[92]
Me hiciste flotar
tan alto
pero ahora
nuestros corazones
están a la deriva.
[231]
Susurro
nuestro mundo todo es
susurro
como la caída del granizo
susurro
sobre la hoja de bambú.
[236-237]
Sea lo que fuere,
pienso,
pero me inquieta
como las olas
de la bahía de Tago
que se levantan
cuando me levanto
y aún se mueven
cuando descanso
hay días
en que las olas
no se levantan
hay esos días
pero en mis adentros.
Anónimo (Japón, siglo XVI), Los cantos en el pequeño paraíso, selecciones del Kanginshu, traducción de Masateru Ito, Emecé, Buenos Aires, 2012
Ilustración: Chrysanthemums, c.1817, Sakai Hoitsu
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