Cuervo con grano de oro
*
La visión
yo, que soy enfermo y jubiloso
-es decir
que me habita un fuego que clama su ceniza-
vi al cuervo posado sobre el mármol
ondulante
de la niebla
no llamaré prodigio
a aquello que está más allá de ese fenómeno
pues verlo fue aceptar que se aferraba con tres patas
al celaje
y era como una espada negra
que de tan negra
oscurece la tiniebla
apenas
giró
un ojo
-acaso para verme
-acaso para rodearme como a una presa
y juzgar cuándo hendir el picotazo
y pude ver que su pico guardaba
un grano amarillo
semejaba la profundísima
vacía
nada
con un sol al fondo
como una luciérnaga rota
y todavía humeante
en la hierba confundida
de la noche
*
¿dónde estaba mi casa?
¿dónde el humo azul del día?
yo preguntaba por los sitios donde recrea el hombre
su cotidiano
común
misterio
preguntaba por la mano y no por el puño
preguntaba por la mano y no por el guante
por lo inasible
preguntaba
*
cada vez que movía la cabeza
una línea luminosa brotaba
de aquel grano
y recorría su pico
¿quién soy yo
-atiné a preguntar-
que puede ver esta circunstancia
del modo en que cualquiera ve pasar
un carro con heno
al sapo en su salto paticorto
el vestido ondulante que teje y desteje el agua del río?
después
el trípedo animal
alzó el vuelo
y barrió la niebla
ah sábanas del celaje desnudaron y cubrieron
aquello que era
y no era
mundo
blandos ropajes bajo los que se movía
el tumulto
de aquello que era
y no era
vaporosas lenguas
en que se dice lo que es
y no lo sabe
entonces dio su graznido
y dejó caer el grano de oro que llevaba
fue eterna y súbita su caída
*
a veces parecía que flotaba
y se transformaba en una luna pequeña y dorada
a lo lejos
fue cuando la noche se llenó de insectos
cuyas alas vibraban con el violento
ardor de órganos
que buscaban fundirse
luego morían
arrancados
por la lengua incesante del tiempo
*
¿qué vi
cuando vi
caer
ese grano de oro en la noche?
¿vi entonces miles de embarcaciones
a través de la estela que dejaba?
¿vi gruesas cañas de bambú
piedras atadas con lonjas
de cuero
recién arrancado a un animal
los ojos de pescado de la muerte?
*
hombre
dije
o pensé
en la palabra hombre
qué había en esa palabra
qué formaba esa palabra
fue cuando golpeó la luz
y salió el Hombre a escena
*
Teatro de lo humano
“¡Damas y Caballeros! he aquí el hombre”
dijo
dando un salto hacia adelante
hacia la luz
agitando un sombrero del que comenzaron
a caer
pequeños homínidos
que gritaban asustados
y cada vez que uno caía
sonaba una fanfarria
y un pequeño haz de luz
lo rodeaba
He aquí al austrolopithecus
Aquí al homo habilis
Oh, este es el homo erectus
Este pobre es el homo neanderthal
y aquí tenemos a la estrella rutilante ¡el homo sapiens!
y cada ser representaba su papel
a la perfección.
Unos descubrían el fuego, la rueda
otros levantaban Tebas
con sus siete puertas
otros la incendiaban
más allá cruzaban flechas por el cielo
breve de la era
otros bailaban en barcas delgadas como flautas
y todo sucedía en la idea redonda de la existencia
y el Hombre relataba las eras con un megáfono
Oh la era de la piedra que culmina en polvo
la era de la madera que culmina en un incendio
la era del hierro que culmina en la carne
la era del oro que culmina en la codicia
la era del átomo que culmina en nada
entonces metió sus manos
en la boca
y fue quitando su ropaje de hombre y apareció el cuervo
majestuoso
que fue devorando
a cada uno tras su acto
*
El feligrés
yo vi al cuervo
y escribí su historia
y su canción
con una de sus plumas
no preguntes dónde se coció la tinta
en que lees estas cosas
ni cuáles sus ingredientes
yo andaba donde vida y muerte
entretejen
sus fronteras
un pie de un lado y del otro
y un pie sonaba a aleteo
y el otro a un fangoso temblor amputado
y ambos daban un paso que bailaba y tropezaba en un solo movimiento
*
La casa del feligrés
hice mi casa con plumas caídas
de su plumaje
y mi casa era negra
y sinuosa como la anguila
mi casa se confundía con la noche
y mis manos
y allá arriba cada tanto el golpe de la luz sobre el ojo
vigilante del cuervo
daba un parpadeo
corroborando acaso
que lo concerniente a la sombra
siguiera
en la sombra
*
comprendo ahora
que mi casa fue un nido
acaso allí se concibió la idea de un huevo
no la experiencia fáctica de lo que es
si no la posibilidad de algo
o acaso hubo un pensamiento vacío
dentro del huevo de la nada
¿digo la experiencia de la disolución
en lo vaciado?
o
apenas
el nido vacío
del misterio
*
Todo era el ojo del cuervo avistando todo
y cuando movió su ojo
una ráfaga
deshizo mi casa
la noción de abajo arriba
de ayer hoy mañana
pues su mirada
atravesaba las capas de la cebolla
del tiempo
en un mismo rechinar
en la misma fluctuación a través
del aire de las eras
y estaba en el zumbido y el destello
en el reflejo del agua
y en el agua
en cada punto del círculo
y fuera del círculo
todo era pupila abierta hacia adentro
y hacia afuera
*
y cuando iba a cantar cayó aquel grano de oro
de su sedoso pico
y estalló la luz
*
Inauguración de la coreografía del todo
como si se diseminara y diera
en el blando
espejo
por donde ocurre la múltiple
coreografía
de lo inerte y lo móvil
de lo que vuela y lo que repta
de lo que atraviesa
veloz
el polvo de las centurias
y el polvo posado sobre los muebles
y fuera hasta desembocar en la gran pupila
donde se mira por primera vez
la materia abisal de la vida
ocurrió
ocurrieron
el pato
el cáñamo
el oleoso interior del ajonjolí
la madriguera
maduraron los higos
carretas y bueyes
fueron borrando las sucesivas huellas
hasta dar con el camino
y charcas y astros y ranas
cantaron al unísono
un acto de inauguración
que duró lo que tardó en caer
ese grano de oro
que
todavía
cae
*
Ordalía
acostumbrándome
como se acostumbra el agua a las formas
que la contienen
di en mí
del modo en que despierta
la carne al dolor
la codicia en la moneda
el vuelo en la pluma
en la rosa agotada del hueso
desperté
¿lama sabactani?
¿quién me ha abandonado?
¿eloi eloi? ¿ecce mater tua?
Sanzuwu
Yatagarasu
Jīnwū
Samjok-o
es huérfana la carne
es triste la carne
un acto simultáneo de nacer y morir
Jotaele Andrade (La Plata, Argentina, 1974)
Cuervo negro
cuervo blanco,
Añosluz Editora,
Buenos Aires, 2020
Otra Iglesia Es Imposible - Añosluz - Buenos Aires Poetry - Op. Cit. - Télam - Poesía La Plata - Evaristo Cultural - Los Poetas no Van al Cielo
Foto: Facebook/Jotaele Andrade/La Violeta Colectiva de Arte
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