the slanting diagram / Slid slowly forth. // Hearing the milkman’s chop,/ His striving up the stair, the bottle’s chink, / I rose from bed, lit a cigarette, / And walked to the window. The stony street / Displayed the stillness in which buildings stand, / The street-lamp’s vigil and the horse’s patience./ The winter sky’s pure capital / Turned me back to bed with exhausted eyes. // Strangeness grew in the motionless air. The loose / Film grayed. Shaking wagons, hooves’ waterfalls, / Sounded far off, increasing, louder and nearer. / A car coughed, starting. Morning, softly / Melting the air, lifted the half-covered chair / From underseas, kindled the looking-glass,/ Distinguished the dresser and the white wall. / The bird called tentatively, whistled, called, / Bubbled and whistled, so! Perplexed, still wet / With sleep, affectionate, hungry and cold. So, so, / O son of man, the ignorant night, the travail / Of early morning, the mystery of beginning / Again and again, / while History is unforgiven.
Foto: Schwartz Poet and Beinecke Library / U. de Yale
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