domingo, septiembre 06, 2020

Diego Muzzio / De "Los lugares donde dormimos"






















Flaubert observa unos flamencos

Esos árboles detrás de la ventana:
¿cómo los describiré?
Sin duda cambian con el paso de la tarde,
la luz los transforma en otros árboles
y la ausencia de luz los asemeja
a temibles criaturas enterradas en el lodo,
cerca del agua. Y esas aves, inconstantes
en la elección de los ángulos del río donde descienden,
el dibujo irrepetible de las nubes,
o tus pies, que también deben haber cambiado,
o el mar que no veo desde hace años
y que a lo largo de kilómetros de costa
renueva su invitación a hundirnos en lo indistinto.
He entablado una guerra con lo real y el conflicto
ocupa cada minuto de cada uno de mis días.
Me preguntas qué he debido soportar
para haber llegado a donde estoy.
No lo sabrás, ni tú ni los otros, porque no se puede decir.
La mano que me quemé y cuya piel está arrugada
es más insensible que la otra al frío y al calor.
También mi alma pasó por el fuego:
¿puede maravillar acaso que no se caliente al sol?
Aquí y allá los flamencos hacen huecos en el barro
donde dejan un huevo blanco, a veces dos.
Luego levantan vuelo y se alejan hacia el mar,
siempre hacia el mar.


Mirando hacia el monte Taishan

En dos años como bibliotecario
he ingresado nueve mil quinientos títulos al sistema.
No sólo novelas sino también
libros de historia, geografía, diccionarios,
grandes libros de fotos, de cocina,
algunos de filosofía y psicología,
unos pocos de religión,
pero los de poesía, oh Ezra,
los de poesía han sido, de verdad, escasos.
La poesía desaparece de los estantes
como los elefantes del planeta de Platón.
Porque hay algo execrable en leer poesía
pero mucho peor es escribirla;
entre ambas proposiciones
nuestra sorella, la luna,
asciende sobre el monte Taishan.

Diego Muzzio (Buenos Aires, 1969)

Los lugares donde dormimos
,
Editorial Llantén,
Buenos Aires, 2020













Foto: Infobae

2 comentarios:

  1. Realmente, excelentes poemas. Felicitaciones a Muzzio y gracias por haber subido estos textos, Jorge

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