sábado, mayo 10, 2014

Octavio Paz / Domingo en la isla de Elefanta











IMPRECACIÓN

Al pie de las sublimes esculturas,
desfiguradas por los musulmanes y portugueses,
la multitud ha dejado un picnic de basura
para los cuervos y los perros.
Yo la condeno a renacer cien veces
en un muladar,
                         como a los otros,
por eones, en carne viva han de tallarlos
en el infierno de los mutiladores de estatuas.


INVOCACIÓN

Shiva y Parvati:
                          los adoramos
no como a dioses,
                               como a imágenes
de la divinidad de los hombres.
Ustedes son lo que el hombre hace y no es,
lo que el hombre ha de ser
cuando pague la condena del quehacer.
Shiva:
          tus cuatro brazos son cuatro ríos,
cuatro surtidores.
                              Todo tu ser es una fuente
y ella se baña la linda Parvati,
en ella se mece como una barca graciosa.
El mar palpita bajo el sol:
son los gruesos labios de Shiva que sonríe;
el mar es una larga llamarada:
son los pasos de Parvati sobre las aguas.
Shiva y Parvati:
                           la mujer que es mi mujer
y yo,
       nada les pedimos, nada
que sea del otro mundo;
                                         sólo
la luz sobre el mar,
la luz descalza sobre el mar y la tierra dormidos.

Octavio Paz (Ciudad de México, 1914-1998), "Hacia el comienzo" (1964-1968), Un sol más vivo. Antología poética, selección y prólogo de Antonio Deltoro, Ediciones Era, Ciudad de México, 2014

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