Estás lejos hermana. Pero seguís buscando dónde ir.
Los padres se preocupan por los hijos
que no encuentran el rumbo.
Se escucha entrecortado o vos directamente no
me oís. Como un verso escandido en música rarísima
yo trato de enlazarte en algún lado
pero a vos no te suelta la duda de probar.
Me hablás de unos terrenos, de casas de salud
allá en la serranía de tus ganas
de por fin afincarte. Me decís:
no hay ningún devenir; las cosas cuestan.
Esta tarde de Marzo sin embargo
mientras tomamos mate a la distancia
la cresta de unas hojas se ilumina con el
último sol y la forma de hacerlo
de dudar y mirarnos se convierte
en un suelo tembloroso y fluctuante
dónde el surco que arás es algo nunca visto
en el campo de todo lo demás
Sur
Ahora lo llamo. Pero no viene.
Lo enterré en el jardín
Le puse encima un canto
Rodado de los grandes
Como esos que dividen
En dos una corriente
Como si por las dudas
Me pidiera salir
La tierra se levanta
Cuando bajan los ríos
Pasados cinco meses
El alma que se infla
No quiere envejecer
Abre grietas profundas
El agua las penetra
Cuando el viudo las riega
Entre bichos y plantas
La tarde va escurriendo
El jardín en verano
Sabe lo que recibe:
Por donde el agua entra
Algo pudo salir
Mario Nosotti (San Fernando, Buenos Aires, 1966), La casa de la playa, inédito
Buenísimo. Gracias; Irene
ResponderBorrarme hizo doler el alma!!!!!!!!!!!!!!!
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