a veces me llama por teléfono
un amigo muerto desde hace años
contrariamente a lo que podría pensarse
la conversación es bastante normal:
yo le cuento los chismes de acá
y él me cuenta los de allá
yo miro el día oscurecerse en la ventana
él se corta las uñas con pereza
y así
compartiendo historias
pasamos a veces la tarde entera
cuando llega el momento de colgar
y siempre llega
nos da entonces muchísima tristeza
y nos ponemos a llorar
pero eso sí
por delicadeza
lo hace cada uno por su cuenta
Micaela Chirif (Lima, 1973), Sobre mi almohada una cabeza, Pre-textos, Valencia, 2012
"cada uno por su cuenta", nadie es responsable de mi llanto.
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