miércoles, noviembre 20, 2024

Dolores Etchecopar / De "No hables tan rápido delante de la noche"



El cartero

el cartero tardó 65 años en llegar
tuvo percances
le dieron un beso y cerró los ojos
vio morir a su padre
cuidó a su perro enfermo
tuvo un huerto que abandonó
por aliarse a los insectos
que devoraron todo lo sembrado
el cartero tardó 65 años en llegar
mientras tanto tuve percances
cuando creí estar afuera estaba adentro
vi morir a mi padre
y no sostuve su mano
mi cuerpo esculpido en desapariciones
me llamó con muchos nombres
y sin responder
me quedé dormida
en el país tumultuoso de los muertos
con denuedo me puse a la par de ellos
a buscar las dos orillas del río
el cartero tardó 65 años en llegar
tuvo percances
se enamoró de una ola
que levantó sus pies sin derribarlo
cuando recordó la carta

todas las puertas del mundo estaban en guerra
y ya no supo dónde se encontraba
cuál era mi puerta
entregó la carta al primero que pasaba
en los ojos de un extraño vivió la carta que iba a traerme
cuando el cartero tocó el timbre
habían pasado 65 años
llegó con el invierno
en las manos vacías vi el fulgor de su contento
su llegada por fin y solo eso
ninguna otra cosa tenía para darme


XI

a veces hay que volverse hacia los Antiguos
sus voces atraviesan los siglos
como luz de estrellas extintas
sus voces sacudidas por el viento feroz de la historia
así trastocadas álgidas
hasta aquí llegan intactas las preguntas
y dañados los argumentos
por sus fisuras nos llega el sollozo el desespero de alguien
que antes de morir sueña una puerta
y golpea el muro con palabras
deja marcas partituras
para un instrumento roto

pero hay otras voces unas pocas
no piden que ceda la última puerta
ellas se abren como ramas
abrazan el sol
y sostienen por unos instantes
lo que en ellas se posa
sea eso una araña
o el Espíritu Santo


XVII

el tilo de ramas desgajadas
mora en lo que demora su caída
las palabras comenzaron a tararear la muerte
no puedo detenerlas
a mis penas les pido
que se entiendan con los muertos
los muertos se desprenden de mi vida
mientras respiro
y cuando lloro
caminan más rápido que yo
hacia el día inmenso

Dolores Etchecopar (Buenos Aires, 1956)

No hables tan rápido delante de la noche
,
Buenos Aires, 2024









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Foto: Altazor

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