viernes, noviembre 29, 2024

Harry Martinson / Dos poemas


Aves marinas 

Aves marinas son nuestros pensamientos
siempre volando.
Mientras tomamos la sopa de carne
en el comedor del barco junto al Cabo God
nuestra vieja ave marina deja caer un excremento
sobre la piedra miliar del mar-Rockall
o dormita como un pingüino somnoliento-
con la pechera de su camisa recién lavada-
allá abajo junto a la barrera de Ross-
o susurra como una paloma cansada de volar
en el oído de Karen, mi amada Karen,
en la cocina del alcalde de Kerteminde.
Aves marinas son nuestros pensamientos
y siempre se alejan de nosotros volando;
y nosotros seguimos sentados en el comedor junto
al Cabo God –enhollinados, sudorosos- y la sopa de carne
bien lo sabe Dios no es muy allá-


Li Kan expone su opinión sobre los gallos 

El gallo fuerte hace el último momento
una exhibición ante la fuerte y ciega vida
para demostrar que está a la altura de ella.
Pero el que se atreve a ser el débil no se apresura.
Lo que opine la vida no puede opinarlo él.
Lo que le da la vida lo aprovecha pacíficamente
como el pollo perseguido a picotazos en el bosque de la vida. 

Su concepto de la vida no es negación, ni odio ni desprecio,
sino la triste aceptación, que a veces puede mezclarse con alegría,
de existir, no obstante, un breve tiempo.
Canta tristemente sobre la tumba del gallo fuerte.

Harry Martinson (Jämshög, Suecia, 1904 - Gnesta, Suecia, 1978), Altazor, revista electrónica de literatura, año V, noviembre de 2024
Traducción al español de Francisco J. Uriz

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