sábado, julio 31, 2021

Juan Carlos Moisés / Tres poemas



Unos cañitos viejos de andador

Tirados al costado del camino
vimos unos cañitos viejos de andador
que hace varios años mecieron
a una vida pequeña que prometía.

Ahora están bajo las inclemencias
del tiempo; el herrumbre, aunque sigue
su curso implacable, tendrá que trabajar
mucho y sin descanso para terminar,
algún día, con esos pocos restos de materia.
Pienso, sin embargo, que a veces
ni siquiera las palabras duran tanto.

 
Este poema no es político

Este poema no es político.
La poesía que originalmente pudiera
tener este poema tampoco es política.
Pero la poesía que le falta
a este poema sí lo es: política.
Entonces, por acción y también por omisión,
debo admitirlo: este poema es político.


Mensaje subliminal

Al caer la tarde, cuando el día perdía impulso
oímos el canto del zorzal de patas anaranjadas.
Algo se equilibró en el lugar. Algo, sólo eso.
Nosotros callamos y el zorzal entusiasmado
siguió dando lata durante varias horas más.
Con el fin que fuera o con ninguno, se quería quedar.
Fue uno de esos momentos de mensaje subliminal
en que me puse a pensar en el modo sutil, ingenioso,
que vamos siendo mentados por el destino,
llamados a sus filas, compadecidos por él.

Juan Carlos Moisés (Sarmiento, Chubut, Argentina, 1954), "El jugador de fútbol y El viento que hay allá afuera", Op. Cit., diciembre 10, 2015


1 comentario:

  1. Al caer la tarde, cuando el día perdía impulso
    oímos el canto del zorzal de patas naranjadas.
    Aldo se equilibró en el lugar (...)

    Qué hermoso comienzo, qué hermosísimo poema, qué hermoso poema, gracias Juan Carlos!

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