jueves, julio 15, 2021

Rubén Sevlever / De "Poemas elegidos y otros escritos"




Recuerdos de hotel

Esta poesía que se alimenta de almohadas,
de toallas solitarias
colgando de algún sucio ropero,
de la luz anémica en bombillas donde hacen
oscuros crecimientos su nido más fiel.
Esta poesía de madera manchada, de ginebra piadosa
suavizando gargantas roncas,
de sueños como cenizas y pantalones sin planchar
que interrogan lastimosamente
a colchones hundidos, destripados por la rabia
de una noche veloz o violenta,
cuando el sudor y las moscas matan
el sentido mas pulcro del amor
y las zapatillas se despiertan
sin duda muertas de cansancio para orar
por la violación
de los objetos que me duelen.
Esta poesía nació de cara a la pared.


Sólo me deslumbra

Sólo me deslumbra
el canto circular
de las pulidas fuentes
en la muda plaza,
el paso tardo de los viajeros 
de sí mismos,
la profundidad del aire
detenido en los pequeños jardines.

Sólo me deslumbra el sol posado
en íntimas techumbres,
el humo deshilado
en cielos pueblerinos,
los surcos del camino meditado.

Sólo me deslumbra
lo que sin ruido
madura y resplandece.


Vesperal

Pálidos monasterios de la luz,
lentas cascadas en amarillas declinaciones
sumergen las calles;
la hojarasca aún tibia se apretuja para el sueño.

La sinfonía de grises, en opacas molduras
insinúa los árboles, los vergeles escondidos,
los altos portales.


En mustias galerías

En mustias galerías, sobre mudos empedrados,
gira una brisa oscura;
una campana lejanísima se ahoga
en los ecos últimos del crepúsculo.

En la eterna caída terrenal
mi Fe ausculta los presagios.


De Fragmentos de un diario poético

I.

-La lucha se instaura con el esplendor e intensidad de las palabras, lo demás es rutina.
-Un sistema de reflejos en el cielo opaco de la mente marca el inicio del devenir poético.
-La iluminación comenzará entonces con el tenso parpadeo de un relámpago.

II.

-Nadie expresa su yo en un poema cuando trata de expresar lo inexpresable.
-Un poema es un tejemaneje de cosas indecibles.
-Lo natural del poema hace que fluya sin cortapisas.

III.

-Cuando hayas desparecido en el poema es cuando el poema comienza a vivir.

(...)

Rubén Sevlever (Rosario, Argentina, 1932-2011), Poemas elegidos y otros escritos, Universidad Nacional del Litoral, Argentina, 2012


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