a Rubén Monterrubio
Blanca luz de heroína
la noche de Muan Sing.
Oculto en el resplandor de la luna
alguien ofrece opio
y desaparece dentro de su sombra.
Todo perdido
trafica fuegos fatuos.
Ya los Thais, los Leos, los Icós,
cada uno
tocado por un color, volvieron,
soplados por la tarde, a sus aldeas.
Sólo queda ese hombre, como una helazón, por las calles.
El que vende olvido.
También la naturaleza sueña.
Mira cuánto hace por no ser real una planta.
Como el mundo se va,
ella busca otro mundo:
el paraíso de la amapola
son tus distancias.
Muan Sing es la frontera.
Después de aquí, ya sabes:
te alcanzará la vida para estar en la tierra
y no podrás tocarla.
Leopoldo Castilla (Salta, Argentina, 1947), Gong (Canto Al Asia), La Letra Impar, Buenos Aires, 2012
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